30 de octubre, 1965
7:15 Am—¿Estás seguro, papá? —Preguntó Berbi dudoso y no es que desconfiara de su padre, más bien era la ansiedad de saber que se acercaba el cumpleaños de su mejor amigo y quería que todo fuera tan perfecto como lo merecía.
Había sido en el castigo, a causa de la broma contra los Slytherin, dónde había tenido casi un mes completo, «Una eternidad» según el albino, para conocerse mucho más con sus amigos, allí habían hablado (aunque era más correcto decir que se escribieron), de casi todo lo que podían abarcar en su corta vida, enterándose de esa forma que Malachy era el mayor de 8 hermanos, por lo que siempre debía ser el buen ejemplo de todo, y que el novio actual de su madre era un mugle; Thomas, por otro lado, era amante del deporte en general, hijo único y su personalidad le hacía recordar al perro Golden Retriever que tenía la vecina de Cardiff por su hiperactividad; Por supuesto que descubrió mil cosas sobre Dennis, su gran amigo y nuevo tema favorito, se enteró que tenía 2 hermanos menores, que su padre era dueño de una gran empresa que fabrica túnicas de todo tipo y que su cumpleaños caía exactamente el día de Halloween, por lo que, desde ese día, no pudo evitar pensar en ello en todo momento, no era secreto que él realmente amaba los cumpleaños, es por ello que se esmerara en que todo saliera perfecto y deseaba de todo corazón que fuera el mejor día para su amigo, aunque hizo el mejor de sus esfuerzos para evitar pensar sobre eso durante las clases, no quería tener un nuevo reto o castigo de parte de Eskol, por lo que le prometió comenzar a prestar atención en sus clases para volver a estar de buenas con él, cosa que, al parecer, le estaba funcionando, puesto que las cartas de su hermano mayor habían vuelto los domingos, pero sin dulces, aunque eso no importaba mucho, lo que importaba era que ambos habían vuelto a hablarse y que ahora evitaría todo tipo de castigos o distracción capaz de quitarle tiempo destinado a la organización de la fiesta.
Ese día se había levantado de prisa, quería llegar rápido a desayunar con su padre y pedirle mil consejos de regalo, e incluso de celebración que dejaran encantados a su amigo, él les había realizado más de 10 cumpleaños sólo a ellos, 6 a Bælfire, también algunos cuantos a Eskol (bastantes, para ser sinceros) así que debía tener experiencia con ello. Se despertó antes de que sonara la alarma «¡Gracias, bendita ansiedad!», lavándose tan sólo los dientes, colocó su túnica del colegio, guardó su uniforme en su bolso y corrió rumbo a la oficina de su padre sin importarle en absoluto ir en pijama, allá podría vestirse e incluso desayunar si la charla se extendía, total, tenía todo listo para llegar directo a clases, y la verdad era que quería pasar el menor tiempo posible cerca de Dennis para no revelar su emoción que se desbordaba de todo su ser, evitando, de esa manera, que la sorpresa que estaba organizando se descubriera y, de esa forma, asegurarse de que todo perfecto.
Golpeó la puerta de la oficina de su padre y esperó unos minutos (5, para ser exactos, aunque para él se sintieron como 1 hora), pero, al ver que no había respuesta, decidió entrar y cerrar de prisa la puerta tras de él para luego observar todo detenidamente, las paredes eran de color piedra, en dónde se apoyaban unos cuantos estantes de madera perfectamente barnizada llenos de libros antiguos, algunas pinturas antiguas de señores con ropas extravagantes y sobre su escritorio, que tenía la misma madera de los estantes, había un retrato de ellos cuando eran pequeños, esa foto se movía, como si tuvieran vida y mostraba a la perfección una escena que él pudo recordar de inmediato, estaban en la playa Porth Wen armando un castillo junto a Antu, Eskol estaba comiendo una paleta mientras tomaba sol a su lado, Bælfire comía un poco de arena «Es increíble lo normal que era a sus 2 años» pensó el albino y luego siguió observando la fotografía, notando que su padre estaba intentando levantar a su hermano menor para que mirara la foto y a su madre se le había volado el sombrero de playa con cinta de lunares rojos por el viento, en ese entonces les había causado mucha risa y eso se grabó en la fotografía, la sonrisa de todos, sobre todo de su madre que iluminaba todo a su alrededor. Berbi la observó atento unos segundos, intentando grabarla en su mente, ya había olvidado un poco como lucía ella, dándose cuenta que tampoco recordaba su voz, su aroma o cómo se sentía su calor, estaba olvidando varias cosas de ella y eso le entristeció levemente, la verdad, si quiera sabía exactamente si recordaba algo de ella que no fuera su nombre, preguntándose qué otra cosa olvidaría, temiéndose que quizás llegaría un punto en el que ya no la recordaría más, borrándola por completo de su memoria y él no quería eso, eso significaba olvidar algo que amaba, perderla nuevamente «La gente solo muere cuando se le olvida» pensaba seguido y él, a este paso, ya la estaba matando. Comenzó a sentir como su estómago se apretaba al igual que en su garganta se formaba un nudo, sus ojos comenzaban a sentirse pesados y húmedos mientras su respiración se agitaba al mismo tiempo que su pecho le dolía, volviendo su respiración dificultosa y rápida, hubiera llorado de ser posible para liberar toda esa tención y el martirio mental que le generaba pensar que estaba siendo el verdugo de su mamá, pero se vio interrumpido por el sonido del reloj del gran salón que avisaba a todos que era hora de levantarse, por lo que se aseguró de que la puerta estuviera cerrada con pestillo para comenzar a cambiarse de ropa inmediatamente, distrayéndose de todo su mundo interior que estaba siendo invadido por estos tristes pensamientos y dejando el pijama desparramado por el escritorio de su padre, quedando sólo en ropa interior cuando se escuchó una leve explosión en la chimenea al mismo tiempo que comenzó a aparecer fuego verde que se materializaba en su padre con aquel traje elegante que usaba para dictar clases, el pequeño sólo atinó a sonreír y correr a abrazarle.
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Star-Man
RomanceBerbi Aeneas es un joven albino inglés que realmente sabe poco y nada del caótico mundo exterior de los años 60'. Siempre ha estado concentrado en la pequeña burbuja que lo rodea, la cual contaba de unos papás amorosos, hermanos revoltosos y la músi...