Quema como el fuego [TERMINADA]

CAPÍTULO 5: NANCY

Madison

De camino a clase no pude evitar recordar la conversación con Ashton del día anterior, pero a cada pregunta que me hacía todo tenía menos sentido. Sinceramente no le conocía y al repasar todo lo que había ocurrido había cosas que no sabía explicar. Y como él me dijo, no sabía ni su verdadero nombre ni de dónde era y realmente tampoco su edad. Tal vez lo mejor era dejarlo pasar y seguir con lo que verdaderamente había ido a hacer.

Sacarme el curso.

Había entrado al instituto con el curso empezado y para empeorar las cosas solo había ido dos días gracias a estar ingresada un día en el hospital. Llegando a la entrada, recordé el otro problema que tenía pendiente al ver a Nancy esperándome en la puerta. No sabía que iba a contarle sobre lo que ocurrió el día anterior.

— Hola Madison — dijo al verme acercarme a ella.

— Hola — sonreí algo forzado.

— ¿Qué tal estas?

— Bien — respondí asintiendo ligeramente con mi cabeza —, y con respecto a lo de ayer te debo una explicación.

— No tienes que hacerlo si no quieres — respondió con sinceridad.

— No te preocupes, tampoco fue nada del otro mundo — dije intentando suavizar lo que iba a decir a continuación —. Estuve en el hospital, ingresada por hipotermia.

— ¿Qué?, ¿enserio? — su ceño estaba fruncido y a la vez tenía una expresión de preocupación — pero, ¿cuándo? Nosotras nos vimos por la tarde.

— Esa noche — respondí oyendo el timbre de fondo y comencé a andar con ella.

— No sabía que hubiera hecho tanto frio esa noche... menos mal que estás bien.

— Supongo que soy especial — dije encogiéndome de hombros ya que tampoco lo entendía —. Será una venganza del frío por no gustarme.

— Pues vas a tener un problema en esta ciudad durante ocho meses al año si no te gusta el frío — respondió con una pequeña sonrisa fruncida.

— Ya lo he comprobado — reí en un suspiro e hice una pausa —. A parte, los padres de Ashton se han enterado de que cambié mi apellido en clase asique probablemente ya lo hayan corregido.

— Entonces ahora en primera hora la gente se va a enterar... — dijo casi para sí misma.

— Exacto — asentí con la cabeza —. Asique puedes separarte de mi si quieres. Se que a nadie le gusta ser el centro de atención y más por culpa de otra persona.

Frunció el ceño.

— Eso es una tontería Madison. No le darán tanta importancia, créeme. A medio día habrá alguna historia nueva con la que se entretengan.

Casi me había salido bien el intento de apartarla, pero no coló. Eso lo hacía todo más complicado. Nancy no sabía que yo no le convenía como amiga y menos cuando siempre era objetivo de miradas y cuchicheos.

Nos fuimos a la primera clase e intenté mantenerme concentrada. Incorporarme más tarde y encima faltar a las clases no me iba a beneficiar con respecto a los demás. Tampoco era de las mejores estudiantes asique lo tenía todo en contra si no me centraba. La concentración me duró hasta que la profesora pasó lista y se desveló el secreto.

— Madison Allen — la profesora pronunció mi nombre buscando mi rostro entre la clase.

Incluso Ashton se giró perplejo. Debería creer que no habrían corregido tan rápido los datos del expediente, pero sí lo hicieron.