five

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Anam Cara

"Tu sei il mio destino"













Yoongi estaba nervioso.

Ya habían dejado a Jimin y Hoseok irse, pero lo que se venía ahora, lo tenía al borde del colapso.

Solo había pensado en ello en las horas anteriores.

Taehyung iba manejando ésta vez, bajo su supervisión, ya que aún era menor de edad, además de ser quien conocía donde los Kim vivían.

¿Cómo sabe dónde los Kim viven?

No tiene idea, pero ahora era lo que menos quería saber.

Todo su cuerpo le pedía por ir con Seokjin.

A medida que más se alejaban de la ciudad, la naturaleza se aferraba más al paisaje, hasta que Taehyung doblo por un camino de tierra y luego de 5 minutos estaban fuera de una gran casa, más bien una mansión.

Taehyung aparcó el auto y miró a su hermano, quien se veía no muy seguro de hacer aquello.

-Hyung...-le llamó con tranquilidad- debes calmarte- sugirió.

Yoongi estaba en silencio mirando sus zapatos.

Negó moviendo su cabeza, tratando de quitar todos aquellos pensamientos intrusivos que le decían que no debía hacer eso. Ya estaban aquí, debía enfrentar a Seokjin y saber que era lo que pasa entre ellos, porque aún no lo logra comprender.

Dejo salir un suspiro bastante fuerte y profundo.

-Estoy bien -le dijo a su hermano, mirando hacia la residencia- Solo toco la puerta?- preguntó dubitativo.

-Hay un timbre, tócalo y saldrá alguien a recibirte- le índico amable.

-Tú...-le miro con sus ojos entrecerrados- Ya has estado acá, cierto?- preguntó.

-Eso no importa ahora, Hyung- dijo sonriendo- Solo ve y averigua lo que necesites para saber que hacer. Piensa en ti y en tu felicidad, Hyung- comentó amablemente.

Vio como su hermano mayor asintió con una leve
sonrisa, para luego tocar el timbre. No notó quien le abrió la puerta, pero presentía que fue la misma persona que cuando él fue.

Tan solo esperaba que todo saliera bien.
















Yoongi anunció su nombre a la Señora que le atendió y ésta le pidió que lo esperara en el vestíbulo.

Observó algunas cosas que habían allí, a pesar de ser una construcción moderna, habían cosas que la adornaban que parecían reliquias, pero eso le daba un aire bastante sofisticado al lugar.




Mientras tanto Ann, el ama de llaves, se dirigió a la habitación de su Señor y golpeó la puerta. Era muy temprano, por lo que estaba segura de que el Joven Kim dormía, pero volvió a golpear insistentemente.

La puerta se abrió, dejando ver a un somnoliento Jin, apenas con sus ojos abiertos y su cabello alborotado.

-...Ann? Qué pasa ahora?- preguntó bostezando.

Algo llamado AMOR (JinSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora