Capítulo 11: ¿Y ahora qué?

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(Disfrutad y nos vemos el domingo)

Resaca emocional. Eso es lo que tenemos todos. Hace días que finalizó la Gala pero en mi mente sigo recreando cada momento de aquella actuación tan especial. La mismísima Rosalía se acercó luego a felicitarnos y fue el broche final a una noche perfecta.

Me encuentro a mi misma subida en el autobús, pensando en la actuación. A mi misma, preparando la cena, recreando los pasos y miradas con María. A mi misma, leyendo en silencio, jurando escuchar las voces del coro. A mi misma andando por el pasillo, pensando que María viene detrás...No sale de mi cabeza. Si pudiera volver atrás y vivirlo todo de nuevo...

Después de un espectáculo tan importante es normal estar unos días en una especie de semi duelo, pero algo me dice que este me está durando demasiado.

Pero la vida sigue, y en esas estamos. Ahora mismo escuchando cómo la profesora explica que se acerca el verano, el fin de las clases y con ello también la despedida de María. Las colaboraciones empiezan y acaban, y ha sido un placer tener a María por aquí y hemos aprendido mucho con ella... va diciendo la profesora, pero mi mente no está escuchando nada de esto. Veo como mi amigo me dirige una mirada de preocupación que trato de ignorar mientras finjo una indiferencia dolorosa.

1 mes con María es lo que me queda. 4 clases. 4 días. Y luego se irá.

No puedo negar que aunque nuestra relación no empezara con buen pie, me he dado cuenta de que es una persona maravillosa y de que no me importaría que se quedara con nosotros. Me da miedo reconocer hasta qué punto ha calado en mí y me aterroriza no volver a verla. Todos estos sentimientos de tristeza me aturden y me condicionan a la hora de seguir relacionándome con ella. Visualizo ante nosotras una especie de contador que llegará a 0 dentro de poco y me pregunto si no será más fácil alejarme ya para evitar un daño mayor.

María por su parte está más encima de mí desde la Gala. Como ya no tengo que esconderme de ella, vuelvo a ocupar las primeras filas durante las clases y siempre la tengo cerca, haciendo bromas, dando consejos o simplemente sonriendo.

Sigue esperando a su novio a la salida pero esta vez yo espero con ella, hablamos durante cinco o diez minutos y nos despedimos con ganas de más. No puedo negar que es mi momento favorito de las clases. Además, ahora nos seguimos en redes y se está convirtiendo en una costumbre enviarnos vídeos de animales y bebés adjuntando mensajes y bromas internas que solo nosotras entendemos.

Jueves por la noche, solo queda la clase de mañana y la del próximo viernes. El móvil me vibra en las manos y al consultarlo veo un mensaje instantáneo de María. Una especie de adrenalina me sube por dentro, María nunca me había escrito por privado, más allá de los vídeos que nos enviamos por Instagram. Abro el mensaje con una sonrisa. Me ha escrito para quedar juntas mañana para desayunar, antes de entrar a la academia. Antes de acabar de leer todo el mensaje ya le he contestado que sí. Bonita forma de alejarme.

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Después de su última clase, la profesora organiza una fiesta de despedida en su honor. Asistimos todos y aunque María se avergüence un poco de ser el centro; se le ve radiante de felicidad. Por supuesto su novio el rapero también está por aquí.

María está ocupada intentando atender a todo el mundo, pero me gusta pensar que en cuanto puede escabullirse, siempre viene a verme.

—Hombre, la chica de moda ha venido a saludarnos. —Le contesta mi amigo, mientras eleva su copa a modo de saludo. María nos sonríe mientras choca su copa con la suya.

El booty hypnotic del que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora