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Félix miraba por la ventana de la habitación que habían podido conseguir en aquel motel mientras el teléfono lo tenía pegado en la oreja hablando con su padre tratando de resumirle de la mejor forma la situación en la que se encontraba, sonriendo ...

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Félix miraba por la ventana de la habitación que habían podido conseguir en aquel motel mientras el teléfono lo tenía pegado en la oreja hablando con su padre tratando de resumirle de la mejor forma la situación en la que se encontraba, sonriendo grandemente cuando escuchó los gritos de alegría de ambos adultos cuando contó que se había reconciliado con Hyunjin y que ahora estarían en un "hotel" por lo tarde que era, y sumado a eso, comenzó una tormenta de nieve que no saben cuándo terminaría.

Colgó la llamada y Hyunjin, sentado en el borde de la cama, le hizo señas para que se acercara y él, como el buen novio y pasivo que era, le hizo caso, sentándose en sus piernas, siendo abrazado por la cintura con el brazo libre del mayor mientras con el otro sostenía su teléfono, hablando con quien sabe qué persona.

—¿Con quién hablas?— preguntó en un susurro.

—Mami, aquí está Félix conmigo, lo pondré en altavoz— informó a la mujer del otro lado de la línea y realizó la acción antes dicha—. Saluda Lix, mamá está feliz de saber que estamos juntos otra vez.

—Hola señora Hwang— saludó un sonriente Félix y cabe decir que fue una mala idea que Hyunjin dejara a su novio tanto pegado al teléfono.

Al pasar unos 40 minutos aproximadamente, finalmente su teléfono le fue devuelto, incluso ya cuando se había duchado y se preparaba para dormir

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Al pasar unos 40 minutos aproximadamente, finalmente su teléfono le fue devuelto, incluso ya cuando se había duchado y se preparaba para dormir. Negó con la cabeza y tomó el móvil, dejándolo en la mesita de noche junto a la cama y abrazó el delgado cuerpo del pecoso, sintiendo pesar cuando lo sintió casi en los huesos. Ya había perdido todo el avance que había logrado los meses anteriores y eso lo entristeció, sabiendo que gran parte de la situación era su culpa por ser tan descuidado y no haber pensado y calculado bien sus acciones.

—Amor, me haces cosquillas— se quejó Félix cuando Hyunjin comenzó a dejar un camino de besos por todo su cuello, sintiendo su rostro enrojecer de la vergüenza.

—Eres hermoso— besó sus labios—. Precioso— fue el turno de su mejilla izquierda—. Divino— ahora su mejilla derecha—. Adorable— besó su frente y sonrió por el enorme sonrojo del pecoso entre sus brazos—. Perfecto y por eso te amo— bajó nuevamente a sus labios, profundizando el beso.

Sabes que no soy bueno -Hyunlix-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora