Cap 26. En camino a la verdad

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Ayer pedí que te murieras
Que te cargara la tristeza
Que todo el mundo te olvidara
Que tu belleza se acabara
Para que nadie te quisiera

Ayer pedí con tanta fuerza
Que todo el mal que hay en la tierra
Sobre la espalda te cayera
Para que yo lo disfrutara
Para que tú lo padecieras

Ayer pedí que te murieras
Porque te odio de a deveras
Pero este idiota corazón
Que es mucho más fuerte que yo
También me obliga a que te quiera

Estoy a punto de volverme loco
Porque te amo como a nadie
Porque jamás podré arrancarme
Tus caricias de mi piel

Estoy a punto de volverme loco
Porque jamás voy a olvidarte
Porque tendré que acostumbrarme
A vivir amándote
Alguna culpa estoy pagando
Porque te odio y te amo tanto
Como jamás lo imaginé

Tema: Ayer pedí.
Intérprete:Víctor García

Nota: Escuchen la canción, realmente vale la pena.

Pov Poché.

Ahí frente a mí se encontraba la única mujer que había podido amar en toda mi vida, aquella mujer que por más que pasará el tiempo no se salía de mi cabeza y mi corazón. Era tan absurdo todo lo que habíamos vivido, pero aún así la vida trate de todas las formas posibles de juntarnos.

Me separé lentamente de Daniela y al hacerlo ella me miraba.

- Lo siento - fue lo primero que dije y no sabía por qué - perdón si sobre pasé tus límites.

- Creo que quedó claro que no pasaste ninguno - hablo de inmediato - fue un beso de dos y para serte sincera no soy el tipo de mujer que se arrepiente de lo que hace.

- Yo tampoco me arrepiento - fui sincera - eres una mujer bellísima y cautivadora en todo el sentido de la palabra - noté que bajó su rostro.

- Dices eso y me haces intimidar - yo reí ante su comentario - no te rías boba.

- Daniela, perdón una vez más por esto - la volví a besar.

¿Alguna vez sintieron que su vida dependía de algo? Pues yo estaba con mi vida colgando de un hilo y con todos mis sentimientos a flor de piel por tener al amor de mi vida justo conmigo y dándonos ese beso que soñé tantas noches. No se alcanzan a imaginar, como por tantos años anhelé volver a tenerla entre mis brazos y revivir de la oscuridad en la que me había sumergido

- ¿Alguna vez te dijeron que besas muy bien - si, tu misma, pensé.

- No, nunca - la miré.

- pues si, es la verdad - miró si reloj y se alarmó - mierda, tenemos que irnos ya, mi papá nos va a matar - tomó mi mano y fuimos hasta donde estaban los caballos.

Subimos en ellos y tratamos de ir lo más rápido posible, pero con todas las precauciones que la oscuridad nos requería.

Al llegar dejamos los caballos en el establo y curiosamente a diferencia de lo que pensabamos el ambiente estaba demasiado fiestero y ya varias personas bailaban entre esas nuestras amigas.

- Daniela y María José ¿Donde estaban? - Moisés nos preguntaba - hay varias personas que quieren hablar contigo y conocerte.

- Si, lo siento - trate de disimular- solo me dolía la cabeza y fui a dar una vuelta con Daniela.

- Hija ¿Donde estabas? - Germán llegó también - por favor ven un momento y ustedes disculpen que me la lleve así.

- No hay problema Germán - dije sin mirarlo.

Daniela se fue con su papá y la llevó a donde varias personas se encontraban charlando y riendo, lo cual me dejaba ver que la iban a tener ocupada un buen rato.

Cuando te encuentre/ CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora