Capítulo 18

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Narra Ámbar

¿Azul o violeta?

— ¿Cual te gusta?— le enseño los dos vestido.

— Sabes cual es el color que me gusta en ti — fuma un cigarrillo— No me gusta ninguno.

Gruño. Cálmate, debes seguir con el plan.

— Bien... — Miro a la chica— tráeme dos vestidos rojos, los más hermosos que tengas. No importa el precio, el es quien lo va a pagar.

La chica asiente y se va.
Me siento a su lado cruzando mis piernas.

Solo pasan 10 minutos y ella vuelve con los dos vestidos rojos. Me pruebo el primero, corto, un poco escotado y de mangas caídas.

— ¿Qué tal? — fija su mirada en mi y aprovecho para dar una vuelta.

Tarda unos segundos en responder.

—A ver el otro.

Agarro el segundo, largo, también escotado pero con cuello alto.

—¿No tienes mezcla de esos dos?

— Tendría que verificar en el almacén, pero me llevaría como 20 minutos.

Wolf mira su reloj y niega.

— Escoge —habla fuerte.

—¿Puedo escoger? Vaya, gracias. — hablo incrédula— me quedo con el otro.

•••

El restaurante es grande y silencioso.

— Que raro es esto, siempre pones unas excusa para no verme.

— Es cierto, no quiero verte ni en pintura, pero hay que cosas por los hermanos— posa su mano en mi muslo.

El hombre sonríe y fija su mirada en mi. Mantengo mi mirada neutra.

— Interesante... Soy Tomás, novio de Alejandro — me ofrece su mano.

— Ámbar, un gusto — acepto su mano.

La comida fue muy incómoda, había demasiada tensión entre ellos. Wolf y yo salimos al gran balcón con vista a la ciudad.

— ¿Por qué lo detestas? Me parece buena persona— Apoyo mi mano en su pecho.

— A mi no, me da la sensación de que no es homosexual— Mantiene sus manos en los bolsillos .

Viajo mis manos por su torso hasta llegar a su cabello donde lo acerco juntando nuestro labios. Me besa, pero se aleja al instante cuando su hermano llega.

— Lindo, me acompañas por unas copas para brindar — Alejandro agarra el brazo de Wolf llevándoselo.

El tal Tomás se posa a mi lado, bueno el realmente es mi Capitán Joseph Miller.

— Espero no te estes encariñando, que pensará Josean.

— Josean se puede ir a la misma mierda y no me estoy encariñando con nadie, más respeto. Soy lo bastante profesional para mantener los sentimientos a un lado. —Asiente convencido y decido cambiar de tema. — Pensé que tomaría más tiempo— No lo miro mientras hablo.

— Stone, encontramos un video donde se le ve a Wolf en un muelle transportando heroína. —Asiento. — Llévatelo a la parte de los privados, la 3. entretenlo mientras nuestra unidad entra—

— ¿Estás seguro? No es ningún imbécil y va a sospechar algo.

— Y para eso vas a usar tu bonita belleza y te lo vas a llevar a esa habitación ¿entendido?

Nuestro humor cambiar al escuchar a Wolf y Alejandro acercarse.

— Y por eso debes de visitar Mendoza, te va a encantar.

— Wow, entonces es muy hermoso— sonrío.

Brindamos. Mientras ellos hablan veo la idea perfecta para calentarlo y llevarlo a la habitación.

Me acerco al gran tubo de los privados con su mirada en mi. De reojo veo como se levanta y me sigue.

Caes, por que caes.

Un Maldito MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora