CAPÍTULO 13: HELEN

101 47 1
                                    

Madison

Me desperté por la mañana sin necesitar el despertador. Las rendijas de la ventana eran lo suficientemente grandes como para dejar pasar el sol a primera hora de mañana. Nada más levantarme otro mensaje encendió la pantalla de mi teléfono y me acerqué sin saber si realmente quería leerlo.

Era Nancy. De nuevo. Estaba preocupada por no responder sus mensajes. Acabaría presentándose en casa de Lena y Stephen buscando respuestas porque yo no tenía ninguna que darle. No quería tener que mentirla por teléfono y decirle que había elegido irme por que posiblemente Nancy si me creería y me dolería que creyera que me fue fácil dejarles.

Le di la vuelta al teléfono para no tentarme a responderla. Era cuestión de tiempo que dejara de enviar esos mensajes. Me preparé para marcharme y bajé al salón sin tener si quiera apetito para desayunar.

Helen estaba relajada sobre el sillón con su té entre las manos, seguramente esperándome para acompañarla. No quería molestarla, pero no sabía lo que ocurriría el día siguiente. No quería atarme a ese lugar si ella corría peligro.

— Buenos días — se adelantó a decir cuando entré al salón.

— Buenos días — dije posando la maleta sobre el suelo.

— ¿Ya te marchas?

— Si, quiero instalarme.

— Deja que llame a Dominic para que venga a por ti.

— No hace falta, el orfanato no está lejos.

Se quedó pensativa unos segundos. Sabía tan bien como yo que a cabezona no me ganaba nadie.

— Avisaré de que llegarás en un rato.

Helen sabía que no podría hacerme cambiar de opinión asique no lo intentó de nuevo, pero si trató de convencerme para que desayunara antes de irme. Realmente no tenía hambre asique tuve que negarme de igual manera. Nos despedimos en la puerta, aunque en los próximos días era posible que la viera por el orfanato, pero era mejor si la gente pensaba que no teníamos relación ninguna. Que la dueña del orfanato y una de las chicas fueran conocidas daría demasiado que hablar.

Tomé la dirección del orfanato y me presenté en la puerta en menos de quince minutos. Allí ya me conocían asique pude saltarme las presentaciones al entrar. Había caras nuevas y otras que llevaban más tiempo del que podía recordar. Siempre mirándome por encima del hombro ya que a pesar de mi edad había sido la que más oportunidades había tenido de irse y aun así siempre volvía. Casi todos sabían que estaba a punto de cumplir la mayoría de edad asique no me verían la próxima vez que cruzara esas puertas porque no podría volver y tampoco quería tener que hacerlo.

Los primeros días se convirtieron en un bucle en el que intentaba no pensar en ellos inútilmente. El recuerdo de la última vez que les vi a cada uno se había quedado grabado en ni cabeza, ya fuera bueno o malo.

La última vez que vi a Lena, todo acabó como empezó. Con una mentira. Ella me recordó que tuviera cuidado antes de salir de casa y yo la prometí que volvería.

Con Stephen no me imaginaba otra manera diferente de que hubiera acabado todo ya que no nos dejábamos pisar por el otro.

La última vez que estuve con Nancy, estaba contenta sintiendo que tenía una amiga de verdad, y yo destruí aquel vinculo en una sola noche.

Alex me pidió que tuviera paciencia y que todo se arreglaría, pero sin acciones sabía por experiencia que nada cambiaria.

Al pensar en Ashton no era capaz de recordar nuestro último momento juntos sin llorar. Todo fue perfecto hasta que la verdad salió a la luz. Solo recordaba sus ojos tristes inundados de lágrimas en medio del instituto, la ira en sus puños y sus palabras desgarradas. Era la imagen que daba vueltas en mi cabeza día y noche. Por eso sabía que no iba a permitirme ser la siguiente que le ocasionara dolor.

Quema como el fuego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora