Me senté en mi silla cerca de mi mesa en donde habitualmente hago mi tarea, y me puse a pensar todo lo que había pasado en el día, primero Melissa, que me trato como si solo me utilizara para llenar un vacío cada que se le daba la gana, en segundo, Daniel, que día.
Tengo que estar siempre preparada para los colapsos de Daniel, no puedo permitirme no saber qué hacer cuando pase.
- ¡Las pastillas de Daniel!-al recordarlo grite pero no tal alto como para que se escuchara fuera de mi habitación.
Me levante y fui directamente a la cocina, tome un vaso limpio y le serví agua, abrí la alacena en donde había visto la medicina de Daniel pero no estaba, así que busque en las demás pero tampoco las encontré, Carla ya estaba en su habitación descansando así que me pareció imprudente ir y preguntarle en donde estaban; corrí a la habitación de Ashley, tal vez ella las había visto.
Abrí la puerta.
- Oye Ashley, ¿no has visto...?- no termine la pregunta por qué me di
cuenta de que ella estaba sentada en el piso llorando.
- ¿Qué te pasa?- le pregunte desconcertada.
- Nada es una tontería, déjame sola.- me respondió enojada.
- ¡Dime que te está pasando!- le ordene ya un poco alterada, no por contestarme así de grosera, ella siempre me hablaba así, pero ella estaba llorando, ella nunca lo hacía a menos de que se asustara o le hicieran algo horrible.
Ashley agacho la cabeza y ya no me contesto, parecía como si estuviera
pensando o recordando lo sucedido o eso creo.
-Ashley, cuéntame, tal vez te pueda ayudar- le insistí.
-Es sobre Daniel ¿Esta bien? Yo entre en su cuarto para preguntarle si se sentía bien, estaba preocupada, y el solo me corrió de la habitación, me saco y cerró la puerta.- al fin me contó.
-¿Qué?, no estoy para tus estupideces, quiero que me digas la verdad.- le dije muy enojada por la acusación.
Ashley me miraba como si estuviera evaluando mis expresiones, ella sabía que no le creía.
-Es verdad- replico.
-Ashley te conozco, y yo no nací ayer como para que tomes como a tu tonta, dime lo que realmente paso.
-Si me corrió de la habitación, y si no me quieres creer es tu problema. - agachó la cabeza para no mirarme, como si le asustara lo que le fuera a contestar.
Lo sabía, ella le hizo algo a Daniel para que hiciera eso.
- Bueno en vista de que no me contaras la verdad,me voy, tengo que llevarle su medicina a Daniel, ¿tú la has visto?- Ashley se levantó, abrió uno de sus cajones de la mesa y me la dio
- Solo quería acercarme a él.-
- Gracias.- salí de la habitación y cerré su puerta, y se podría decir que casi volé a la habitación de Daniel, toque la puerta y pregunte:
- ¿Daniel, puedo pasar?
-Allison, tu siempre puedes pasar- me respondió después de unos segundos.
Abrí la puerta y estaba todo obscuro ni siquiera tenía la lámpara de noche prendida, así que camine con lentitud hacia la mesa en donde se encontraba la lámpara para entenderla, al hacerlo medí cuenta de que Daniel estaba casi dormido en la cama.
-¿Te sientes bien? Te traje tus pastillas, un poco tarde pero aquí están. - espere a queme respondiera, pero no lo hizo, me acerque a él y lo vi, bastante dormido, no quería despertarlo pero me preocupaba que no se tomara las pastillas. -Daniel, despierta, lamento hacer esto pero te tienes que tomar tu medicamento.- le hable en un susurro fuerte para que me escuchara pero para tampoco asustarlo al gritarle o algo, se veía tan... Hermoso, parecía modelo, y más con poca luz.
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¿Lejos? ¡Nunca!
Novela JuvenilEl. Solitario, Miedoso, Reprimido. Ella. Popular, Atrevida, Imprudente. EL DESTINO NO CAMBIA. Daniel y Allison están hechos el unos para el otro, estaban tan cerca el uno del otro sin saberlo. En la biblioteca de su preparatoria cruzan palabras por...