Star-Man

1° año, Capítulo 14: La última semana.

29 de Junio, 1966

— ¿Pueden creerlo? ¡Unos días más para ser totalmente libres! —Añadió Thomas victorioso mientras levantaba ambos brazos como si se tratara de un gran triunfo que él obtuvo— No más tarea, no más exámenes, no más este incómodo y aburrido uniforme, nada más nosotros, haciendo todo lo que deseemos.

— ¿Totalmente libres? Por unos meses querrás decir, además, habla por ti, mi padre quiere que lo acompañe a su trabajo todos los días para aprender sobre el oficio, ya sabes, como seré yo quien se haga cargo de sus tiendas cuando el fallezca...

— ¡Aburrido! —Interrumpió burlón el pelinegro a su amigo Yaxley, quien le dio una mirada tan seria como juzgadora, al parecer no le había gustado mucho ese comentario, pero eso no intimidó para nada al mulato, quien soltó una risa ante su reacción mientras se volteaba para mirar al irlandés que caminaba junto a ellos— Supongo que tú sí sabes disfrutar el verano y estás feliz de irte de aquí ¿no?

— No del todo —Suspiró en respuesta mientras se peinaba el cabello con la mano que no cargaba los libros— En casa también tengo responsabilidades que cumplir... Pero me alegra bastante saber que al menos tú tendrás un gran verano.

— ¡Merlín! ¡¿Cómo puede ser que siendo tan jóvenes sean tan aburridos?! ¿Qué serán de adultos? —Añadió con exageración mientras caminaba de espaldas para mantener la mirada fija en ellos— Apuesto que serán de esos aburridos oficinistas del ministerio que visten trajes tan ridículos y sólo seguirán normas, también tendrán una familia con hijos que nacerán siendo unos señores de 30 años, como ustedes en estos momentos... "¿Sí, mi señor?, Papeles, señor, ¿Jóvenes? Oh no, ellos me aterran" —Dijo lo último imitando la voz de un mayordomo.

— ¿Trabajar en el ministerio? Eso es mucha expectativa para mí —Bromeó Malachy, dándole un manotazo en el pecho a su amigo, rompiéndole el equilibrio con el que caminaba, por lo que le agarró el brazo de inmediato para evitar que se cayera— ¿Crees que soy un niño rico como ustedes? Tendré suerte si acabo como el tabernero del caldero chorreante.

— ¡No sean molestos!, sólo estoy viendo por mi futuro, deberían hacer lo mismo ustedes, no seremos jóvenes eternamente... —Dennis estaba con sus mejillas tan rojas como un tomate, color que tomaba cada vez que intentaba mantener la calma ante situaciones que lo enojaban, como si un caldero estuviera a punto de estallar, o eso al menos pudo descubrir el albino en el tiempo que llevaban conociéndose. El chico se arremangó la camisa, nadie sabía si ese era su primer acto de rebeldía, ya que jamás había usado el uniforme de forma incorrecta, o era simplemente por el calor insufrible que estaba haciendo esa tarde— Además, ¿Qué tanto te ríes, McLaren? ¿No deberías estar preocupado porque apenas pasaste los exámenes?

— No, lo importante es que los pasé, así que el próximo año me seguirás teniendo como tu compañero de cuarto, también de curso, por lo que verás mi cara todos los días al despertar, al acostarte, en clases, en el gran salón...

— No me amenaces —Se burló Yaxley mientras todos reían.

— Ahora lo ves como amenaza, pero luego, cuando seas un adulto que tenga mil historias que contarle a tus hijos o nietos, me lo agradecerás... a mí y a Berbi, hay que admitir que él y sus bromas nos han hecho que este año sea menos aburrido...

— Uhm ¿Yo? —Preguntó el albino que, hasta ahora, solo se había reído de la conversación de sus amigos. La verdad es que, en secreto, amaba cuando molestaban a su mejor amigo y este se enojaba, ya que era muy fácil sacarlo de sus casillas, o al menos lo era para Thomas, pero amaba más saber que seguían siendo amigos después de ello, eso le daba la seguridad de que no importaba que hicieran o como fueran, estarían juntos estos 6 años que le quedaban por delante, o eso es lo que él esperaba— ¿Qué les puedo decir? El destino les hizo conocerme...