Capitulo 10. Allison

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La escuela estuvo como siempre, aburrida, trate de volver a la biblioteca pero la encargada me reconoció y me ordeno que me alejara por toda la semana o me reportaría, creo que la señora estaba exagerando, pero prefiero alejarme a que me reporten, y como dije me la pase haciendo tarea en el descanso y quedándome dormida en todas las clases, pero ningún maestro se dio cuenta, por qué mis amigas me cubrían; trate de evitar a Melissa en todo el día, pero me la tope en el corredor, y que, por cierto estaba con su "novio", he incluso también la vi en el baño.

No quería que me viera así, toda cansada y con una ojeras ya que podía limpiar en suelo con ellas, no puedo creer que no dormí haciendo tarea, en toda la vida nunca lo había hecho.

Al salir de clases, como Melissa no me mando mensaje para decirme que si nos veíamos, ni me comento algo en el baño, decidí que iría a la Beautiful zone a terminar la tarea, ese lugar me encanta, me relaja demasiado y me hace pensar muchas cosas. Cuando termine mi tarea, me quede otro rato pensando, pensando y pensando; Rayos no puedo creer que Melissa finja amar a Christian, o tal vez si lo ama, nunca me había puesto a pensarlo, quizá a mí me está engañando y solo está jugando conmigo, imposible, Melissa me ama, al entrarme esa duda decidí que iría a aclarar mis dudas, camine hacia mi camioneta y maneje devuelta a la escuela, al entrar ahí estaba ella metiendo libros en su casillero.

Avance hacia ella y le dije:

- Melissa necesito hablar contigo sobre nosotras - Melisa me veía con miedo.

- Sabes que aquí no podemos hablar, porque no me marcaste - me respondió Melissa en casi un susurro.

Christian llego con nosotras, él no era un chavo mal, de echo me agradaba; de inmediato me saludo y beso a Melissa.

- Allison, ¿vendrás con nosotros al parque?- Me pregunto Christian algo entusiasmado.

- Claro, porque no.- le conteste y mire a Melissa, ella estaba tan enojada que sentía como sus ojos me cortaban en pedacitos.

Al llegar al parque nos sentamos en una banca, y comenzamos a conversar sobre todo, maestros, tareas, la escuela, los alumnos, pero mientras platicábamos Melisa deslizo su mano hasta donde yo estaba y tomo mi mano. Eso bastaba para saber que me amaba, pero tenía que conversar con ella sobre esto, de inmediato me despedí y me retire, me subí a mi camioneta y maneje a la casa, al llegar me encontré con Ashley.

- ¡Hola Fea!- le hable fuerte por si quería ignorarme no lo hiciera.

- ¿Que pasa Fea?- me contesto con el mismo tono que el mío.

- Muchachas, ¿cómo les fue hoy?- nos interrumpió nuestro padre cuando iba saliendo de su habitación.

- Muy bien- contestamos Ashley y yo al mismo tiempo.

- Me alegra, tengo que retirarme, y volveré ya muy noche, no me esperen, las quiero. - nos avisó, se acercó a nosotras, nos dio un beso a cada una, y se retiró.

- No creí que estuvieras aquí, se supone que deberías estar en la academia ¿no? - le pregunte algo confundida, Ashley iba a una academia de baile todos los días después de la escuela.

- Bueno el maestro se lesiono así que no pudo ir y nos avisaron, ¿y tú por que llegas tan tarde? ¿Estuviste con Melissa? - me pregunto tranquila, me alegra que hoy no me esté agrediendo.

- No, bueno si, me fui a la beutiful zone a terminar una tarea, y después fui a un parque con Christian y Melissa. - le conté.

- No te sientes mal al pensar que Christian esta con ella, que la besa, la abrasa y quien sabe que más cosas le haga. -

- No lo había visto de esa forma, hasta que tú lo mencionaste.- le informe con algo de coraje. - Oye por cierto, ¿has visto a Daniel? - le pregunte.

- Carla me dijo que había salido, y que Daniel le explico que no se tardaría. - Ambas no sentamos en el sofá y no pusimos pensativas, cada quien con sus ideas.

Después de un rato llegó Daniel, pero no se veía mejor que ayer, se veía como asustado, pero no exactamente, más bien como confundido.

Salimos corriendo a la entrada pues se veía muy acabado, y se estaba tocando la cabeza.

Dios mío, se iba a colapsar de nuevo.

- Daniel, te sientes bien, siéntate, Ashley ve por un vaso de agua yo traeré un poco de alcohol y dile a Carla que se prepare con alcohol o algo, por si sucediera algo. - me acerque a Daniel, lo lleve al sillón y le ordene a Ashley un poco asustada. Ashley ni siquiera parpadeo, entro en un trance, como siempre. -Ashley reacciona- le troné los dedos, y sorprendentemente reacciono y corrió a la cocina.

Daniel empezó a balbucear.

- Mi... Mi mamá, no puede ser, mi... mi hermano, Tengo un... Tengo un hermano.

- ¿Un hermano?, estas seguro, Daniel necesito que te tranquilices y entonces podremos hablar. - trate de que se tranquilizara pero no funcionaba - Daniel escúchame por favor. - le grite he hice que me mirara a los ojos, pero seguía balbuceando lo mismo.

Ashley llego con el vaso y una botella de alcohol, tome la botella, me quite la blusa y empape un pedazo, le pedí a Ashley que se acercara lo más que pudiera, y entonces no tuve otra que darle una cachetada, le acerque mi blusa para que la oliera, y solo así reacciono, un poco.

- Daniel concéntrate, debes controlarte - le quite el vaso a Ashley y se lo acerque a Daniel para que tomara agua. - toma agua- le ordene.

Daniel se tranquilizó y entonces se dio cuenta de lo que había pasado en unos segundos, su cara decía ¿qué me paso?, entre otras.

- Lo lamento, no sé qué me paso, ¡espera! ¿Por qué andas en bra... por que no tienes blusa puesta? - me pregunto Daniel con asombro.

- te hacia un estriptis y entonces te desmayaste.- Daniel me miraba un más confundido- Esta bien, Me la quite para ponerle alcohol y ayudarte, a... y perdón por la cachetada- le dije muy apenada, por todo.

- No importa, ¿cómo supiste que hacer? - me pregunto asombrado.

- Lo del alcohol es algo que todo mundo sabe, solo que se me olvido pedirle a Ashley que también me trajera algodón y tenía prisa, así que use mi blusa, y sobre la cachetada, solo lo vi en un programa, creí que eso ayudaría aun que no estaba muy convencida.- le explique todo.

Los tres soltamos una gran carcajada, sobre el susto y las locuras que hice, una vez que ya estábamos todos tranquilos, Daniel comenzó a contarnos.

¿Lejos? ¡Nunca!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora