CAPÍTULO 16: CULPABLE

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Madison

Cualquier otra persona hubiera entrado en pánico al ver aquello, pero yo no era ese tipo de persona. Llevé mi mirada de Alex a Ashton por lo menos cinco veces esperando una respuesta que acabé contestándome yo misma. Parecía mentira que me costara tanto creer en las diferentes posibilidades que había teniendo en cuenta que no era el primero que veía en acción.

— Tienes poderes — dije afirmándolo.

— Y por lo que veo te ha costado saberlo.

— Nunca había conocido a nadie con poderes, somos los primeros — le explicó Ashton haciendo que Alex se mostrará aún más sorprendido.

— ¿Te haces invisible? — pregunté, aunque era más que obvio.

— No exactamente porque sigo siendo visible para los ojos adecuados, como los tuyos y lo de Ashton.

— Pero el resto de gente no puede verle. Solo si mueve algún objeto porque se vería flotando en el aire, pero tú y yo podemos percibirlo. Aunque ni nosotros ni nadie puede oír a alguien que se ha mimetizado.

Miré a Alex de nuevo y había algo en mi cabeza que estaba intentando decirme algo.

— Espera... ¿pueden verse sus huellas o incluso ser capaz de tocar a la gente?

— Mmm, sí claro — afirmó Ashton.

Alex se mordió el labio inferior desviando su mirada como si también hubiese entendido el motivo de mi pregunta.

— ¿Fuiste tú el que me estuvo siguiendo el día de la nevada? — dije acusándolo de ello.

— ¿La estuviste siguiendo? — Ashton elevó el tono, sin poder creer al igual que yo el motivo por el que Alex lo hizo.

— Solo quería asegurarme de que estarías bien porque Ashton estaba paranoico con que te pasaría algo. Gracias a que fui no te atropelló aquel coche. Deberías darme las gracias.

— ¿Las gracias? ¡He estado creyendo que un hombre invisible me perseguía! — dije haciéndole frente — ¡¿Sabes la cantidad de pesadillas que he tenido por ello?!

Teniendo en cuenta que yo desconocía la existencia de más poderes y en ese momento para ellos era una persona normal, que se arriesgara a mostrarse ante a mí solo me había provocado un miedo constante al creer que alguien me perseguía día y noche.

— No todos hacemos las cosas tan bien como tú, ¿no? — dijo con clara ironía.

Apreté los puños con fuerza intentando reprimir el calor en ellos. No me creía que esa fuera la actitud de Alex conmigo, pero ninguno de los dos habíamos hecho las cosas correctas, sobre todo yo. Seguía dolido por que me hubiera marchado, pero ya me culpaba yo lo suficiente como para que alguien más hiciera lo mismo.

— Dejarlo ya — Ashton se metió en medio de los dos evitando que la cosa se calentara más —. Pelearte con ella no va a solucionar nada.

— ¿Vas a confiar en ella? — dijo apuntándome directamente con el dedo índice —. Ni si quiera ha sido capaz de cumplir el código.

— ¿Qué código? — pregunté aún tensa.

Ambos comenzaron una lucha de miradas por ver cuál de los dos podía más con el otro. Por mucho que Ashton me estuviera defendiendo esa pelea que se estaba creando no era necesaria.

— Es prácticamente imposible encontrar a gente con poderes porque nadie los muestra sin estar seguro de que el otro también posee algún poder asique tenemos un código entre nosotros para cuando eso ocurre. "Cuando conoces a alguien como tú lo último que haces es abandonarlo". Sirve para jurarnos lealtad entre nosotros y nunca delatarnos — respondió Ashton.

Quema como el fuego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora