The omega sorcerer [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

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—Estamos en pleno siglo XXI ya nadie cree en esas estupideces. —habló el alfa. —dejame cuidar de ti.

—¿Por qué ahora te caigo bien? —lo vio. —dime.

—No lo sé. —negó. —desde que te envolví con mi aroma.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —se acercó un poco al alfa.

—¿Cuál? —lo vio.

—¿Amaría a alguien aún sabiendo que el tiempo te lo quitará y no lo volverás a ver nunca? —le pregunto. —¿Lo harías?

—Lucharía por tener el tiempo suficiente con esa persona. —contestó. —crearía los mejores recuerdos posibles porque de eso se trata amar.

—¿Qué harías si te dijera que tú destinado está más cerca de lo que piensas? —hablo en un tono más bajo.

—Pues diría que me digas quien es. —lo vio.

Jimin se giró para no ver al alfa y se quitó un collar que hacía que su aroma se mantuviera oculto, un suave aroma a manzanilla y lirio llegó a las fosas nasales del alfa, el cual comenzó a sentirse ansioso, el omega se giró y bajo el rostro.

—Yo soy tu destinado. —hablo. —pero descuida buscaré a alguien que sea digno de un Min.

—¿Cómo que tú eres mi destinado? —frunció su ceño.

—Cuando tu familia me encontró estaba muy lastimado por el tipo que me secuestró me protegió siempre. —toco la marca. —años después comenzaron a cazar y a matar a los brujos.

—No has contestado mi pregunta. —le dijo.

—Tu tatarabuelo me marco como su omega para protegerme de que no me matarán. —levantó el rostro. —y juro que debido a lo que hizo un Min sería mi destinado para que me protegiera siempre.

El alfa salió de ahí dejando solo al omega el cual vio el collar y se lo puso nuevamente, el aroma a flores poco a poco se fue marchitando hasta desaparecer de la habitación. Al anochecer el omega no se presentó en la cena, aluciendo que se sentía un poco enfermo y que descansar era lo mejor para él, Jimin metía la ropa que necesitaría en una mochila, como también lo hacía con unas piedras.

Cuando tuvo todo listo movió sus manos haciendo un hechizo y luego preparó un frasco, escribió una nota y en silencio la fue a dejar con el frasco a la habitación del alfa. Él se dirigió al cuarto de servicio y salió por ahí sin ser visto, se puso su gorro y cubrebocas para ir a un lugar donde estaría mejor, al terminar la cena se dirigió a su habitación el alfa, cuando llegó vio que algo brillaba, con cuidado lo tomó y se dio cuenta de que era un frasco con un líquido púrpura.