Capítulo 18: Ya no sé qué será de mí ahora...

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CAP. 18: YA NO SÉ QUÉ SERÁ DE MÍ AHORA...

A medida que un recuerdo llegaba, daba lugar a varios más que se iban materializando desde ese. Pude entonces comenzar a averiguar lo necesario para poder liberarme de este hechizo que me mantiene cautiva desde ya no sé cuánto tiempo.

Es ahora que las clases de alquimia cobran importancia, pues mientras las desarrollaba no hacía más que desear que terminaran y poder salir a disfrutar del excelente verano que había fuera de las aulas. Para Aldentain era sin duda alguna, la mejor estación del año.

En fin, volví a concentrarme en el pequeño brujo de rostro casi deforme que dictaba las clases con mala voluntad y muchas rabietas. A su edad ya debió haber estado descansando en su morada en vez de tratar de mantener atentos a un grupo de jóvenes nobles desinteresados, con hechizos y pociones que en ese momento nunca pensamos que usaríamos en toda nuestras vidas; y sin embargo, quizás sea lo único que pueda salvarme en este momento.

“Kairi, debes concentrarte. – me decía a mi misma, aunque no sabría decir si mentalmente o en voz alta – Recuerda qué contra-hechizo debes utilizar para neutralizar este letargo. Usa los elementos que se encuentran a tu alrededor.” – me indicaba ese otro yo atento que buscaba la manera de liberarnos.

Los elementos… pero para poder usar los elementos debía saber primero dónde me encontraba, pero no veía nada. Ni siquiera podría decir si tenía los ojos abiertos o no, pues era un estado casi de sueño.

Entonces no veo nada; por ende no sé con qué elementos cuento. En ese mismo momento recordé una clase excelente que nos hicieron en la Academia de las Artes Arcanas. Trataba acerca de cómo esclavizamos al sentido de la visión, dándole toda responsabilidad respecto a nuestros actos; pero que sin embargo dependen de muchos otros factores.

Logré recordar cómo nos vendaban los ojos a fin de no lograr ver nada. La idea era usar magia a merced en el lugar que nos encontráramos para dominar los distintos estados de la materia. A mí me habían llevado vendada hasta un sitio que no logré reconocer de principio. Entonces sentí una brisa suave y tibia sobre mis brazos descubiertos y sobre mis mejillas. Estaba al aire libre, de eso podía estar segura. Luego comencé a agudizar el oído, hasta que logré identificar casi todos los sonidos a mi alrededor. Había aves, ramas de árboles que se mecían al son de la brisa de verano y un pequeño sonido de agua cerca de mi posición, pero muy leve.

Comencé a caminar hacia donde sentía el sonido líquido y cada vez se hacía más evidente. Fue entonces cuando logré unir mi sentido del tacto de la brisa sobre mi piel, y el oído con todos los sonidos ya identificados en mi mente y entonces sucedió lo más increíble que había vivido en la Academia hasta ese día. Como si se tratara de un óleo, en mi mente comencé a dibujar y colorear todo mi entorno, en base a la información con la que contaba. Ahora podía ver muy claro, casi como si estuviera mirando, el lugar en que estaba. Era el borde de la fuente en medio de la plaza. No tenía dudas al respecto y ya con la certeza que me daba esa seguridad, podía comenzar a realizar hechizos de cambio de estado de materia a mi antojo.

Comencé usando el polvo que transportaba el aire y me dediqué arduamente a unirlo hasta lograr una bola de tierra. Cambié su estado natural para fabricar una roca no mayor al tamaño de mi puño, la cual luego comencé a calentar usando la temperatura emanada del sol. La piedra suspendida delante de mí comenzó a subir su temperatura hasta llegar a estar derretida como la lava y la moldeé haciendo una figura de una garza, mi ave favorita.

Cuando la garza de lava estaba según yo terminada, tomé agua de la fuente y forme una burbuja un poco mayor al tamaño de mi escultura ardiente y fusioné ambas cosas. Sentí como el vapor chirriaba en el contacto de la lava dentro de la burbuja de agua y entonces bajé la temperatura de la burbuja, hasta transformarla en una perfecta esfera de hielo, con la garza dentro.

Princesa EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora