Shades Of Collapse {2}

Capitulo cuarenta y dos.

Grant's POV

Una alarma fuerte suena haciendo que mis ojos se abran de golpe y encuentre una cama vacía, frunzo el ceño, y veo la hora, son las siete.

¡Son las siete de la maldita mañana!

No suelo pararme a esta maldita hora, a que no sea porque deba ir a matar a alguien o este haciendo otra cosa, pero mierda, son las siete.

Me levanto y comienzo a caminar hacia la cocina en donde escucho ruido, encontrándome con Beth corriendo de un lado a otro, y a los Amellie sentada en la mesa devorando su waffle.

—Hola.—digo arrastrando una silla y sentándome apoyando los codos sobre la mesa 

—Buenos días, papi.—dice Amellie en francés, lleva su rostro lleno de chocolate y me sonríe

—Hola.—Beth se acerca a mi y toma mi rostro dándome un pequeño beso en los labios, ya esta vestida y maquillada

—¿Por qué la alarma sonó si llevas despierta desde hace tiempo?—pregunto frunciendo el ceño 

—Es que debes alistarte, e ir con mi papá, además tienes que averiguar las demás cosas, yo me desperté mas temprano ya que debía arreglarme y debo ir a la  agencia, pasar por la academia de Amellie y buscar a Jasper.—habla rápido y sonríe 

—Vale, despacio, por favor.—hago una mueca y ríe, se da la vuelta y toma un plato, colocándomelo frente a mi, un waffle 

—Y encárgate de limpiar tu perro.—sonríe de nuevo dándome un beso en la mejilla antes de abandonar la sala 

—Mami, esta hablando muy rápido,¿no crees pequeña?—susurro y ella asiente riendo, tomo una servilleta y me levanto un poco para limpiarle de nuevo el desastre de su chocolate

—El chocolate es muy rico, papi.—dice

Sonrío.

—Fabrizzio pasará por nosotras, podéis tomar mi auto, si quieres, te he anotado la dirección en tu teléfono de la empresa de mi papá y la agencia para que pases por mi luego, podéis utilizar el GPS.—su voz llega a la cocina, y de nuevo habla rápido 

—Respira, pequeña.—digo tomándola y la coloco sobre mi regazo, para darle un beso, sonríe 

—No tengo tiempo para eso, la agencia estará por matarme, así que te dejo, Fabrizzio ya debe estar abajo, te quiero.—otro beso más, bufo—Am, cariño, eres un desastre.—toma de nuevo la servilleta limpiándola, pero luce estresada, la baja de la silla

—Adiós, papi.—ella corre a mi y la alzo, dándole un beso en la mejilla

—Adiós.—respondo igual en francés 

Beth me hace un gesto con la mano antes de tomar a Amellie y salir del apartamento.

Vida agitada.

Termino de comer el waffle y me levanto para encargarme de Blanc.

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Luego de conducir el Lexus ES color blanco de Beth, algo muy diferente a su «mini-cooper», y de haberme perdido por un momento, por fin estoy en la jodida grande empresa de maquinaria industrial de Mierditti.

Entro tranquilamente con las manos en mis bolsillos, y las personas me ven como alguien desconocido, mejor dicho, ni si quiera se percatan en mirar.

Me dirijo a recepción y una rubia me recibe con una gran sonrisa, me detalla y luego habla.

—Buenos días,¿en que le puedo ayudar?—dice casi ronroneando en francés, esbozo una leve sonrisa