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Las puertas del ascensor se abrieron, mostrando a una Lea preocupada.

—¡Autumn! – dijo, entrando al ascensor y abrazándome. – Me tenía preocupada.

Estuve a punto de hablar, pero a lo lejos vi a Mason junto con James, los cuales se encontraban sentados, con unos médicos tomando su pulso.

—¿Qué...?

Me levanté de mi lugar y salí del ascensor, seguida por Lea.

—¿Qué sucede, Autumn?

Pero yo, por mi parte, seguí caminando, en dirección a aquellos dos chicos que anteriormente estuvieron conmigo arriba, con esa criatura rondando los oscuros pasillos tan aterradores.

Sentí la mano de Lea deteniéndome.

—Debes venir conmigo, Autumn. – dijo Lea, pero yo no podía dejar de mirar a aquellas dos personas. – Debes venir, ahora.

Ahora si la miré.

—Debo hacer algo antes. – dije e intenté caminar, pero de nuevo me detuvo. – Suéltame, Lea. – la miré y ella negó con la cabeza.

—Si te quedas aquí, te meterán a la cárcel.

Eso me hizo perder fuerzas y mirarla con confusión.

—¿De qué hablas?

—Sospechan de ti, Autumn... tu fuiste la última en ver a esas personas...

—¿Esas personas? – fruncí el seño y ella asintió.

—Debemos irnos. – dijo y me jaló hacia su auto.

Ambas nos subimos, con la mirada de todas las personas en nosotras.

Pero Lea decidió ignorar todo y alejarse de la escena del crimen, dejándome con tantas dudas.

Algo dentro de mí me dice que mi sueño tuvo mucho que ver en esto, quizá esa fue realmente la muerte de mi abuela, lo que me hace sufrir en silencio, ya que no me siento con la suficiente fuerza como para sobrellevar esto.

Pero lo que me deja con la incógnita, es lo que dijo Lea, sobre ser la última en ver a esas personas.

No comprendía de que personas hablaba...

Realmente no comprendo nada de lo que sucede.

Miré a mi amiga, la cual se encuentra en silencio, mirando el camino solitario que debemos pasar para llegar a la ciudad.

—Lea...

Pero ella no volteó a verme.

—Lea... necesito saber que sucede...

—Eres sospechosa. – dijo, sin mirarme.

—No entiendo...

—Las cámaras te vieron con ellas. – dijo, suspirando.

—¿Ellas? – fruncí el seño.

En eso, la radio comenzó a mostrar una interferencia, por lo que Lea comenzó a pulsar los botones de su radio, el cual no quería ceder a ella.

De ahí, una voz tenebrosa salió, susurrando mi nombre, de nuevo.

—Marie...

Lea me miró y ahí supe que ella también pudo escuchar aquella voz.

Ahora no me sentía como una loca, realmente ella pudo escuchar eso que tantas veces llegué a escuchar.

—Marie...

Sentí mi corazón palpitar con rapidez.

—¡MARIE!

Ese grito nos hizo sobresaltar, haciendo que, por un momento, Lea pierda el control, pero por suerte, logró estabilizar el auto y mirar hacia en frente.

Yo giré mi rostro hacia adelante y justamente pude ver algo o alguien cruzar la calle.

Lea intentó frenar el auto, pero este no cedió, haciendo que perdamos el control, provocando que intente rodear a esa persona, o lo que sea que es.

Pero el auto se salió del carril y por lo mismo, comenzó a dar vueltas, haciendo que nos golpeemos con la ventana del auto.

Las bolsas de aire salieron, golpeándonos aún más.

Difícilmente abrí mis ojos, con dolor, haciéndome ver algo de humo, lo que me hizo toser un poco. Un líquido comenzó a recorrer mi frente, al igual que con Lea, la cual no parecía estar despierta.

Intenté moverla un poco, pero mi brazo comenzó a doler, evitando que pueda intentar despertarla.

Miré hacia afuera, justo del lado de Lea y pude ver una criatura arrastrarse hacia nosotras, inmediatamente lo reconocí.

Esa criatura aterradora está aquí y viene por nosotras.

Intenté gritar, pero se me dificultaba.

El dolor en mi cabeza me hizo marearme y así, cerrar los ojos, haciéndome caer en un sueño tan oscuro y probablemente mortal.

***

[COMPLETA] ✓ECHO - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora