Proyecto Rebirth 2: La Cruzada de Los Niños || Romanogers

11. Creer

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel. Solo los personajes que no reconozcan y la historia me pertenecen.

NOTA: Negritas en ruso. 

Si aquello fuera una misión normal, Natasha hubiese actuado sin pensarlo y le habría atravesado el cráneo con una bala al doctor Ryans; pero en ese lugar nada sucedía como debería.

—Eso hace mi trabajo más fácil—dijo el hombre con sinceridad—Y el tuyo, ¿no crees, Alinka? Si te mato ahora, te ahorraré mucho sufrimiento.

Los padres y hermanos de la rubia vieron cómo la duda se instalaba en su mirada. Ese fue el paso que hizo actuar a Steve, usando un pedazo de metal para golpear al hombre con fuerza en la cabeza; detrás de él, los tres chicos se encogieron al escuchar el crujir de los huesos. Era la primera vez que veían a su padre ejercer violencia tan abiertamente.

—¿Dónde carajos están los demás?—cuestionó Natasha.

—Tony dijo que venían para acá—dijo Steve.

Patrice se abrazó a la cintura de Allysson, temblando de pies a cabeza. No pensaba en más que el arma que había estado frente a la cabeza de su hermana, ¿qué estaba pasando?

—Patty, arcoíris, ¿por qué no vamos a casa?

Por inercia, la pelirroja extendió las manos a su hermana cuando ella le habló pero fue Steve quien la levantó. Patrice se sentía derrotada, así que terminó por reposar la cabeza en el hombro de su padre, sin decir ni una sola palabra. Natasha pasó un brazo por los hombros de cada uno de sus hijos mayores, empujándolos para avanzar.

—¿En qué estabas pensando?—siseó Niko a Allysson.

—En Patrice—dijo ella.

Niko no pudo responder nada acerca de eso. Los tres hermanos terminaron subiendo al automóvil, dejando que sus padres se encargasen del doctor Ryans, junto con el resto de los Vengadores.

—Patty, ¿podemos hablar?—dijo Allysson, después de varios minutos de silencio.

La pelirroja asintió con la cabeza. No soltaba la mano de su hermana. Allysson había notado que su hermana no dejaba de temblar, pero no se animaba a abrazarla; quería decirle demasiadas cosas. Niko observaba a ambas con una mueca de preocupación.

—No te voy a pedir que entiendas lo que hago, ¿está bien?—suspiró la rubia—Tampoco quiero que sepas todo lo que he vivido.

—No eres la víctima, Alya—dijo la pelirroja, viendo a la ventana donde sus padres hablaban con un policía—No pretendas serlo.

—Créeme, no quiero serlo. ¿No te parece que Niko y yo estamos cansados de todo esto?—dijo la chica—¿Qué no daríamos todo por tener una vida normal?

—¿Qué es normal, Lya?—cuestionó Patrice—Somos hijos de la Viuda Negra y el Capitán América. Nunca va a haber nada normal para nosotros.

Esta vez, Niko decidió intervenir.

—¿Por qué no?—preguntó el hermano—Creo que nuestros padres se han esforzado mucho para que seas felices, Patrice.

—Para que los tres lo seamos—Allysson aún sentía remordimiento por lo que había ocurrido con su madre el día anterior.

—¿Es cierto que te vas a morir?

—No—dijo Niko con firmeza, retando a la rubia con la mirada, quien solo bajó la cabeza.

—¿Por qué lo dijiste, entonces?—quiso saber Patrice.

—Para que te dejara en paz, ¿de acuerdo?—Allysson no podía encontrar la mirada de sus hermanos—Si esas personas saben que tu existes, te vas a meter en muchos problemas, a ti y a mis papás, ¿por qué los buscaste?