Shades Of Collapse {2}

Capitulo treinta y siete.

En el capitulo les indico cuando deben comenzar a reproducir la canción, les recomiendo leer a un ritmo normal, ni muy rápido ni exageradamente lento, para que les de la canción como tal.

Grant's POV

El ruido de la puerta que se abre cada al rededor de dos días, trayendo un guardia para tirarme agua, y a veces darme algún pedazo de comida suena, llamando mi atención, tengo la garganta seca y mis dientes se chocan entre si con desesperación por la ansiedad debido a que no he tenido un cigarrillo en mi boca.

El policía me lanza una mirada, su rostro esta serio, a diferencia de las otra veces, en donde tiene una burlona sonrisa.

Frunzo el ceño extrañado, no dice ni una sola palabra, solo coloca las llaves dentro de la cerradura y le da la vuelta abriendo la reja.

—Levántate lentamente y date vuelta.—indica, le hago caso y me coloca las esposas

—¿Acaso hoy no hay ganas de burlarte?—digo a medida que me deja salir de la celda

Se queda en silencio.

—Camina.—dice serio 

—¿A donde carajo me llevas?—pregunto caminando delante 

—Esto sonará como música para tus oídos.—dice entre dientes—Sakorzy esta muerto.

—¿Qué?—pregunto "sorprendido" aunque en realidad lo estoy,¿tan rápido?

—Desde la cárcel has mandado a que lo maten, que listo Segal.

Suelto una risa burlona mientras subimos las escaleras y el coloca la clave de una de las puertas.

—Si, planeé con la pared todo, ya que hablamos tanto.—digo burlesco 

—No te soltarán tan fácil.

—Sarkozy estaba loco.—me encojo de hombros 

—Igual que tú.

—Sigues sin responder,¿a dónde vamos?

—Tienes también abogados, será un juicio privado entres los abogados de Sarkozy, los tuyos que no se de donde mierda salieron y el juez.

Esbozo una sonrisa de lado.

—Significa que nunca más tendré que verte.

—Eso le dijiste al ultimo que te soltó, y mira en donde estas.

Me encojo de hombros.

—Sarkozy esta muerto, nadie mas me quiere preso.

—Eso es lo que crees.

Sin notarlo hemos llegado a la comisaría, otros policías se le unen, para escoltarme hasta la salida, no se a donde me están llevando.

Una vez que salimos hay miles de cámaras fuera y cuando me ven comienzan a gritar.

—¿Ha mandado usted a asesinar a Sarkozy?—una periodista grita

—¿Será liberado?—otro grita pero me entran a la patrulla con rapidez, sin contestar

Beth había llamado a Abraham y lo habían logrado, sólo espero que no hayan sido tan descuidados como para dejar alguna evidencia.

Luego de un tiempo llegamos a un edificio, y mas cámaras están fuera de él, al ver la patrulla se lanzan encima pero unos diez guardias abren paso, abren la puerta y uno me toma para entrar al edificio, con la misma rapidez.

Nadie habla, dos entran junto a mi al ascensor, pisando el número ocho.

—Lindo día,¿no?—digo burlón de pronto, me miran de soslayo y luego se concentran de nuevo al frente, sonrío