15. ¡Miércoles!

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Desa

Prácticamente estamos a mitad de semana y dentro de dos días tengo que presentar las ideas desarrolladas para la gala que la empresa Gleeson E&P está organizando. También volveré a coincidir con Edahi y eso me pone nerviosa. Bueno, no solo nerviosa, ejem... Aunque el último contacto que hemos tenido ha sido correcto - fue profesional y educado cuando nos comunicamos ayer a la noche por email - no se me olvida lo ocurrido en su empresa. 

En serio, debería tratarse la bipolaridad...

Así que llevo casi toda la mañana preparando muestras y fotografiándolas para incluirlas en la presentación del viernes. Primero preparo el Baklava, un finísimo hojaldre relleno de pistacho y miel que juntos combinan un sabor muy jugoso y dulce. Tras esparcir pistacho picado por encima, le saco una foto y lo aparto para seguir con el siguiente. Lokum, delicias turcas, son una especie de gominola de azúcar de distintos sabores, algunas de ellas llevan frutos secos. Las parto en trozos y las ordeno en fila jugando con los vivos colores, tomo la foto y prosigo. 

Me paso una hora preparando el último postre, el Künefe. Saco la masa philo y la corto en finos hilos, se llama Kataifi. Después uso un queso delicioso para rellenarlos. Tomo ese conjunto que he montado y lo horneo con mantequilla y lo cubro de sirope con azúcar, limón y frutos secos picados. Vuelvo a usar pistachos, ya que generalmente son los ingredientes más usados y el señor Yavuz quiere tradición. Tomo la última foto y llevo todos los postres al mostrador. 

— ¿Has acabado? — pregunta Jael acercándose a mí con una sonrisa. 

— Sí, ahora iré a casa y mientras paso las fotos al ordenador me daré una ducha para después editarlas — explico soltando un suspiro de cansancio. 

— ¿No prefieres tomar un café antes de irte? — me pregunta masajeando mis hombros. Dios, que gustito... — no todo es trabajo, Des — me regaña — también tienes que desconectar.

— De acuerdo, papá — le respondo con burla, aunque sé que tiene razón — te haré caso, ya quita esa cara y tráeme un cappuccino con canela y cacao — le ordeno intentando poner expresión seria. Aunque fallo en el intento provocando la risa de Jael. 

— Y con un toque de caramelo — me recuerda sonriente separando la silla para que me siente. Jael siempre tan caballeroso — Marchando — dice yendo a prepararlo.

Mientras espero a que Jael me traiga el cappuccino, reviso mis redes y subo alguna de las fotos descartadas para promocionar su venta. No tardan en llegar los "me gusta" y comentarios positivos. 

— ¿Qué hemos dicho de descansar? — pregunta Jael con ceño fruncido mirando mi teléfono dejando los cafés en la mesa. 

— Solo he subido unas fotos para promocionar los postres que he fotografiado — le explico restándole importancia y dejando el móvil con la pantalla apagada a un lado.

— Lo que digas — dice volteando los ojos — Bueno y dime — continúa él dando un trago a su café negro — ¿Qué haremos para tu cumpleaños?

— Aún faltan semanas, Jael — le recuerdo bufando. Él sabe que no es una fecha fácil para mí. Me trae recuerdos poco agradables.

— Los últimos tres años no ha pasado nada — se defiende — Cris y yo creemos que ya es hora de superar eso también, Des...

— Lo sé, solo que...— suspiro, no quiero hablar de ello. Hablar implica recordar, recordar volver a sentir y yo, no quiero volver a sentir aquello. Nunca más. 

— Des, ¿me estás escuchando? — pregunta chasqueando los dedos frente a mis ojos — Lo siento, yo no quería

— No importa — lo corto sin querer seguir hablando de eso. 

Dulce y sin azúcar añadidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora