Capitulo treinta y dos.

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Beth's POV

Todo pasa tan rápido que no tengo ni tiempo de reaccionar, a pesar de mis gritos y mis sollozos.

La patrulla se aleja dejándome ahí, frente a miles de personas gritando cosas y las noticias informando el arresto.

Mis brazos caen a mis costados y mi mirada se fija en algún punto en el suelo, mientras las lagrimas recorren mis mejillas.

Noto como alguien pasa frente a mí, como el idiota que le hizo esto pasa frente a mi, alzo mi mirada y me abalanzo sobre él, pero en segundos tengo a policías tomándome de los brazos.

—¡Eres un maldito idiota!—grito fuertemente—¡Imbécil de mierda!—digo mientras trato de soltarme de los dos hombres que me tienen

Me examina de pies a cabeza y esboza una sonrisa.

—Déjenla.—les indica a los policías 

Ellos se miran entre sí no muy seguros de hacerlo, pero luego me sueltan, y una vez que lo hacen me tiro sobre Sarkozy y le doy una bofetada, de nuevo me toman.

—Señorita necesito que se tranquilice, si no no me dejará otra alternativa que llevarla a la estación.—uno de los policías habla, cuando miro a Sarkozy esta sonriendo 

—Esta bien, yo me encargo.—dice

El policía suspira y me sueltan de nuevo pero esta vez solo me quedo mirándole con la mandíbula tensa.

—Segal esta en donde esta porque es culpable, espero que sepas la cantidad de personas que ha matado.—dice con voz severa 

—Y yo espero que sepa lo malditamente imbécil y gilipollas que se puede ser.—mascullo molesta, ríe 

—Tiene usted una boca muy grande, señorita Previtti.

Arqueo las cejas.

—Así que veo que conoce mi apellido.

—Conozco personalmente a su padre.

—Y también debe conocer la cantidad de dinero que puedo pagar, por la libertad de Grant.

Estalla en una gran carcajada que solo me provoca abofetearlo una vez más.

Se acerca un poco a mí.

—Entre nosotros.—hace una pausa—Sabemos que el dinero sucio, no es bueno.—me guiña un ojo y de nuevo voy a abofetearlo pero toma mi mano en el aire 

—El dinero no puede comprar la vida de las personas que mató.—dice serio 

—Entre nosotros.—le imito soltando mi brazo de manera brusca—Le importa un comino la muerte de esas personas, esto es personal,¿acaso usted no tiene una vida por la que ocuparse?

Suelta otra risa.

—¿Como puedo ocuparme de mi vida cuando hay un loco suelto matando gente porque simplemente quiere?

—Le aseguro que no sabe absolutamente nada sobre,Grant.

—Oh por supuesto.—ríe burlón y toma mi brazo pegándome a él más, coloca su boca sobre mi oído.—No se como deberían decirle cuando le sentencien a muerte, Jason o Grant.—susurra, mis ojos se abren grande y mi cuerpo se contrae,¿como lo sabe?

Me mira burlón por mi expresión y se aparta.

—Que tenga un feliz día, señorita Previtti.—sonríe haciendo un asentimiento con su cabeza 

—Un número, cualquiera.—grito llamando su atención impidiendo a que se monte al auto 

—Le repito, no me interesa su dinero.

Shades Of Collapse {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora