Dos mundos y dos personas completamente diferentes que son unidas por azares del destino. Se caían mal, no se soportaban pero se dieron cuenta que se necesitaban para sentirse bien. Pero no todo lo que brilla es oro y sabe que debía luchar contra vi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los nervios crecían dentro de él como si fuera la primera vez que estaba con el rubio. Sentía un torbellino dentro de su estómago y sus manos sudaban sin parar.
Aparcó el coche en el estacionamiento de su casa y bajó del auto segundos después de que el rubio lo hiciera, pensando en aquello que le dijo, sintiendo las mariposas en su estómago y el nerviosismo recorrer cada parte de su ser, llevándolo a pensar en infinitas maneras de decirle al rubio para que éste entre en razón, ya que solo está actuando de esa manera por el desorden emocional que presenta en ese momento.
—Voy a la ducha— informó el rubio una vez estuvo frente a la puerta de la habitación que posee en la enorme mansión.
—Está bien, sabes que puedes entrar en cualquier momento a la mía, no le pongo seguro— abrió la puerta y entró sin mirar detrás de él, dejando al rubio confundido por su actitud.
Se tiró en la cama apenas cerró la puerta detrás de él y comenzó a mirar las estrellas que brillaban sobre él, pensando en si de verdad él quería estar con el rubio, y no, no era una equivocación, sí lo quería, pero no en esas condiciones, quería que el rubio estuviera consciente de aquello que le pedía y no solo actuar por un impulso.
—¿Hyunjin, cariño?— la dulce voz de su madre lo hizo levantar la cabeza y sentarse derecho, haciéndole señas de que podía entrar.
—¿Qué sucede, madre?
—¿Estás bien?— se sentó a su lado en la cama y tomó su mano.
—Sí— fingió una sonrisa—. ¿Por qué no lo estaría?
—No me trates de engañar, Hyunjin, soy quien te crió y sé cuándo me mientes— lo miró fijamente con el ceño fruncido, pero se relajó cuando vio la expresión del menor—. ¿Es por Yuna? ¿Tu padre te sigue presionando?
—No, no es eso— suspiró—. O en parte, hoy me la encontré en el estudio, mi padre programó ambas sesiones al mismo tiempo para que nos encontráramos y me sentí incómodo por eso, además, estaban mis amigos y se me lanzaba mucho, sin siquiera disimular— suspiró pensando en la mirada que de vez en cuando le lanzaba el rubio.
—¿Estaba la persona que te gusta ahí?— se atragantó con su propia saliva al escuchar las palabras de su madre.
—¿La qué cosa?— logró pronunciar al fin.
—¿Crees que no lo he notado?— sonrió acariciando su cabello—. Te pierdes en tus pensamientos más seguido, tu ruptura con Yuna fue de un momento a otro y pese a las amenazas que te ha hecho tu padre sigues renuente a volver con ella. Además, siempre sonríes y sales de casa más seguido; sino te gusta nadie, estás viviendo una buena vida entonces— terminó y Hyunjin tragó grueso.
—¿Es problema si me gusta alguien más?— se atrevió a preguntar.
—Depende— lo miró y Hyunjin frunció el entrecejo confundido—. Si a esa persona también le gustas, por mí está bien, no me opondré a esa relación; pero si solo está contigo por conveniencia, te haré saber mi descontento hacia esa persona.
