Antes de entrar a la casa me di la vuelta- ¡Melissa!- le solté la mano a Daniel y camine hacia Melissa- En tu vida vuelvas a tocar a Daniel, porque si lo vuelves a hacer, se me olvidara que algún día te quise, ahora por favor retírate de mi casa-
-Todos se enteraran de lo zorra que eres- me respondió Melissa con coraje.
-¡Melissa, no te permito que le digas así!- me defendió Daniel de inmediato, acercándose a ella.
-¡déjala!- calme a Daniel.- Adelante Melissa, a mí no me interesa lo que los damas piensen de mí y eso lo sabes perfectamente, pero si le vas a decir a todo mundo, no solo les digas que soy una zorra, también diles que anduviste conmigo, que todos se enteren de lo que paso, cuéntales de lo ardida que estas, y si tú te atreves a decir solo la mitad de la historia yo me encargare de que se enteren de la otra mitad, dime, Melissa, a quien le importa más su reputación, ¿a ti o a mí?, ahora, ya puedes retirarte, y no vuelvas a esta casa.- tome del brazo de nuevo a Daniel y lo jale a dentro, serré la puerta detrás de nosotros.
No solté a Daniel y seguí caminando hasta la sala, me senté y enseguida también se sentó Daniel en frente de mi- lo lamento tanto- acaricie la mejilla en la que lo había golpeado Melissa- sabía que ella había venido pero no creí que aun estuviera aquí.- me dolió tanto que lo cacheteara Melissa que estuve a punto de soltar el llanto, pero en vez de eso me acerque a él y lo abrase con todas mis fuerzas.
-Ve a tu habitación, en un momento te llevare tus pastillas.-le indique a Daniel, el asintió y se dirigió a su cuarto, yo me quede unos segundos sentada para analizar lo que había pasado, ¿por qué seguía aquí? No tenía sentido ya le había dicho todo lo que quería y ella a mí, y todo había quedado bien, bueno por lo menos ella se había quedado tranquila.
-Veo que no te fue muy bien con Melissa, tú tienes la culpa, no debiste engañarla con Daniel.- interrumpió mis pensamientos Ashley; Claro, si ella sabía lo que estaba pasando era porque ella estaba aquí cuando me llamo Melissa.
-Cómo es que sabes lo que paso, Ashley si tu tuviste algo que ver con esto, que es lo más seguro, no tienes idea de lo que acaba de pasar, Melissa le dio una cachetada a Daniel.-
-¿y a mí que?- respondió Ashley con desinterés, creí que por lo menos eso le daría remordimiento.
-Que fue lo que le dijiste a Melissa; de nuevo tienes que meterte en mis cosas.-
-NADA, solo le dije que desde que llego Daniel, todo aquí ha cambiado, que no dudaba que la estuvieras engañando desde mucho antes.- me respondió Ashley muy orgullosa de lo que hizo.
La deje hablado y camine hasta la cocina, tome un vaso le serví agua, tome las pastillas de Daniel y me dirigí a su habitación, toque a la puerta.- Daniel, ¿puedo pasar?-
-sabes que si- al responder abrió la puerta y me sonrió.
Pase mientras que en se recostaba en la cama, le di el vaso y sus pastillas, al tomárselas me regreso el vaso y lo deje en la mesa a un lado de la lámpara. -¿Te sientes bien?-
-Sí, solo estoy muy cansado.- se tapó con una la sabana, yo solo lo observaba parada al lado de su cama.-quiero que te quedes de nuevo conmigo.-
-Debo estar en mi habitación, iré a hacer mi tarea y después volveré, te lo prometo- trate de convencerlo para que me dejara ir unas horas, tenía mucho en que pensar.
Lo bese, Salí de la habitación y camine hasta la mía, me recosté en la cama y a los segundos me quede profundamente dormida.
***
Al despertar me di cuenta de que ya había oscurecido y que seguramente Daniel me estaría esperando, me puse mi ropa de dormir, Salí de la habitación y me dirigí a la de Daniel, abrí la puerta y entre, el seguía recostado en la cama- ¿dormiste?-
-No, no me quería dormir porque tal vez no vendrías y yo no me daría cuenta.- me explico.
-Bueno ya estoy aquí.- me acerque tal lento que Daniel se desesperó y me jalo y caí encima de él, ambos nos sorprendimos, pero no deje que se pusiera incomodo así que lo bese.
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¿Lejos? ¡Nunca!
Novela JuvenilEl. Solitario, Miedoso, Reprimido. Ella. Popular, Atrevida, Imprudente. EL DESTINO NO CAMBIA. Daniel y Allison están hechos el unos para el otro, estaban tan cerca el uno del otro sin saberlo. En la biblioteca de su preparatoria cruzan palabras por...