Dos mundos y dos personas completamente diferentes que son unidas por azares del destino. Se caían mal, no se soportaban pero se dieron cuenta que se necesitaban para sentirse bien. Pero no todo lo que brilla es oro y sabe que debía luchar contra vi...
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Si bien, siempre buscamos la manera de ser felices sin importar lo que pueda ocurrir, no siempre las cosas salen como queremos y tenemos que ser fuertes para poder superar las malas rachas y salir adelante.
Aún cuando eso implica despedirte de tu novio horas antes de que el avión hacia la otra parte del mundo despegue.
Ya era 8 de enero, no estaba inscrito en ninguna escuela para empezar las clases dentro de pocas semanas, se había despedido de todos sus amigos y finalmente lo hacía de su novio, trataba de no llorar para mostrar la fortaleza que no tenía y no volver las cosas más dolorosas para ellos.
Su maleta estaba a un lado en el suelo, sus padres lo veían todo desde la enorme sala y sus amigos se deshacían en sollozos. Nadie quería que las cosas se terminaran así, querían luchar y conseguir lo que más querían: Que el pecoso se quedara con ellos. Pero era imposible, ya los mayores habían tomado una decisión y no podían cambiar los planes de un momento para el otro, aunque qué más quisieran hacerlo.
—Me escribes todos los días, sin importar la hora o la situación que pase, ¿sí, por favor?— le susurró y Félix asintió—. Me envías fotos de todo lo que más te gusta, de tu instituto y del uniforme, si tienes amigos o lo que sea, sólo no me dejes de escribir— pidió entre lágrimas.
—Lo prometo— susurró contra su pecho.
—No quiero que te vayas— confesó.
—Y yo no quiero irme.
Unieron sus labios una última vez antes de que el señor Lee informara que ya era hora de partir, destruyendo aún más el corazón de ambos jóvenes enamorados sin querer separarse.
—Te amo— le susurró una última vez antes de que el pecoso saliera por las puertas de la mansión Hwang, donde su madre los había invitado para una última comida juntos.
Se dejó caer en el sillón y las lágrimas no tardaron en caer por todo su rostro. Estaba destruido, acabado y no hallaba la forma de pensar en positivo. Su mente solo podía recrear todos los sucesos que pasaron juntos, los besos robados, las carcajadas por chistes sin sentido, las noches de descontrol y de fiesta; todo lo que vivió con él se repetía como un casette sin fin dentro de su mente.
No sabe cuánto tiempo pasó, tampoco quería saberlo. Sólo sabía que su pecho dolía como nunca antes y que ya no tenía más lágrimas para derramar, o eso quiso pensar, pero todo cambió cuando un mensaje llegó a su teléfono y en él se mostró la foto que su chico le había enviado, donde se podían ver sus ojitos azules hinchados de tanto llorar pero aún con la hermosa sonrisa que siempre lo caracterizaba en sus labios.
Bebé 💞 Espero que recuerdes que eres lo mejor que me pudo pasar, y que si pudiera, te elegiría una y mil veces. Perdón por hacernos esto, pero sabes que papá es muy importante para mí y quería hacerlo feliz, pero yo fui feliz contigo todo este tiempo y eso es lo único que me da fuerzas para seguir avanzando en mi decisión. Te amo mucho mi amor ❣️💕❤️💞
