Ya estaba subiéndome a la camioneta cuando de pronto voltee, como causa de mis reflejos, para ver la ventana de Allison, para mi sorpresa, ella estaba arriba del tejado de su casa, con la cabeza entre las rodillas y evidentemente estaba llorando.
Cerré la camioneta con cuidado, para que no me escuchara, abrí la puerta de la casa y me encontré a Ashley, era una sorpresa que su pansa comenzara a formar un pequeño bulto redondo en su vientre.
- Hola Ashley. – la salude por cortesía.
- Hola Daniel. – saludo mientras pasaba una mano por su abultado vientre. – Quiero... pedirte una disculpa.-
- No... - me interrumpió.
- No quería hacer eso, ya sabía que estaba embarazada, y quería echarte la culpa, después de toda mi hermana te amaba. Siempre le tuve envidia, ella tenía todo, a ella le pasaba lo mejor. Pero... - agacho la cabeza. – Creo que ahora no me siento tan bien, la está pasando horrible, me gustaría que volvieras con ella, incluso mi papá quiere enviarla al extranjero, quiere que se olvide del mundo por un tiempo.
- Dile a tu papá que no se preocupe por eso, yo haré todo lo posible para que ella se vaya de aquí. – le dije entusiasmado.
- Está bien, yo le diré, gracias Daniel. – Se acercó y me dio un beso en la mejilla, me sentí tan... no lo sé, solo no estaba acostumbrado.
- De nada. Cuídate, y a... - señale a su estómago- Suerte con él bebe; Bueno, iré a ver a Allison.-
Me metí en su habitación en silencio, cerré la puerta y salí por la ventana.
Me senté a su lado, y le talle la espalda despacio, le levante la cara y le di un beso. Extrañaba tanto sus labios, sentir el rose de ellos era tan reconfortante.
- Esto fue lo que me pidió Melissa. – le dije en el oído.
- No entiendo.-
- Ella, me pidió en la carta que jamás te dejara, ella quería que te enamorara todos los días de mi existencia, ella quería que no te dejara jamás.
- Y... ¿Lo cumplirás? – pregunto confundida.
- No lo sé Allison, ahora no puedo estar seguro, estoy con Aiden, no lo puedo dejar así como así. ¿Me entiendes?-
- Si, eso creo. Pero... -
- No hables, hay que entrar. – la interrumpí.
La levante y la lleve poco a poco hacia la ventana. Entramos a su habitación y la deje en su cama.
- Ahora vuelvo, no hagas una locura. – me burle.
- No me hace gracia. – volteó los ojos.
Baje a la sala, y me encontré a Thomas. Me acerque a el lentamente para no espantarlo y le toque el hombro.
- Thomas, tienes algunos calmantes de los que deje aquí, Allison está muy mal, y necesita algo para dormir. – le explique.
- Si, hay unos en la alacena de la cocina.-
- Okay, gracias.-
Tome dos pastillas, para que durmiera hasta mañana, llene un vaso con agua y se lo lleve a Allison. Cuando entre en su habitación, estaba echa un ovillo en una de las esquinas de su cuarto.
- Allison, ven por favor. – la levante y la senté en la cama. – Toma esto. – le di las pastillas, y en seguida el agua.
La acosté en la cama y me recosté a su lado. Ella se acostó en mi pecho, yo le pasaba mis dedos por su cabello, su extrañamente suave cabello.
- Algún día me voy a ir. – dijo con un tremendo nudo en la garganta. – Voy a estar con ella, y nadie podrá separarnos.-
- No digas eso, ella te dejo conmigo. Te prometo que te cuidare. No te dejare ir jamás.-
Ahora me siento más alejado de ella, aunque este a escasos centímetros, me siento como un idiota por haber aceptado su propuesta de habernos separado.
Quiero estar con ella más que nunca, quiero despertar a su lado todos los días. La quiero, la amo, la deseo.
Cada fibra de mi cuerpo pide estar de nuevo con ella.
Y no quiero estar lejos de ella. Nunca.
La recosté en su almohada, y me puse a hacer una maleta con ropa suficiente, la baje y la metí en mi camioneta.
- ¿Thomas? Me conto Ashley sobre lo de mandar a Allison al extranjero, ya prepare una maleta, mañana paso por ella y nos iremos un tiempo a París. ¿Qué dices?-
- Digo que... está perfecto, lo que sea porque ella olvide a...-
- Está bien. No le diga nada, quiero que sea sorpresa.-
***
Cuando llegue a mi casa, le conté a Jyler, quien me ayudo a contarle a papá. Mi papá hizo los arreglos y mañana salía el avión para ir a Francia, hizo reservaciones en un hotel, y lo único que quedaba hacer, era subir a Allison al avión.
***
- Allison, vamos. – roge.
- No Daniel, no puedo dejar mi vida solo así. – dijo molesta.
- Es que no la dejaras, solo es una pausa. – conteste.
- Pues no Daniel.-
- No puedes decir que no, ya tengo el avión, el hotel, y toda tu ropa en la camioneta. Así que vamos ahora. – le dije molesto. La verdad es que, desde su primer no, me había molestado.
- Está bien, pero solo una semana, ¿Okay? – amenazo.
- Okay. Vamos, que se hace tarde.-
Espere a que se despidiera, le dio un beso a su padre a Ashley y al vientre de Ashley.
Le pase el brazo por el cuello y le dije:
- Te prometo que será divertido.
- Eso espero. – dijo ella con una mueca.
- Odio que seas tan testaruda.-
- Y yo odio que me hagas hacer todo esto.-
Solté una carcajada.
- Pero tomare fotos a todo, seré tan molesta que me odiaras. – dijo burlona.
- A mí no importara.-
- ¡Bien! – dijo volteando los ojos.
***
Era verdad lo que había dicho, se la paso tomando fotos en la carretera rumbo al aeropuerto, en el aeropuerto e inclusive arriba del avión. Me tomaba fotos a mí, y al cielo por la ventana del avión, era cierto, me estaba comenzando a molestar, pero por lo menos estaba feliz.
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¿Lejos? ¡Nunca!
Novela JuvenilEl. Solitario, Miedoso, Reprimido. Ella. Popular, Atrevida, Imprudente. EL DESTINO NO CAMBIA. Daniel y Allison están hechos el unos para el otro, estaban tan cerca el uno del otro sin saberlo. En la biblioteca de su preparatoria cruzan palabras por...