Cuando te encuentre/ Caché

Cap 12. Amor, si me llama amor.

Pov Germán.

Hoy es de esos días donde me despierto nostálgico pensando en las cosas que viví en el pasado y lo mucho que esas cosas me hicieron feliz o me lastimaron; siempre tuve la certeza que mi vida tendría algo que la haría valer la pena y lo reafirmaba las veces que podía ver la cara sonriente de Daniela y lo mucho que mi hija me amaba. Yo nunca me sentí un hombre afortunado a pensar de tenerlo todo, pero el día que nació ella, me sentí el hombre más feliz del universo; ella era mi vida entera y haría absolutamente todo para cuidarla.

Mi hija era un ser humano dulce, amable, bondadoso, inteligente, tierno y sobre todo muy alegre; la persona que ella ame sería muy afortunada porque se ganaría el cielo.

Hoy me encontraba sentado en la sala de la finca y podía notar lo feliz que era Daniela los últimos días, ella literalmente no dejaba de tener una sonrisa en su cara y me encantaba verla así.

- ¿Sabías que me gusta verte feliz? - le dije a mi hija que estaba sentada justo frente a mi - ¿A que se debe esa felicidad? - pregunté.

- Fue una buena semana Pa, literalmente la mejor - ella no paraba de sonreír.

- ¿Hay algún galán involucrado en esa felicidad? - la miré para notar alguna cosa - ¿Puede ser Pipe?

- Como se te ocurre - puso cara alarmada - ese tipo resultó ser un patán grosero, no te imaginas lo que le hizo a Poché.

- Si supe - la miré - Juan Carlos me contó el trasfondo de todo y Poché no dejaba de disculparse conmigo por ser suspendida - reí.

- Ella se sentía mal de defraudarte - me miraba mi hija.

- Poché es una niña maravillosa - dije - estoy seguro que será muy importante.

- Yo también estoy segura de eso - ella sonrió y bajo la mirada, en ese momento noté sus mejillas rojas - es muy juiciosa.

- La quieres mucho ¿No? - me atreví a preguntar.

- Si, es mi mejor amiga - ella parecía nerviosa.

- Me alegra mucho que te haga feliz tenerla en tu vida - dije sinceramente - yo te prometo ayudarla siempre para que sea alguien mejor

- Y yo te voy a agradecer siempre eso - se acercó a mí - de verdad que sí.

- Tu solo saca buenas notas y siempre actua con el corazón - le sonreí

- así será - se puso de pie - tengo que hacer tarea, te veo en la cena - se agachó y me dio un beso.

Ella con esa alegría que la caracteriza se fue con una sonrisa en sus labios y yo tuve el primer destello de realidad frente a los sentimientos de mi hija.

- ¿Que haces ahí pensativo? - la voz de mi mamá me regresó al ahora.

- Ahorita estaba con Daniela compartiendo tiempo - la miré - sabes que entre mi trabajo y su colegio ni tenemos tiempo de compartir.

- Pues recuerda que trabajas para darle el futuro que se merece - ella y sus comentarios como siempre - hablando de futuro quiero hablar algo contigo hijo.

- Soy todo oidos mamá - me acomodé en la silla.

- ¿Ya pensaste a que universidad va a ir Daniela? - su mirada se fijaba en mi - está a tan solo curso y medio de terminar el bachillerato.

- Pues la verdad si lo había pensado, pero creo que eso depende mucho de lo que ella quiera hacer con su vida - fui sincero.

- No me parece correcto que no tengas un plan para ella y su futuro - suspiró - es tu responsabilidad Germán.