Shades Of Collapse {2}

Capitulo catorce.

Beth's POV

La inquietud recorre mi cuerpo, pero trato de despejar mi mente con Amellie, viendo una película.

Amellie estalla en una carcajada mirándome y yo solo esbozo una falsa sonrisa, tomo el teléfono y miro la hora, son las once de la noche, ya debía haber terminado,¿o no?

Suspiro colocando el teléfono en el comodín, tratando de tranquilizarme, Fabrizzio esta en la sala haciendo algo de su trabajo.

—Am, cariño, ya es tarde,¿no?—murmuro acariciando su cabello tiernamente y le doy un beso

—La película no ha terminado.—dice ella haciendo un puchero 

—Ya es tarde, princesa.—digo dulcemente y ella suelta una respiración frustrada moviendo sus labios como un caballo, lo cual me hace reír 

Mi teléfono suena, me volteo de inmediato para tomarlo, es Lorena.

—¿Aló?—contesto, escucho unos sollozos.—Lorena,¿estas bien?—digo preocupada 

—B.Beth...—tiene la voz entrecortada.—Dominic, ayúdalo por favor, llama a alguien.—Lorena solloza de nuevo haciéndome estremecer

—Lorena, necesito que te calmes y me digas que esta pasando.

—Ve, al hospital, Grant...Grant.—y solloza de nuevo, siento como mi cuerpo se contrae y mis ojos se empiezan a humedecer.—Esta tirado en la calle, ya, Dominic ha llamado a una ambulancia, por favor ve a Mount Sinai.—traga saliva 

—¿Qué le paso?—murmuro, Amellie me mira con atención, mi corazón está a punto de explotar pero sigo sin asimilar que este lastimado

—No lo se, estaba tirado en la calle, y tiene mucha sangre, Beth.—dice y tapo mi boca con mi mano dejando escapar un gran sollozo, las lagrimas recorren mis mejillas desesperadamente

—Estoy en camino.—murmuro y cuelgo levantándome 

—Mami,¿estas bien?—dice Amellie mirándome con tristeza y asiento limpiando alguna de mis lagrimas 

Estaba herido, maldita sea, estaba herido.

—Princesa, necesito que te quedes con Fabrizzio,¿si?—me inclino tomando sus mejillas con suavidad mirándola 

—¿Le paso algo malo a papi?—pregunta y suelto otro sollozo, no puedo controlarlo

—Papi, estará bien, por favor duerme,¿si?—le doy un beso en la mejilla antes de levantarme, sus ojos se cristalizan y le abrazo.—Te amo.—digo en su oído, y salgo de la habitación, al menos seguía vestida desde la tarde así que no había gastado el tiempo en eso

Fabrizzio abre los ojos mirándome preocupado, y estallo en un llanto mientras me tiro en sus brazos.

—Nena,¿que pasa?—murmura acariciandome el cabello 

—No tengo tiempo de esto, debo, debo irme. Cuida a Amellie por favor, volveré pronto o te llamaré,¿vale? 

El asiente confundido.

—Es Grant, no se que le ha pasado pero esta lastimado.—me muerdo con fuerza el labio inferior

—¿Quieres que te lleve?—pregunta y niego

—Amellie, por favor es lo único que te pido.—murmuro y asiente 

Me doy la vuelta tomando las llaves del auto, bajo por el ascensor mientras imparables sollozos salen de mi garganta, si Lorena lloraba debía ser grave y mucho. 

¿Y si lo habían matado?

Conduzco rápidamente hacia el hospital y en menos de quince minutos me encuentro dentro de él.

Me dirijo a recepción.

—Disculpe, Grant Segal.—digo limpiando algunas de mis lagrimas con el dorso de mi mano, ella asiente y mira algo en su computador

—Se encuentra en emergencias.—dice y corro sin escuchar otra palabra más hacia la sala de emergencias, corriendo

Tapo mi boca de nuevo dejando escapar otro sollozo al ver a Grant en la camilla, Lorena y Dominic están al lado y tres médicos lo llevan gritando varias cosas que de verdad no entiendo.

—¡Oh Dios mío! ¡Grant!—grito llorando mientras corro hacia él, me aferro a la camilla caminando junto a ellos, lleva una mascara de aire, su rostro esta lleno de morados y de sangre

Entran a la sala y quiero entrar junto a ellos pero siento unos brazos en mi hombros.

—Señora por favor, manténgase distante.—dice una voz masculina pero no le escucho, trato de soltarme, quiero estar junto a él

—¡Déjenme ir!—grito sollozando mientras se lo llevan a una habitación.—Por favor déjenme.—los brazos me apartan 

—Estará bien.—Lorena se acerca a mi lado dándome un fuerte abrazo

—Quiero estar con él.—murmuro en su hombro.—Si le pasa algo no lo aguantaré.—estoy en un mar de lagrimas 

—Vamos a sentarnos, tardaran un rato.—me dice pero en realidad no quiero hacerlo, quiero estar ahí 

Nos sentamos en unas sillas cerca de la sala en donde lo están operando o lo que sea que le estuvieran haciendo. 

Sabia que no tenía que haberle dejado hacer esa estupidez, fui egoísta con él.

—¿Qué les han dicho los doctores?—pregunto 

—Ha perdido mucha sangre y deben hacerle una transfusión, también tiene fracturas en las costillas y la nariz, y le tienen que agarrar puntos en la pantorrilla.—Dominic responde 

—Pero estará bien,¿cierto?—él suspira 

—Si, eso esperamos, me han extraído algo de sangre, ya que somos compatibles.—responde él y asiento 

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Luego de horas eternas el doctor sale de la sala de emergencia en donde tenían a Grant y se acerca a nosotros, me levanto de inmediato y Dominic junto a Lorena repiten mi movimiento.

—¿Esta bien?—pregunto 

—Esta estable.—responde el doctor—La cantidad de sangre perdida ha sido demasiada, le tomara un tiempo recuperarse.

—¿Puedo verle?

—Señorita, cuando este consciente en la mañana puede que se lo permitamos, pero por ahora no.

—Pero necesito estar junto a él.

El doctor aprieta los labios.

—Lo siento, no puedo permitirlo, esta en mal estado.

—Pero si yo estoy con él, se mejorara, lo prometo.—mi voz tiene un tono de suplica 

—Le recomendaría que descanse y vuelva en la mañana.—hace un asentimiento con la cabeza y de verdad le quiero golpear

—Beth, deberías ir a ver a Amellie y dormir un rato, nosotros nos quedaremos,¿vale?—Lorena dice con sinceridad y niego

—Debo estar aquí para cuando el despierte.

—Luces cansada.—dice Dominic haciendo una mueca 

—¿Entienden que él está en una cama inconsciente?—subo el tono de voz molesta

Ambos sueltan una respiración y asienten.

—Iré por unos cafés,¿quieres Beth?—pregunta Dominic y asiento 

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Son las seis de la mañana y la verdad no he cerrado ni un solo ojo, no puedo hacerlo, Dominic le ha dicho a Lorena que se fuera a casa y que el se quedaría conmigo y yo había concordado en eso, así que ahora sólo éramos Dominic y yo esperando a que Grant se despertara.

—Mira Dominic, no intento acusarte pero yo estoy mas informada de lo que crees en las cosas que esta metido Grant.—le digo luego de un incómodo silencio, su mirada se posa en mi con atención y le da un sorbo a su café.—No se en que estas metido, pero no metas a Lorena en eso.

—Todos saben en lo que esta metido Grant, Beth.—dice encogiéndose de hombros.—Son solo conocidos que tengo.

—Tal vez no me refiera a Grant si no a tus otros amigos.—remarco la palabra «amigos»—No estoy tratando de acusarte o juzgarte por la forma en la que te ganas la vida, sinceramente me da igual, porque no tengo moral para hacer tal cosa, pero Lorena no tiene ninguna necesidad en meterse en tu trabajo sucio.

—No sé de que me hablas.—dice arqueando las cejas

—Métete y vende la droga que se te antoje, pero en cuanto sepa que hayas metido a mi amiga en cualquier clase de problema te la veras conmigo.—esboza una sonrisa burlona 

—¿Estas acusándome de ser narcotraficante? 

—Llámalo como quieras, mafioso, narcotraficante, drogadicto, gángster.—hago una mueca—Me da igual.

Pone su mandíbula tensa.

—No le digas nada a Lorena, acerca de esto.—dice fríamente y me encojo de hombros

—No, no lo haré por su seguridad.—digo mirándole fijamente.—Pero te digo, si a ella le llega a pasar la mínima cosa te la veras conmigo.

El suelta una pequeña risa burlona, tan cabrón podría llegar a ser.

—¿Me estas amenazando? ¿Cómo piensas cobrártelas en caso de que pase algo así?

—No conoces el apellido que llevo, Dominic, y tampoco conoces por lo que veo con la persona que salgo.—digo secamente 

—¿Y cuál es tu apellido si se puede saber?—pregunta burlón 

—Ha despertado.—la voz del doctor nos saca de nuestra conversación, me levanto de inmediato mirándole.—Puede pasar a verle, señorita...—se queda en silencio mirándome 

—Previtti.—le lanzo una mirada a Dominic el cual me mira incrédulo, todo mafioso en Toronto conocía el nombre y el poder de mi padre, claramente 

Me dirijo a la habitación en donde tienen a Grant junto al doctor, el abre la puerta y me encuentro con él, con un pequeño yeso en la nariz y unas cuantas inyecciones en su brazo, una de suero y otra de sangre.

Quiero llorar de nuevo al verlo en esta situación.

—Por favor trate de no cansarlo mucho.—dice el doctor antes de cerrar la puerta, Grant pone su atención en mí

—¿Qué haces aquí?—pregunta en casi un murmuro 

—¿Que hago aquí?¿Que clase de pregunta es esa?—digo sentándome a su lado en el sillón 

Me mira arrugando su frente, uno de sus ojos esta morado al igual que sus mejillas, hay algo de sangre bajo su nariz y lleva el labio roto.

—¿Como supiste?—pregunta mirándome serio

—Lorena te rescato, Grant.—resoplo—¿Como te sientes?—coloco mi mano sobre la suya

—Pareces cansada.—me observa fijamente esquivando mi pregunta,¿por qué siempre ponía a los demás antes de él?

—Hey, el lastimado aquí eres tú.

—Da igual.—se encoge de hombros—Necesito que descanses.—murmura y ruedo los ojos

—¿Como voy a descansar mientras tu estas aquí? ¿Así?

—Estoy bien, sólo son rasguños.—hace una mueca 

—Grant...

—Ve a casa con Amellie.

—¿Qué te ha pasado?—pregunto y suspira 

—Nada Beth, no funcionó.—hace una mueca 

—Debías haber pedido ayuda.

Rueda los ojos.

—Necesito tenerlas cerca, ve a mi departamento por unos días con Amellie,¿vale?

Aprieto los labios no muy segura.

—Es por seguridad, no se que planean esos hijos de puta.—gruñe de pronto haciendo una mueca de dolor y abro mis ojos preocupada

—¿Estas bien? ¿Llamo a alguien?—niega con su cabeza 

—Descansa y no llores más.—sus ojos azules que ahora llevan una bolsas negras debajo y unos cuantos moretones me miran fijamente 

—¿Te darán de alta pronto?

—Mañana, podré volver a casa.

—Fabrizzio puede cuidar de Amellie hasta mañana.

—Beth, no pienses solo en mí, piensa en ella y en ti.—dice serio—Ve a casa, come algo y vuelve luego, no te preocupes que estoy acostumbrado a esta mierda.

—Pero no cuando yo puedo estar junto a ti cuidándote.

—Por favor.—suspira impaciente 

—Iré luego.—murmuro—¿Te han dado comida?

—Maldita sea, ve a casa, arregla unas cuantas cosas y luego volverás para irnos juntos a mi departamento.

Me muerdo el labio inferior sin saber sin debía escucharle, no quería dejarlo.

—No quiero dejarte.

—Me siento peor al saber que estas cansada por mi culpa, ve a casa.—pide una vez más y suelto una bocanada de aire asintiendo

—Vale, pero volveré más tarde.—advierto y esboza una leve sonrisa asintiendo.—Te quiero.—murmuro dandole un beso en el dorso de su mano 

—Y yo a ti Beth Previtti.—murmura haciéndome sonreír 

Luego tose un poco haciéndome voltear pero el niega con la cabeza diciéndome que esta bien, y sin estar muy convencida salgo de la habitación para dirigirme a mi departamento. 
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