Todo comienza 6 años después de que el Yondaime se sacrificara por la aldea sellando al Kyubi no kitsune en un bebé que debía ser tratado como un héroe.
Lamentablemente el último deseo del Yondaime no se llevó a cabo, y el niño es maltratado pero n...
Naruto estaba en shock viendo el hitai-ate de su madre ensangrentado en manos de Sai.
Ino estaba igual que el rubio, pero ambos compartían un sentimiento de frustración, desesperación y tristeza.
Sai: Bueno.. ahora podemos continuar, ya que ven que voy muy enserio. - Dijo con arrogancia mostrando un sonrisa falsa.
Ino: Donde están mis hijos? Maldito! - La rubia fue la que se recuperó antes para responder al azabache.
Sai: Ellos.. están bien por ahora.. jeje
La rubia se llevó la mano derecha al corazón mientras lágrimas salían de sus pupilas.
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Ino: Por favor.. no le hagas nada a mis hijos.. ellos no tienen nada que ver! - Gritó la última parte haciendo salir del trance al Namikaze.
Sai: Eso depende de ustedes.. - dijo con simpleza sin mostrar emociones como es normal en el.
Naruto: Qué es lo que quieres.. Sai? 'Estás muerto' - Preguntó el bigotudo rubio arrastrando el nombre de azabache con odio.
Sai: Es simple.. quiero a Belleza.. entregamela. Y les daré la ubicación donde están sus hijos custodiados por un shinobi. - Dijo mirando a la rubia.
Naruto: Estás loc.. - fue interrumpido por Ino.
Ino: Iré. Por favor, no le hagan nada a los niños.
Sai: Sabia elección. - Luego se giró hacia el Namikaze para susurrarle unas palabras - Tranquilo.. nos la vamos a pasar muy bien jeje.
Naruto: Serás... - El rubio iba a hablar pero fue interrumpido por una voz en su mente.
Ino en la mente de Naruto: Cariño, salva a los niños. Yo sé que luego irás a por mí, de eso no me cabe duda. Pero primero son los niños y además tienes que ver si Kushina-sama sigue con vida.
Naruto en su mente: Está bien, hime. Ten cuidado, Sai va a intentar algo..
Ino: Lo sé.. pero hay prioridades amor.. sino hago esto.. matarán a los niños. Kurama, cuida de él por mí si?
Kurama: Ten eso por seguro mocosa. Además nadie se mete con esos cachorros y vive para contarlo. - Rugió con ira el bijuu.
Los rubios se sorprendieron ante lo dicho por Kurama. Nunca lo habían visto tan furioso como ahora y daba miedo.
Naruto en su mente: Kurama, puedes crear una conexión con Chomei?
Kurama: Claro, cachorro.. a ver si responde al llamado. - Momentos después Chomei se unió a ellos en la charla.
Chomei: Para qué me molestan? - Preguntó molesto el nanabi
Naruto: Chomei, por favor cuida de Ino-hime por mí. - Dijo el rubio mientras suplicaba al bijuu cosa que sorprendió al bijuu al notar la desesperación y la preocupación en su voz.
Chomei: Lo haré chico. Pero solo por que es mi recipiente y no por tí. - Mintió orgulloso el nanabi.
Naruto sonrió: Gracias Chomei!
Fuera de la mente de Naruto
Sai: Bien.. hora de irnos, Belleza. - Dijo el azabache mientras unos ANBU le colocaban sellos de supresión de chakra a la rubia.
Naruto: Espera..! La ubicación.. - El rubio demandó.
Sai: Están en el mismo sitio.. solo que están con mi subordinado.. - Al acabar de decir esto el azabache desapareció en un shunshin con sus hombres e Ino.
Naruto: Aguanta Ino-hime.. no tardaré en rescatarte. 'Y esto es una promesa' - dijo serio el rubio.
El Namikaze a una gran velocidad fue hacia la guarida donde estaba oculta su familia.
Una hora más tarde
Naruto llegó a la guarida y entró en sigilo. Había mucho silencio y eso lo preocupó aún más. Fue avanzando hasta que vio una silueta en una pared. Al parecer era la sombra del subordinado de Sai.
El rubio sacó un kunai, dispuesto a acabar con su vida. Al atacar se paró en seco. Su kunai apuntaba su cuello y otro objeto punzante apuntaba el suyo.
Naruto: N-no... puede.. ser.. Tu! - Solo pudo decir en shock el rubio.
En otro lugar desconocido
Sai y sus hombres junto a Ino llegaron a una guarida secreta que Suna poseía a las afueras de la aldea.
Sai: Bien.. ya pueden retirarse. Dejadnos solos.. para lo que viene no necesitamos compañía. - Susurró la última parte para sí mismo y para que solo Ino lo escuchara. Luego la miró con una sonrisa lasciva en su rostro.
Ino en su mente: Asqueroso.. necesito ganar tiempo..
ANBU: Sí, señor. Volvemos a Suna.
Sai: No, solo quedense fuera vigilando que nadie nos moleste.
ANBU: A la orden! - Los Shinobis se fueron a hacer guardia como se le había ordenado.
Ino: Por qué te obedecen los ANBU de Sunagakure? - Preguntó la rubia.
Sai: Je! Porque soy su Kazekage. -Al ver el rostro de confusión de la rubia, el azabache continuó - Verás, cuando invadimos Suna, Danzo me recomendó para dirigirla bajo su mandato. Ahora Suna pertenece a Konoha.
Ino: Qué..? - Dijo haciendose pasar por la que no sabía nada.
Sai: Así es Belleza. Soy el Kazekage. Y tú me vas a dar un heredero. Aquí y ahora. - Dijo mientras la sonrisa lasciva volvía a aparecer en sud rostro.
Ino: Qué le hiciste a Kushina..?
Sai: Mmm.. Nada, ella es más poderosa que yo. Solo infiltré en la guarida algunas ratas con mi jutsu de tinta, conseguí su Hitai-ate de su habitación y cuando me lo dieron solo tuve que usar mi sangre para impregnar la prenda. - La rubia estaba shockeada, el bastardo les mintió descaradamente.
Guarida Namikaze
Kushina: Naru-chan! No me des esos sustos! - Gritó furiosa la Uzumaki que desactivaba sus cadenas de diamantina.
Naruto: Mamá! Estás bien? Y mis hijos? - Seguía sorprendido pero algo preocupado todavía.
Kushina: Durmiendo, acaban de cenar. Pero dime Naru-chan. Donde está Ino? Y por qué estabas tan exaltado?! Y donde está el pervertido de Jiraiya?
Naruto se lanzó a abrazar a su madre. Y murmuró mientras la abrazaba: Ero-sennin se enfrentó solo a Akatsuki entero, espero que vuelva pronto. E Ino-Hime se fue con un tipo llamado Sai que nos asaltó y nos mostró tu hitai-ate ensangrentado. Dijo que tenía a los niños custodiados por un subordinado suyo y que si no queríamos que murieran, Ino debía ir con el.
Kushina al escuchar todo mientras su hijo sollozaba le dijo seria y molesta: Naru-chan! Y que haces aún aquí? Ve por ella!
Naruto al separarse de su madre para mirarla a los ojos: Eso haré, madre. Te prometo que la traeré de vuelta, junto con la cabeza de ese maldito embustero.
Todo la tristeza que tenía el rubio desapareció. Ahora solo sentía mucha ira y odio. Por primera vez en mucho tiempo sentía sed de sangre.
