ÁSPID

COMO SERPIENTE

A altas horas de la noche aún podían escucharse gemidos de placer y jadeos ahogados, las feromonas inundaban el aire haciendo el erotismo palpable.

Jiang Cheng maldecía su agudo oído.
Y su buen olfato claramente no estaba ayudando. Su irritación crecía a pasos agigantados.
No necesitaba escuchar la sesión de sexo que ese par de depravados estaba teniendo.
Afortunadamente el sonido de su teléfono evitó que saliera a gritarles un par de cosas que seguramente les hacían falta.
– Mi pequeño loto, ¿Cómo has estado? – Una Omega exquisitamente vestida apareció en la pantalla
– Bien, supongo– Jiang Cheng esbozó una ligera sonrisa
– ¡Cachorro bastardo! ¿Cuándo aprenderás a hablarme educadamente?–  un deje de diversión apareció en la voz de la mujer.
Jiang Cheng suspiró – ¿Cuándo llegarás?

En la planta baja ahora había silencio; Wei Ying descansaba, rendido y Lan Zhan tomaba aire fresco en el balcón.

– ¿ Qué te han hecho?–  sus ojos grises refulgieron con ira; nadie se metía con su cachorro y salía ileso
– Nada que no esperara en realidad– suspiró–Zidian, me haces falta
– Pronto estaré contigo Cheng-er – la mujer sonrió dulcemente – recuerda lo que te enseñé, no olvides quién eres
– Lo sé; nunca lo olvidaré, por eso hice un recordatorio ¿Lo olvidaste?  Ese día me halaste los oídos – se quejó; un adorable puchero apareció en sus rojizos labios.
– ¿Quién te dijo que te tatuaras? – replicó
– Me sirve para no olvidar
– Cheng-er, mi cachorro, eres muy especial, es algo que siempre debes tener presente – su voz maternal fue un bálsamo para Jiang Cheng
– Lo sé madre – musitó en voz tan baja como mosquito – gracias
La Omega sonrió – No lo olvides mi pequeño loto: astuto, seductor y mortal
– Como serpiente – completo Jiang Cheng con una risa cristalina emergiendo de su garganta
– Como serpiente – afirmó Zidian – Cheng-er, A-Sang irá conmigo

Los ojos de Jiang Cheng resplandecieron, echaba de menos a Huaisang, ese pequeño Omega era más de lo que aparentaba.
Ambos habían sido criados por Zidian. A ambos les había enseñado bien. Huaisang había sido adoptado después de la muerte de su hermano a manos de uno de sus guardias y el pequeño Omega había vertido toda su ira sobre los culpables.

En el balcón, las fosas nasales de Lan Zhan se llenaron con un aroma apenas perceptible de Lotos y Canela, un olor imposible en cualquier casta: suave y agresivo al mismo tiempo, ligero pero dominante. Combinaba perfectamente las delicadas notas acuosas de la flor de loto con la fragante fuerza de la canela.
Un aroma extremadamente erótico y seductor.
Sus pupilas se dilataron, sus incisivos picaron por salir, su cuerpo se puso incómodo, sudoroso y caliente.

Había entrado nuevamente en celo.

¿Cómo diablos había sucedido eso? Su celo había pasado hace exactamente dos días.
El  viento codicioso le arrebato ese exquisito olor; Lan Zhan gruñó insatisfecho, su nariz se esforzó por volver a captar ese seductor aroma, quería más; gruñendo y con los caninos totalmente expuestos volvió a la habitación.

Todavía no había terminado.

Wei Ying no podría levantarse de la cama por la mañana.

– Cheng-er, ¿has estado cuidando tus feromonas? – preguntó de imprevisto la mujer.

¿Acaso todas las madres tienen un sexto sentido?

Jiang Cheng frunció el ceño “maldición, casi lo olvido” dio como respuesta un zumbido indistinguible mordiéndose el carnoso y seductor labio inferior.
Zidian suspiró, a veces ese cachorro suyo era exasperante  – ya hablé con Sandu, ve a su hospital mañana, te aplicarán otra dosis de inhibidores  
– De acuerdo, iré mañana.
– Jiang Cheng, no puedes descuidarte así
– Lo sé, sólo lo olvidé, tengo… demasiado en la cabeza
– Mi pequeño loto, pronto iré contigo, parece que necesitarás toda la ayuda posible. No sólo llevaré a Huaisang, también llevaré conmigo a  Yao.

Sí, esa era Zidian, haciendo lo imposible por sus cachorros, venganza o poder, les daría lo que quisieran, haría lo que fuera necesario por ellos; ya se habían  apoderado del consorcio Lanling y Qinghe florecía espléndido bajo la dirección de Huaisang.

Ahora era el turno de Yunmeng.

Si su cachorro quería destruirlo eso harían.

Arrastrarían Yunmeng a las llamas del infierno.
-----------------------------------------------------------Aquí otro capítulo!
¿De qué casta creen que sea nuestro querido A-Cheng💜? ¿Alpha?¿Omega?
Damas y caballeros, ¡Hagan sus apuestas!
Recuerden: El mundo está lleno de posibilidades.

¿Saben? Me está costando un poco hilar el siguente capítulo 😭