Jiang Cheng mentiría si dijera que la casa de su cuñado no era suficiente para albergar a tres personas.
Nunca pensó que el Alpha fuese uno de los jade Lan, el segundo ejecutivo de Gusu, cadena de empresas encabezada por Lan Xichen que rivalizaba con Yunmeng-Corps.
Quizás debió ponerle más atención a Zidian.
– Cheng-Cheng, bienvenido a nuestra casa – con una brillante sonrisa Wei Ying abrió la puerta de la mansión.
Quizás antes había sido un lugar simple y ordenado, pero ahora, parecía que un pequeño tornado había pasado por ahí; aunque alguien se esforzara por tratar de mantener el orden, claramente era una odisea contener el desastre.
Secretamente compadeció al Alpha Lan.
–Gracias – arrastró sus maletas hacia adentro
– Puedes usar el piso de arriba – probablemente fue la oración más larga que había escuchado de Lan Zhan hasta ahora.
– Cheng-Cheng, ponte cómodo– besó la mejilla del Lan– A-Zhan, me voy– giró graciosamente y corrió hacia la salida.
Jiang Cheng lo miró perplejo
– Es profesor de música – contestó Lan Zhan a su muda interrogante
El joven de ojos amatistas asintió levemente, tomó sus pesadas maletas y subió al segundo piso. Parpadeó confundido ¿Por qué no preguntó que habitación podía usar? Claro, él y su mala costumbre de estar habituado al cuidado de Zidian.
Frustrado bajó farfullando entre dientes siguiendo el sonido del grifo y el ruido de un cuchillo hasta la cocina. Encontró a Lan Zhan preparando Dios sabe qué mientras una especie de papilla blanca hervía en la olla. Claramente sus habilidades culinarias eran pobres ¿Por qué insistía en cocinar? Estaba convencido de que había sido contagiado por Wei Ying, su hermano tampoco era capaz de cocinar algo sin convertirlo en fuego.
Incapaz de ver cómo lo que se supone sería su comida era masacrada, se aproximó a su lado.
– Cocinaré si no te importa, es lo mínimo que podría hacer después de darme hospedaje – nunca admitiría que lo hacía porque se compadeció de verlo en una batalla campal con las verduras que claramente iba perdiendo.– Tú… puedes ir poniendo la mesa
– Mmn– Lan Zhan le cedió el lugar retirándose hacia la alacena, dando espacio al joven quien retiró su chamarra dejándola casualmente en una silla exponiendo sus pálidos brazos con ligera musculatura y un capullo de loto mostrándose tímidamente en la base de su cuello.
Lan Zhan sonrió levemente sin darse cuenta. Estar a su lado viendo cómo hábilmente pelaba las patatas y troceaba la carne le dio la sensación de un cálido hogar. De hecho, lo había escuchado cuando bajó las escaleras. Pero nunca esperó que se ofreciera a preparar la comida.
“realmente extraño” pensó.
Minutos más tarde la casa se inundó de un agradable aroma a verduras salteadas y carne, Jiang Cheng servía los platos sobre la pequeña mesa – Come lo que quieras; pero no tengas grandes expectativas, no cocino a menudo. – le dijo al hombre que había permanecido todo el tiempo con él
– Mmn, sabe bien – era un plato sencillo, pero aún así, una explosión sutil de sabores invadió su boca. No creía poder volver a comer la papilla insípida que él preparaba
– Por cierto, ¿Qué habitación puedo usar?– preguntó cuándo recordó su motivo original
– Primera a la izquierda – contestó
Jiang Cheng asintió con la cabeza sirviéndose un tazón de la “papilla” que Lan Zhan había preparado – tengo que cuidar mi dieta – respondió cuando un par de ojos dorados lo miraron con una interrogante silenciosa
– soy modelo.
“Eso explica su delgadez” pensó Lan Zhan
– Eres Alpha
– Los Alpha también usan ropa.– se encogió de hombros como si eso lo explicara todo.
“Es un Alpha muy extraño” pensó una vez más Lan Zhan.
El tiempo transcurrió en un cómodo silencio; aún apenas conociéndose no necesitaron palabras para entenderse.
-----------------------------------------------------------¡Hola a todos! ¿Cómo han estado?
Os he traído un nuevo capítulo
¿Por qué? Bueno... ¡Porque el mundo necesita más zhancheng!💙💜
ESTÁS LEYENDO
ÁSPID
FanfictionLan Zhan no lo oyó venir. Sus pasos no hicieron ruido alguno; su mirada lo cautivó y lo hizo su esclavo. Fue para él una droga delirante y seductora que corrompió toda su moral. Y él, gustoso, se convirtió por voluntad propia en víctima y culpable...