Capitulo treinta y uno.

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En el capitulo les indico cuando deben comenzar a reproducir la cancion.

Grant's POV

Me estoy fumando un cigarrillo en la sala mientras Beth habla por teléfono, no me ha dicho con quien, pero sólo con él hecho de que haya dejado a Amellie en la casa de Lorena significa que saldremos.

—¡Listo!—exclama emocionada llegando junto a mí, me toma de la nuca y pega sus labios a los míos, le miro extrañado

—¿Listo?

—Sip, iremos a almorzar en un restaurante y acabo de cerrar reservación así que alístate.

Alzo las cejas y hago una mueca.

—¿Tenías que cerrar reservación?

—Si.—sonríe—Anda señor amargado, alístate debemos estar allá en dos horas.

—Vale.

Apago la colilla del cigarrillo en el cenicero y me levanto para ir a mi habitación y cambiarme.

—¡Vístete elegante, Segal!—grita Beth, siento como si me fuese a proponer matrimonio

Le lanzo una ultima mirada extrañado y bajo por la habitación.

Me coloco una camisa negra agarrada a los codos y un pantalón beis junto a unos moccassins color negro sin cordones.

El ascensor se abre mostrando a Beth llevando un vestido rojo pegado, diferente a los que últimamente suele colocarse, lleva una bolsa en su mano derecho y el bolso en el otro.

Me termino de abrochar la camisa y ella me mira con una sonrisa pero luego hace una mueca.

—¿Qué?

—Bueno estaba cien por ciento segura en que no tendrías zapatos de vestir.—señala mis zapatos

—Beth, vamos a almorzar.

—¡Es que tengo buenas noticias!—exclama emocionada—Bueno, te compré unos zapatos.

—¿Acaso vamos a ir a almorzar con el rey? Esto es exagerado.—hago otra mueca, a veces solía ser muy extraña, o casi siempre

—Si, toma.—extiende su brazo con la bolsa, me acerco a ella extrañado y la tomo

Al abrirla me encuentro con una caja color negro que dice Bruno Magli, y cuando abro la caja me encuentro con unos zapatos negros de vestir.

—No te creo que hayas gastado dinero en esto.—digo tirando la caja sobre la cama

Frunce el ceño.

—¡Son de tu estilo Grant Segal!

—No vamos a pelear por unos zapatos, no me los pondré.—digo firme, tomo las llaves del auto, del departamento y mi celular y los coloco en los bolsillos del pantalón junto al monedero y por ultimo meto la caja de cigarros en el bolsillo de mi camisa junto al encendedor

—Te estoy pidiendo que por favor lo hagas.—rueda los ojos

—No.—digo seriamente, tomo los zapatos y los llevo al pote de basura botándolos

Abre la boca y se va a acercar a mi para darme una bofetada pero agarro su mano en el aire.

—Basta.—digo seriamente

Se da la vuelta y entra al ascensor, entro junto a ella y le miro, esta cruzada de brazos y molesta.

—Beth, esto es estúpido.—ella sigue sin mirarme

—Beth.—digo una vez mas, el ascensor se abre

Va a salir pero la tomo del brazo y la pego a la pared del ascensor encerrándola entre mis brazos.

—¿Qué?—masculla molesta sin mirarme

—Deja de molestarte por este tipo de cosas.

—No estoy molesta.—evita mi mirada y suspiro

—No me gusta que trates de volverme alguien más.

—¿Quién está tratando de hacer eso? Yo sólo te compre unos malditos zapatos y ¿que hiciste? ¡Los botaste en pote de basura! ¡En el jodido pote!

—Lo siento.

Bufa y se aparta de mi saliendo del ascensor, abre la puerta y sale del edificio, al salir la encuentro junto a la puerta del auto esperando a que la abra.

Me monto junto a ella y le miro.

—¿Puedes dejar de estar molesta por esto?

—No.

—Entonces no veo el sentido de ir a almorzar estando tu molesta.

—Vale, no vamos a almorzar.—abre la puerta y la tomo otra vez del brazo evitando que se baje

—Suéltame.

Me acerco y le doy un beso en la mejilla, se aleja y rueda los ojos.

—Me pondré los malditos zapatos en otra ocasión, pero basta.—digo y me mira de reojo

—Como sea.

Suspiro y enciendo el carro arrancando.

—¿A dónde se supone que vamos?

Simple Bistro.

Asiento.

Pocos minutos después llegamos lugar, aparco en el estacionamiento y nos bajamos, frunzo el ceño al ver en donde nos encontramos, cuando volteo a ver a Beth se esta mordiendo el labio inferior sonriendo.

—Aquí nos conocimos.—dice tomando mi mano

—Pequeña, creo que aquí fue donde tú me reconociste y yo casi te mato.—sonrío y ella se encoge de hombros

—Si no hubiese pasado algo así jamás hubiese insistido en ti.

Sonrío una vez mas y me acerco dándole un beso en los labios.

—Te quiero.—dice

—Y yo a ti, y no quiero que peleemos más.

~Escuchen esta parte con la canción Russian Roulette—Rihanna~

Ella asiente y comenzamos a caminar hacia el restaurante tomados de la mano.

El portero nos mira, tiene una lista en su mano.

—Beth Previtti y Grant Segal.—dice Beth, el me lanza una mirada y luego asiente mirando la lista

—Adelante.—esboza una falsa sonrisa

Entramos al lugar el cual está lleno, ignoro las miradas y un mesonero nos conduce a una mesa.

—Buenas tardes, bienvenidos.—dice y coloca dos menús sobre la mesa—Enseguida volveré para tomar su orden,¿desean algo de tomar?

—¿Coca cola?—miro a Beth burlón y ella rueda los ojos—Penfolds.—hago referencia a un vino rojo

—Enseguida, señor Segal.—dice y me extraña saber que me trata con respecto

Miramos el menú y optamos ambos por carne.

—¿Cuáles son las buenas noticias que me tenias?—le miro pero luego mi mirada se desvía a un hombre detrás de una columna, ha llevado su mano a su oreja como si tuviese un micrófono

—Bueno, tengo la solución de como hacer que salgas del país.—dice emocionada y arqueo las cejas

El mesonero llega con la botella de vino a la mesa y nos la sirve en las copas.

—Que lo disfruten,¿qué desean ordenar?—pregunta

Ordenamos y de nuevo se va, pero frunzo el ceño al ver que habla sólo.

Beth comienza a hablar pero no presto atención, miro al rededor y veo que hay hombres en la parte de arriba.

—Nena, voy al baño.—digo levantándome y me mira molesta ya que no he prestado atención en lo que me han dicho

Al entrar al baño, me lavo la cara, debe ser simple seguridad del restaurante, la puerta se abre y otro hombre de traje entra se me queda mirando,de nuevo frunzo el ceño mirándole.

—Buen restaurante,¿eh?—dice lavándose las manos, le miro y asiento antes de darme la vuelta y salir

—Salió.—de pronto escucho murmurar al hombre, maldita sea

Me siento en la mesa rápidamente.

—Es que ni si quiera te preocupas por escucharme.—dice Beth molesta

—Beth.—murmuro seriamente colocando los codos sobre la mesa para acercarme mas a ella, siento mi respiración agitarse

Ella sigue peleando porque no le presto atención pero ella tampoco lo esta haciendo en este momento y de verdad necesito que lo haga.

—Beth, necesitamos salir de aquí, ahora.—digo impaciente, si esto era una emboscada estaba jodido

Habla otra vez mas y bufa molesta.

—¡Beth maldita sea!—exclamo y abre sus ojos sobresaltandose

—¿Qué?—dice por fin

—Necesito que salgamos de aquí ahora mismo.—murmuro y frunce el ceño, veo a los hombres de arriba mirarme de nuevo

—¿Qué? ¿Por qué?

—Luego te explico, por favor vamos, trata de no llamar la atención.—ella asiente confundida, la tomo del brazo y comenzamos a caminar hacia la salida

—¡Agarrenlo!—de pronto siento como me tiran al suelo, todo el restaurante se levanta y me apuntan con armas

Escucho los gritos de Beth, y siento como un hombre lleva mis manos atrás de mi espalda.

—Grant Segal, queda arrestado por uso ilegal de drogas y sospecha de asesinatos.—dice el hombre

—¡Suéltenlo!—Beth comienza a llorar, trato de soltarme pero otro hombre llega a mi lado y me da una patada en el estomago y otro golpe en la nuca con la pistola, mi vista se nubla

Me leen los derechos y los gritos de Beth se hacen cada vez más lejanos, pero por lo que puedo visualizar hombres la tienen, ella trata de golpearles, me levantan y me colocan las esposas y luego me comienzan a sacar del restaurante.

—¡No por favor!—los sollozos de Beth se escuchan lejanamente, volteo mi cara y le miro con tono de disculpa

Cierro los fuerza y trago saliva, una vez que estoy afuera, hay demasiadas patrullas y gente, demasiada, llenando la calle.

Beth se suelta del hombre y corre hacia los dos que me sostienen, de nuevo trato de soltarme pero no funciona.

—¡No, no, no!—grita de nuevo y se quiere abalanzar sobre el hombre pero otro lo toma

La gente mira a la policía feliz, estoy seguro de que quieren aplaudir, hay una cinta que les impide el paso.

Un hombre sale de la patrulla que se encuentra fuera y para mi sorpresa es Sarkozy.

—¡Maldito hijo de puta!—grita Beth, cuando volteo sus mejillas están completamente llenas de lagrimas, maldita sea

—A tu novia no le gusta admitir que eres un asesino.—se burla Sarkozy y le escupo—Esta vez será por siempre Segal.—sonríe de nuevo

Abren la patrulla y con brusquedad me empujan dentro, el policía cierra los seguros y miro a Beth por la ventana, ella golpea al hombre y corre a la patrulla tirandose encima pero la patrulla comienza a moverse.

—¡No, maldita sea!—sus gritos son tan fuertes que los puedo escuchar

La veo gritar y llorar desenfrenadamente, esta incluso insultándoles, pero luego simplemente la pierdo de vista.

Justo cuando todo estaba bien.

~~~~

Me tiran en la celda y me dan un fuerte golpe en el estomago, gimo.

—Esto es por todas las personas que mataste.—dice el bastardo policía escupiéndome

Aprieto la mandíbula.

—Quiero una puta llamada, y ni se les ocurra tocar a Beth.

Estalla en una carcajada.

—En este momento no tienes derecho de hablar con absolutamente nadie, y prepárate que lo mas seguro es que te sentencien a muerte luego de que tengamos pruebas de tus asesinatos.

—Hijo de puta.—mascullo y simplemente cierra la celda dejándome ahí, con el puto uniforme color naranja que había cargado por tres malditos años 

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Y ahora si me desaparezco hasta el Miercoles porque se que me quieren matar, jajaja un beso!!!

Shades Of Collapse {2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora