three

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"Cometamos el crimen perfecto.
Yo me robo tu corazón y tú te robas el mío."













Despertó abruptamente.

Debido a los golpes de la puerta de su habitación.

Aún estaba algo aturdido por las memorias que llegaron a él de su juventud, de cuando todo comenzó.

Dio un profundo suspiro, levantándose para caminar a la puerta que seguía siendo tocada insistentemente.

Abrió desperezándose la puerta de su habitación, dejando ver a una de las sirvientas de la mansión.

-¿Qué sucede Ann?- preguntó amablemente, sabiendo que era algo urgente si ella venía a su habitación.

-Su familia está aquí, Sr. Kim. Ellos lo esperan en la sala- mencionó amablemente.

-Espera…te refieres a Namjoon y sus secuaces?- preguntó refiriéndose a su esposa y a su hija.

-Si, todos ellos- asintió Ann.

-Bien, diles que bajo en unos minutos, que preparen el desayuno para todos- menciono- Si Jungkook aún duerme, despiértalo por favor, debe estar presente ya que igual es parte de esta…familia- dijo haciendo una leve mueca.

-Así será, Sr. Kim, con permiso- pidió amable retirándose para seguir con sus labores.

Seokjin cerró la puerta y caminó hacia su cama, sentándose a los pies de esta, aún asimilando que sus padres y su hermana estaban ahí. Las cosas  se pondrían un poco más movidas y no sabía si aquello le gustaba.

Resignado se fue al baño de la habitación, tomo una ducha no muy larga, para luego salir en toalla y comenzar a vestirse. Su vestimenta contaba de un buzo para nada formal y un polera de manga corta.

Una vez estuvo satisfecho con su reflejo, salió de su habitación y bajo las escaleras para encontrarse con su familia en la sala. Se acercó al lugar y diviso a Hyejin sonriendo felizmente, mientras miraba a su marido, Kim Namjoon y a su pequeña hija, que de pequeña no tenía nada, tenía aún muchos más años que él.

Pero Jisoo se conservaría joven por siempre, su naturaleza híbrida era reflejada perfectamente en ella.

Haciendo presencia en el lugar y mirando a los intrusos en casa, saludo como el anfitrión que era.

-Bienvenidos a casa, espero que hayan tenido un buen viaje- comentó sonriéndoles- No esperaba para nada tenerlos aquí…tan pronto- dijo algo perdido.

-Seokjin oppa!- exclamó Jisoo y se acercó a él, abrazándole- Te he extrañado mucho- dijo haciendo un puchero.

-Ya han paso cinco años desde que te asentaste aquí con Jungkook. Ha pasado bastante tiempo a mi parecer, querido- mencionó Hyejin.

-Debemos tener control de ustedes o pueden hacer algo que nos perjudique- comentó Namjoon esta vez, seriamente.

Jisoo miró con el ceño fruncido a su padre.

-¿Por qué dices ese tipo de cosas tan serio?- preguntó algo molesta- Oppa nunca haría algo para perjudicarnos- dijo mirando a Seokjin- ¿cierto oppa?- preguntó ésta vez.

-Ciertamente no, Jisoo. No podría hacerles ese daño- respondió sonriendo.

La contraria le devolvió la sonrisa y miró a su padre molesta por sus palabras.

La tensión se corto porque Jungkook apareció en la sala, saludando a todos y fue blanco de los abrazos de Jisoo también. La chica quería mucho a ambos inmortales, ya que habían pasado muchos años juntos y se conocían demasiado, aunque ahora cada uno estuviera por su lado.

Algo llamado AMOR (JinSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora