6. Pequeños placeres de la vida

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Desa

Por fin sábado. Hoy toca clase de cocina con mis renacuajos. Amo cocinar con niños. Sin oferder, pero me resulta más placentero que hacerlo con adultos, con los que mis reservas de paciencia se agotan a una velocidad descomunal. En cambio los niños, con ellos es más fácil, preguntan lo que no entienden, participan dando nuevas ideas y disfrutan de cocinar como lo hacen cuando juegan. Es divertido y hoy no será la excepción.

Con una sonrisa de oreja a oreja, producto de la satisfacción de mis recuerdos, tomo el último sorbo de café y después de recoger y limpiar lo usado en el desayuno, preparo todo para la clase de hoy. Las clases de cocina para niños las damos en El Rincón de Des, dos sábados al mes. Ellos aprenden mientras disfrutan y sus padres y madres descansan durante dos horas tomando un rico café.

Generalmente, soy yo junto a Cris o Jael quien abre el Rincón de Des, pero como esta semana he trabajado parte de sus turnos para que pudieran estudiar y acabar sus trabajos de fin de carrera, tengo libre hasta que empiece la clase. Así que aprovecharé y pasaré antes por el mercado. Saco el móvil y escribo a los chicos.

~ Grupo: Trío calavera ~

🗨️ Yo > Buenos días, Petit-suisses. ¿Cómo lo lleváis sin mi?

Cris es el primero en responder.

🗨️ Cris > Buenos días amore. Nadie ha quemado la cocina.

🗨️ Jael > Aún...

🗨️ Yo > Muy gracioso...

🗨️ Cris > Jael, no olvides que su sentido del humor empieza a partir de las once...

🗨️ Jael > 🤭🤭🤭

🗨️ Yo > En serio, ¿No han pensado en montar un dúo cómico?

🗨️ Yo> Como sea...Pasaré por el mercado antes de ir, si recuerdan algo no apuntado en la lista, mandáis mensaje.

🗨️ Jael > De acuerdo, bonita. Prepararemos todo para la clase.Y no olvides que nos amas 😍😍

🗨️ Yo> Recuérdame por qué...🤔🤔

🗨️ Cris > Auch...acabas de desistegrar nuestros corazoncitos.

🗨️ Yo > Sin lloriqueos, niños 😘😘

Para cuando me despido de mis pequeños grandullones, ya he llegado al mercado de Brooklyn. Unos enormes castaños me dan la bienvenida y me interno en ese ambiente de colores y aromas que tanta paz me transmiten. Tal vez parezca tonto, pero esa mezcla me transporta a otro mundo. Cierro los ojos, aspiro y me centro en los diversos aromas sintiendo una gran paz interior.

Tampoco penséis que soy de las que abraza árboles, y ojo que no tengo nada en contra de quien lo hace, pero yo por ahora, no llego a ese nivel.

Supongo que las personas, en general, no paran el ajetreo diario para apreciar esas pequeñas cosas, pero para alguien que ha estado privada de su libertad ,como yo... Sacudo esos pensamientos negativos haciendo que los recuerdos regresen a la caja de la que nunca debieron salir.

Fush, fush fuera

- Buenos días Des - me saluda Frederick sonriente, un hombre robusto de sesenta y tres años quien vende fruta en el mercado desde hace más de diez años - ¿Qué necesitas hoy?

- Buenos días Frederick - lo saludo con alegría, lo aprecio mucho, lo siento como mi abuelo - Necesito frutas para mermelada, ¿qué tienes de temporada?

Dulce y sin azúcar añadidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora