Cuando te encuentre/ Caché

Cap 32. La verdad y los sentimientos

Pov poché.

Salí detrás de Valentina después de nuestra discusión en el cementerio pero ya no estaba, era más que obvio que tomo un taxi y se fue de allí lo más rapido que pudo. Mi corazón se sentía angustiado ante la idea de que en medio de su enojo le pasara algo.
Sin pensarlo dos veces conduje rápido hacia el apartamento y al entrar vi sus llaves y una sensación de tranquilidad me atravesó el cuerpo.

- Valen, por favor hablemos -golpee su puerta varias veces- mira necesito que arreglemos esto o no voy a tener paz.

- No quiero hablar contigo ahorita - escuchaba su voz entrecortada por su llanto - por favor vete y déjame en paz.

- Mira, sé que no está bien lo que está pasando pero quiero que me entiendas - yo hablaba a través de la puerta.

Ella sin más abrió y lo tomé como una señal para seguir.

- ¿Eres consciente de que vas a salir en mil pedazos en todo esto? - me miraba con los ojos llenos de lágrimas - no puedo perderte a ti también Poché.

- ven aquí - la tomé en mis brazos y la apreté fuerte - nada nos asegura que va a salir bien, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer pagar esa señora todo lo que nos hizo.

- ¿Por qué no tomamos nuestras cosas y nos vamos lejos? - me miraba - por favor.

- Luche muchos años por tener el papel que tengo hoy en mi vida - fui sincera - yo siempre quise hacer algo por muchas personas y estoy en ese momento en que puedo lograrlo.

- ¿Pero justo con ayuda de ellos? - notaba mucho su miedo.

- No quería que fuera así Valen, lo juro - tomé sus manos - esto solo fue una coincidencia.

- ¿Daniela aún es importante para ti? - sabía que tenía que ser sincera con ella.

- Si, aún es importante - suspiré - ella me hace latir el corazón como la primera vez.

- ¿Y aún así quieres seguir con esto? - me miraba son parpadear.

- sé mejor que nadie que mi corazón va a salir mal en todo esto, pero haré hasta lo imposible por no dañarla - me puse de pie - aún cuando estoy segura que lo haré.

- Es más hermosa ahora que antes - dijo mi hermana y yo no entendía - la vi hace unos días afuera de tu sede de campaña.

- ¿Como? - no entendia nada.

- Si, ella llegó en su carro y solo se bajó y miró el edificio - seguía contándome - se notaba que estaba insegura si entrar o no. Por eso sé que está más hermosa que siempre.

- Es como si Dios quisiera torturarme con ella - me acosté boca arriba en su cama - no hay un milímetro de su cuerpo que no sea perfecto.

- Ella es el gran amor de tu existencia - se acostó a mi lado.

- Ella va a ser el gran amor de todas mis vidas - la abracé - nunca voy a querer a alguien igual.

Nos quedamos en silencio tratando de comprender los sentimientos de la otra.

Pov Daniela.

Me sentía estresada de no saber absolutamente nada de la vida de María José y necesitaba con todas mis fuerzas un whisky y sabía a quien podía decirle que me acompañara, así que solo envié un mensaje e indiqué el lugar de la cita.

Yo ya iba por mi seguido vaso cuando mi amiga llegó hasta donde estaba.

- ¿Ya cuántos llevas de esos? - la voz de Nela me sacó del trance.

- Solo dos - le sonreí y me paré a abrazarla - sigue y siéntate.

- ¿A que debemos el milagro que quieras tomar entre semana? - me miraba.