CAPÍTULO 12: LA DECISIÓN

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Madison

La calle solitaria hacía que mis pensamientos fueran mucho más ruidosos en mi cabeza. Como si de alguna forma retumbaran sobre las casas de mi alrededor y volvieran a mí.

Alguien, por algún motivo, estaba buscando a gente como yo. Aunque decir alguien era quedarse corto. En las imágenes que había visto a través de Logan había al menos diez hombres enmascarados, dispuestos a perder la vida por quitársela a Logan.

¿Existía más gente como yo? ¿Cómo... nosotros?

Logan era la prueba.

La prueba que se iba a pudrir en la morgue.

Era un concepto que me constaba asimilar y que explicaba muchas de las cosas extrañas que me habían estado pasado en los últimos días. Puede que esas pisadas invisibles no fueran alucinaciones mías y hubiera alguien detrás de mí, solo detectable cuando el suelo se teñía de blanco.

Necesitaba saber más, pero la manera más segura para todos era hacerlo lejos de Sioux Falls y fuera lo que fuera lo que iba tras mía, no afectaría a nadie.

Logan me había advertido de ello, de lo que ocurriría si no me marchaba. Era como si me diera una segunda oportunidad antes de si quiera necesitarla.

Crucé la esquina encontrándome en mi calle. La mayoría de casas habían apagado sus luces al igual que en la mía.

Entré sin hacer ruido y guardé de nuevo las llaves. Fui directa a las escaleras cuando la luz del salón de encendió, casi provocándome un infarto.

Stephen estaba sentado en el sillón, con la mano en el interruptor de la lámpara.

— Tenemos que hablar — dijo calmado, pero sin perder su seriedad.

— Stephen lo siento, no estoy de humor. Necesito irme a dormir. Ha sido un día muy largo.

— Yo tampoco lo estoy, y menos cuando me llaman de nuevo por un asunto del instituto y tú estás metida en ello.

Ahí estaba su tono agresivo de nuevo. Me extrañaba que hubiera tardado tanto en sacarlo para obligarme a hablar con él.

— No sé de qué me hablas — dije avanzando unos pasos para subir la escalera.

— ¿No sabes nada de la expulsión de clase de la Sra. Kelly?

Me detuve, soltando un suspiro mientras retrocedía.

— No hice nada malo — le aclaré.

— ¿Entonces por qué me han llamado? Madison no puedes seguir con esa actitud al final te vas a buscar serios problemas en el instituto.

— Solo trataba de defender a Ashton nada más. La profesora estaba mangoneándole y no me pareció justo. La corregí en una explicación y se ofendió, no hice nada malo — repetí.

Stephen se quedó observándome, impasible, haciendo que su mirada me empezara a recordar a la del sanitario del hospital. Totalmente vacía, sin posibilidad de sentir remordimientos.

Puede que al fin y al cabo no fueran tan distintos. Uno no sentía empatía por los muertos y otro por los vivos. No sabía quién era peor.

— Sabes que estas cosas no son buenas para Lena. Has tenido suerte de que me haya enterado yo de nuevo de este problema y no ella.

— Oh vamos... — renegué subiendo la mirada al techo.

Esa conversación era lo último que necesitaba. El calor comenzaba a buscar un acceso para poder salir y por una vez deseaba darle paso.

Quema como el fuego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora