𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷𝟷.

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𝚅𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚊 𝚟𝚎𝚛 𝚎𝚕 𝚊𝚛𝚌𝚘 𝚒𝚛𝚒𝚜.

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ʜᴀɴᴀʙɪ'ꜱ ᴘ.ᴏ.ᴠ

El periodo vacacional antes del nuevo semestre escapó de mis manos a la velocidad de la luz.

 Aquella semana, descansando cerca de la piscina o la playa, tomando siestas con Levi acostados en una hamaca, las competencias de castillos de arena, que perdimos frente a Eren y Mikasa, excursiones a los cenotes de Tulum, así como a zonas arqueológicas con las que el profesor Ackerman quedó encantado.

 Y, por supuesto, todas y cada una de las noches en las que terminábamos haciendo el amor en diferentes partes de nuestra habitación, libres y plenos, sin temor a ser atrapados por el personal de limpieza de su casa o a ser escuchados por la señora Ackerman. 

Todos esos días quedaron atrás como un lindo recuerdo de las mejores vacaciones de mi vida. Ahora estoy sola en una habitación enorme, con el conocimiento de que un par de hombres armados custodian el edificio en caso de que alguien quiera hacerme daño. 

Me detengo frente al espejo mientras intento colocar un lazo azul a mi cabello, el dormitorio luce vacío sin las pertenencias de Sasha, las cuáles se encuentran en el nuevo departamento al que ella y Niccolo nos invitaron este domingo para tener una comida de celebración.

Una vez estoy lista, me cuelgo el bolso y bajo hasta la recepción donde me encontraría con Jean, lo distingo enseguida, sentado en uno de los sillones próximos a la ventana, conversando con una persona conocida para mí, Marco Bott, mi compañero de la facultad. 

— ¡Hanabi! — saluda tan pronto me ve.

— Supongo que no hace falta presentarlos, sé que asisten a las mismas clases — menciona Jean cruzado de brazos. 

— ¿Cómo es que se conocen? — pregunto realmente curiosa.

— Estamos en el mismo equipo de baloncesto, lo invité a la reunión en casa de Sasha con la intención de que conozca a los demás.

— No tengo muchos amigos en la universidad — añade el pelinegro frotando su nuca. 

— Sasha estará feliz de tenerte en su casa, te lo aseguro, entonces, ¿nos vamos? 

Asienten con la cabeza y salimos de los dormitorios, camino detrás de Jean, a la par con Marco, sintiéndome pequeña comparada al tamaño de ambos, Marco me sonríe con amabilidad, e incluso paga mi entrada al metro, una vez subimos, él y Jean se envuelven en una conversación sobre los próximos partidos del equipo y yo me relajo observando la ventana, totalmente ajena a lo que hablan. 

Sasha y Niccolo eligieron el primer departamento que visitamos, como su nuevo hogar

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Sasha y Niccolo eligieron el primer departamento que visitamos, como su nuevo hogar. Un espacio pequeño y acogedor que, de no ser por los muebles previamente colocados, luciría vacío. 

𝚀𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚕𝚊𝚍𝚘 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora