Capítulo 31: COMIENZA LA GUERRA

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Madison

— Avisa a Ashton y a Alex — le pedí a Alissa.

— ¿Qué hay de tu móvil?

— Se destrozó una noche que me cabreé con Stephen. Estaba pinchado asique de todas formas no lo iba a seguir usando.

Alissa sacó su teléfono y escribió un mensaje.

"Cambio de planes, todos al Crawford's."

En menos de un minuto Alex escribió "¿Algún problema?"

"¿Acaso no los hay siempre?".  Respondió Alissa.

"¿Qué hay de Nancy?"

Antes de poder decirle a Alissa que le dijera que iba con nosotros le contestó "Con Madison. Nos vemos en 15 minutos."

— Va a verla cuando lleguemos, lo sabes, ¿no?

— No le he dicho que estuviera en casa, le he dicho que está contigo, no he mentido — se encogió de hombros —. Cuando estemos allí ya no nos podrá hacer volver.

Miré a Nancy viendo que no tenía una pizca de arrepentimiento. Quería formar parte de nuestro mundo, pero no era si quiera bueno para nosotros.

Las calles a esas horas y por el clima tan frio, casi siempre estaban vacías. El sol se había ido hacía horas y los locales de copas eran los únicos que seguían abiertos. La gente ya se marchaba a casa, pero nosotras nos adentrábamos en el pueblo. Contra más nos acercábamos menos gente había, cosa que nos venía bien para que no nos vieran entrar por la valla de atrás del Crawford's.

Al llegar, Nancy no se cuestionó el aspecto que tenía todo. Alex ya le habría hablado de ello y entendía por qué no había sido capaz de imaginarse ese lugar antes. Era un local medio derruido por fuera, con una enorme señal de riego de derrumbamiento y todo estaba lleno de basura, pero esa era la belleza que tenía.

Era invisible para todos menos para nosotros.

Una vez dentro ayudé a Nancy a avanzar. Apenas se veía por la poca luz de luna que entraba entre los ladrillos y si no conocías el camino hasta la puerta que daba al sótano, era imposible encontrarla. El silencio era casi absoluto menos por los cristales que pisábamos en el suelo rompiéndose aún más.

Ni si quiera el aire resonaba dentro, pero sentí una ligera brisa sobre mi nuca. Un sutil soplido. Me giré y no había nadie a mi alrededor, pero sabía que no era así. Había alguien solo que no podía verlo si no usaba los ojos adecuados. No me hicieron falta usarlos para averiguarlo. Al segundo Ashton apareció delante de mí y Alex y Connor tras él.

Estaba apenas a unos centímetros, sonriéndome y ahí en plena oscuridad sabíamos que teníamos un mínimo de libertad.

Le abracé y el me apretó como si no nos hubiéramos visto en años. Su colonia impregnó mi ropa con ese simple abrazo. Por lo menos así le tendría conmigo el resto de la noche cuando no pudiera estar junto a él.

— ¿Intentabas asustarme?

— Si, pero ya veo que no he sido capaz.

Le sonreí y me quedé pegada a él deseando no tener que apartarme una vez que bajáramos.

— ¿Nancy? — Alex tardó un segundo en darse cuenta de que estaba con nosotras.

— Antes de que digas nada, yo insistí en venir. Aquí estoy más protegida que en casa.

— Aquí nadie está protegido Nancy.

— Estará con nosotros, estará bien — le aseguró Alissa —. Además, su madre estaba deseando que saliéramos de su casa. Así por lo menos se relajará hasta que volvamos.

Quema como el fuego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora