PROVOCAR UNA SERPIENTE

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Un par de días después HuaiSang revisaba entre quejas un montón de papeles, Meng Yao tenía en sus manos otro paquete.

Llevaban todo el día metidos entre montañas de papeles y archivos electrónicos

HuaiSang suspiró – A-Cheng le ha quitado lo divertido a esto

Meng Yao sonrió emocionado – esto será fácil, simplemente sentémonos a ver la obra

HuaiSang sonrió – tal vez un pajarito se lo dijo

La puerta se abrió repentinamente revelando un ceño fruncido y un par de amatistas furiosas –Wei Ying me ha invitado a cenar

HuaiSang arqueó una ceja –¿Cuándo?

–        Ésta noche – respondió hurgando entre las carpetas, a veces el trabajo era la única forma de aislar su mente

–        ¿Qué quieres hacer?– preguntó la voz calmada de Meng Yao

Inhaló profundamente – iré.

Dos pares de ojos inquietantes lo observaron

–        ¡¿Qué?! – exclamó

–        ¿Estás seguro?– los ojos de Nie HuaiSang brillaron

–        Es… la única manera – Jiang Cheng no dio más explicaciones

Los dos Omegas asintieron, aunque no dijera nada más ellos lo sabían “es la única manera de continuar” fue lo que quiso decir.

8:35 PM

En la entrada de un pequeño restaurant, la silueta orgullosa de un joven se encontraba recargada perezosamente en su auto.

Sus ojos refulgían bajo la pálida luz, como un depredador ansioso por capturar su presa.

–        ¡Cheng-Cheng! – saludó a lo lejos Wei Ying corriendo hasta donde estaba el joven de ojos amatistas – ¡No creí que vendrías! ¡Vamos, entremos!

Jiang Cheng se contuvo de rodar los ojos.

Si bien el restaurant era pequeño, también era elegante, cálido y acogedor, las tenues luminarias daban a cada espacio su propia intimidad. El constante tintineo de vasos y cubiertos resonaban como música de  fondo uniéndose a las murmulleantes voces repartidas por todo el lugar.

El par de jóvenes entró y tomó asiento en una de las elegantes mesas. Wei Ying gritó pidiendo ordenar rompiendo por un momento la sensación de estar en una burbuja.

–        Wei Ying – lo interrumpió Jiang Cheng – ¿por qué me hiciste venir? – quería acabar con esa farsa pronto.

–        Aiiiyaa Cheng-Cheng, la paciencia nunca fue una de tus virtudes – una risita traviesa surgió de sus labios

–        Wei Ying…

El Omega suspiró, sus traviesos ojos se tornaron firmes, sin embargo una pizca de diversión podía vislumbrarse en ellos.

–Hablé con el tío Fengmian. Sobre Yunmeng y el futuro… ¿Sabes?. Yo… soy un Omega, para nosotros es más difícil prosperar. Y tú, bueno…eres un Alpha.

–¿Y?–  lo apresuró a hablar Jiang Cheng

Su voz se hizo más suave – Le pregunté si estaba bien cambiar de heredero, que si podía dejarme Yunmeng. ¡Prometí que lo haría crecer más! ¡Mis ideas son magníficas! – exclamó emocionado.– Y el tío dijo que sí. Así que… ¡Ahora soy el heredero de Yunmeng! ¡No es grandioso! ¡Deberías felicitarme Cheng-Cheng! – sonrió brillantemente ocultando la oscuridad muy en el fondo.

Se esforzó por tragar la bilis que subía por su garganta – Felicidades Wei Ying

–        Gracias, ¡Sabía que lo entenderías!

A Jiang Cheng le dio un tic en el ojo, lo ocultó frunciendo el ceño – ¿Qué dijo madame Yu?

–        ¡Oh! ¿La tía Yu? Bueno… no se opuso, ella le heredará Meishan a Yanli, dice que lo necesita, después de lo que pasó con los Jin –  abanicó dramatizando con las manos – dicen que fue un hijo ilegítimo de Jin Guanshan.

Una sonrisa sardónica surgió en los labios de Jiang Cheng.  Claro que había sido así, ¿Qué esperaba?.

Reprimió su furia, no era el momento, no aún.

– Como se esperaba de madame Yu – miró fijamente al Omega que tenía en frente – Wei Ying, quizás no sea sólo un rumor.

Se levantó, ya había tenido suficiente. Estaba convencido.

Quizás antes había pensado en tratar de reducir los daños colaterales. Ahora, no le importaba arrastrar a quien fuera si era necesario para cumplir su objetivo.

– Nos vemos Wei Ying, estoy deseando que sea pronto.

–        ¿Eh? Cheng-Cheng, ¿Tan pronto te vas? – cuando Wei Ying reaccionó, el joven ya había llegado a la puerta.

8:35 PM

Lan Zhan estaba sentado sólo, la hora de la cena ya había pasado, frente a él un plato de papilla blanca e insípida yacía frío y olvidado. Sabía que Wei Ying había ido a encontrarse con Jiang Cheng.

Eso lo frustraba, ¿Por qué el no podía ir a verlo?.

Desde que se había marchado nada era igual, no había vuelto a tocar al Omega revoltoso, y él no se había quejado; claro, el “todos los días son todos los días” se  estaba volviendo rutinario.

 Y Wei Ying odiaba la rutina.

10:45 PM

Jiang Cheng entró a su habitación de hotel, Meng Yao y Nie HuaiSang seguían con la nariz metida entre los archivos.

Sin embargo, en seguida levantaron la mirada

–        Y…¿cómo te fue?– preguntó Yao

–        Me aseguraré de arrebatarles todo

Yao silbó – ¿Cuándo?

HuaiSang esbozó una sonrisa astuta – El peor error de Wei Ying fue provocar a una serpiente, no quisiera estar en su lugar – se abrazó fingiendo temblar, aunque, realmente no quería estar en sus zapatos.

Es bien sabido que las serpientes no atacan sin provocación, pero, si cometes ese error, si las provocas, lo más probable es que mueras.

Zidian entro a la habitación sosteniendo un sobre en alto – estamos invitados a la celebración de Wen Rouhan, será dentro de tres días. – sonrió, eso era justo lo que sus amados cachorros estaban esperando.

–        Ahí está la respuesta – los ojos de Jiang Cheng refulgieron con anticipación.

Dentro de tres días comenzaría el infierno.

Nadie sabía que había alguien que estaría gustoso de poder quemarse en sus ardientes llamas.

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