Capítulo 30: Especial

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(Este es mi capítulo 30 de la historia sin contar el Prólogo. Cuando empecé no podía imaginar que esto llegaría tan lejos. He querido escribir algo más especial y quizás poco habitual, uniendo dos ámbitos que me encantan: la historia del arte con la escritura. El punto de vista de la historia ha sido siempre Chanel. En este, veremos su relación a través de otros. El punto de vista de cada elemento que he escogido, a la vez está relacionado con una obra de arte que os dejo en el título de cada fragmento. De este modo arte y escritura se interpelan mutuamente. En el próximo capítulo volveremos a lo habitual, pero quería que este fuera especial.)

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Sin título - Félix González Torres

He perdido ya la cuenta de los años que llevamos juntas. Cada noche acudes a mí para buscar refugio. Te he visto reír, llorar, leer durante horas o quedarte dormida mirando el teléfono. Pero desde hace unas semanas, alguien más ha llegado. Y ahora todo es diferente. Solías ser desordenada, pero ahora te esmeras con cuidado en ocultar arrugas y acondicionar tu espacio. El ritual cada vez se repite con más periodicidad. Puedo palpar tus nervios desde aquí y ya sé que ella vendrá. Nunca te había visto así. Tan agitada. Tan en calma.

Cuando ella llega, espero con paciencia mi turno. Al principio, todo es un ruido lejano pero constante. Un zumbido de fondo. Os movéis por la casa con fluidez, las risas suelen inundarlo todo. A través de la ventana la luna comienza a alzarse triunfante sobre el cielo, iluminando todo lo que toca. Y ya sé que estáis cerca. Hace horas que el zumbido ha pasado a ser casi inexistente. Pero sé que seguís aquí. La calma previa a la tormenta. El ambiente enrarecido, electrificado; que consigue erizarte la piel. El olor a humedad que lo invade todo. Y el primer trueno lejano. Así empieza. La puerta se abre de par en par. Dos cuerpos se abalanzan. Conozco el tuyo a la perfección, tus formas y sonidos, tus movimientos. El pie inquieto. La mano debajo de la almohada. El cuerpo que te acompaña, que yace sobre ti o se esconde entre tu cuello, es nuevo para mí. Aunque cada día lo conozco mejor. A diferencia del tuyo, es más robusto, más firme. Su respiración es fuerte y tranquila. A diferencia de ti, apenas se mueve. Irradia mucho más calor que el tuyo. Juntas desprendéis armonía.

Las noches son terriblemente lentas y breves. El tiempo se deforma cuando estáis una encima de la otra, descubriendo y riendo, las horas se hacen interminables y la noche, eterna. Pero el tiempo no siempre es justo. Por las mañanas, mientras permanecéis abrazadas, puedo percibir como intentáis atrapar los segundos que avanzan, inamovibles. Sabéis que esto se ha acabado y que tenéis que seguir. Hasta la próxima. ¿Quién dará el primer paso y saldrá de aquí? ¿Quién será la primera en recordar que el mundo sigue allá fuera y que esta burbuja acaba aquí? Las llegadas siempre están impregnadas de vuestras sonrisas cómplices. Las despedidas se posan sobre vuestras espaldas, en silencios tristes. No lo sabéis, pero ambas pensáis lo mismo. No lo sabéis, pero cuando os marcháis, vuestras siluetas se quedan impresas en mí. Si alguien me tocara, podría sentir el calor que todavía conservo de vuestros cuerpos. Yo también espero a que volváis.


SOBRE LA OBRA

(Félix González Torres crea Sin Título en 1992. La obra consiste en una fotografía de una cama de matrimonio deshecha que es colocada en vallas publicitarias por todo Nueva York. 24 fotos gigantescas invaden la ciudad de una cama todavía caliente. Es el homenaje que crea Félix, artista LGTB, a su pareja, que falleció de Sida. La cama simboliza uno de los elementos más potentes e íntimos para reflejar el amor entre dos personas. El artista además, se centra en el rastro o huella que dejan sus cuerpos en la cama que ambos comparten. Hasta 2008 el gobernador de NY no aprueba y reconoce el matrimonio igualitario.)

El booty hypnotic del que me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora