The omega sorcerer [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

7

«Bebe del frasco, eso romperá el lazo que nos une como destinados, yo ya tomé el mío, solo faltas tú y encontré al omega que será digno de ti, es una chica muy dulce e inteligente, será beneficiosa para tu familia»

Un omega se detuvo al sentir una opresión en su pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir su lazo roto, negó mientras seguía su camino, cuando llegó a unos departamentos, pagó una habitación y entró. Dejó caer la mochila al ver ningún mueble, con su magia limpio el lugar y luego se sentó en el suelo para ver a la Luna.

—¿Hice lo correcto, madre? —se preguntó. —¿Hice bien en romper mi lazo?

El omega se quedó dormido viendo la luna, el alfa miró el frasco vacío y se dirigió a ver a la Luna, ¿Hizo bien? Suspiro mientras miraba el frasco, él vio como se le cayó haciendo que se rompieran en miles de pedazos, cuando se puso a recoger los vidrios se cortó con uno haciendo que cayera en el poco líquido que quedó. Jimin abrió los ojos los cuales eran color negro intenso, él se levantó y salió de la habitación, su mente estaba nublada y no sabía dónde iba, su cuerpo escaló un sitio y cuando llegó parpadeo un par de veces y se dio cuenta de que era la habitación del alfa. Yoongi salió del baño porque había tomado una ducha y se dio cuenta de que el omega estaba ahí parado, Jimin al darse cuenta de como estaba el alfa desvío la mirada.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó el alfa. —ya no tenemos nada que nos una.

—Yo. —guardó silencio. —tu mano. —se acercó al verle la venda.

—Estoy bien. —se alejó del omega. —si no buscas nada de aquí, vete de mi habitación.

Jimin no dijo nada, solo cerró los ojos y se teletransportó dónde se quedaba a dormir, se miró en el espejo y el tatuaje de la familia Min había desaparecido, al igual que la marca que uno de los Min le hizo para protegerlo. Los demás tatuajes se le iban borrando poco a poco, hasta que el omega cayó inconsciente en el suelo de la habitación, el sonido de alguien llamando a lo lejos era lo que apenas podía escuchar; la pareja miraba a su hijo preocupado, pues le había dado un ataque y no sabían qué hacer, además de que no había ningún rastro del omega en ningún lado lo que complicaba aún más las cosas.