𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷𝟹.

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"𝙻𝙰 𝚃𝙴𝙼𝙸𝙳𝙰 𝚃𝙾𝚁𝙼𝙴𝙽𝚃𝙰"

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ʟᴇᴠɪ'ꜱ ᴘ.ᴏ.ᴠ

— Buen día profesor Ackerman, permiso. 

La cortante voz de Hanabi llegando al salón vuelve aún más amargo mi café de la mañana, veo cómo camina entre los asientos del frente para sentarse en su sitio de siempre, sólo que esta mañana, Marco Bott llegó antes y la espera con una sonrisa que es rápidamente correspondida. 

Maldita sea, en este momento preferiría ser un estudiante y no el maestro. 

 Saco el móvil para dejarle un mensaje pero ella ni se inmuta, sigue conversando con el de las pecas sin prestarme atención, sé que está molesta por lo de Jane, necesito decirle que le he dejado clara — nuevamente — su posición como mi asistente. 

— Guarden silencio, vamos a comenzar, todos coloquen sus tareas sobre los pupitres —  hablo después de aclarar mi garganta —  señorita Lufkin, recoja los trabajos de sus compañeros y tráigalos a mi escritorio, por favor. 

 Hanabi se puso de pie lentamente, mis ojos se desviaron un poco a sus piernas descubiertas, sin embargo, intenté disimular, aunque la mayoría de los alumnos repetía mi acción sólo que más descaradamente, creo que fue un error pedirle pasar por las tareas, ahora todos están observándola. 

Tsk, malditos adolescentes hormonales. 

— Aquí tiene profesor —  dice colocando la pila de hojas sobre mi escritorio.

— ¿Estás molesta conmigo? 

—  No sé de que habla — pronuncia con frialdad y regresa a su asiento. 

No tengo más remedio que iniciar con la clase, nunca sentí el pasar del tiempo tan lento y tortuoso como ahora, sólo quería ver el reloj marcando las 11 para despedir a los chicos y poder hablar con Hanabi. 

— Señorita Lufkin, necesito que se quede después de clases —  menciono sin apartar la mirada de su manuscrito. 

— Profesor Ackerman, le recuerdo que esta tarde comenzamos con las asesorías particulares — irrumpe de pronto la mocosa de cabello azulado. 

— Sí señorita Katherine, la veré a la 1 en la sala de profesores — contesto tratando de disimular mi mal humor, miro a Hanabi y su rostro luce más serio que en la mañana, maldita sea, no le había comentado de mis clases con Blossom

La campana sonó y los chicos comenzaron a salir uno tras otro, haciendo la típica reverencia al despedirse de mí hasta que sólo quedaban Hanabi y Marco aún conversando en sus pupitres. 

— Entonces te veo a las ocho — terminó por decir Bott y se colgó la mochila — por cierto, lee el mail que te envié con las correcciones de tu novela, si tienes alguna duda podemos hablarlo al final del partido. 

— Vale, te veo más tarde — responde Hanabi y también toma su bolso.

— Hasta mañana profesor Ackerman. 

𝚀𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚕𝚊𝚍𝚘 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora