𝚀𝚞é𝚍𝚊𝚝𝚎 𝚊 𝚖𝚒 𝚕𝚊𝚍𝚘 | ʟᴇᴠɪ ᴀᴄᴋᴇʀᴍᴀɴ

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷𝟿.

𝙻𝙾𝙽𝙳𝚁𝙴𝚂

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ʜᴀɴᴀʙɪ'ꜱ ᴘ.ᴏ.ᴠ.

— ¿Qué opinas? 

— Fue increíble — respondo con los ojos muy abiertos — has mejorado muchísimo en menos de dos años. 

Porco sonríe de lado y devuelve el móvil al bolsillo de su chaqueta de cuero; las canciones nostálgicas que suelen poner los clubes musicales por la madrugada se escuchan un poco más suaves en el área alejada de las bocinas, donde las luces son tenues y rondan pocas personas en especial mis amigos. 

— Es extraño estar aquí, contigo — señala dando un trago a su copa — luces hermosa, por cierto. 

Sonrío y agacho un poco la mirada involuntariamente, la forma de coquetear de Porco Galliard, rompe todas mis defensas a pesar de que esta reunión sea meramente amistosa. 

— Gracias — murmuro pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja — no tenía idea de que estarías aquí, los chicos no lo mencionaron. 

— Si lo hubieses sabido, ¿Habrías venido? — pregunta posando su mirada dorada sobre mí. 

— Tal vez — contesto insegura, provocando que ría y niegue con la cabeza. 

— Me alegra que hayas venido Oli, te debía una explicación respecto a lo que teníamos antes de mudarme a América.

— No tienes por qué, ambos somos responsables de ello — comienzo a decir — pude llamarte para aclarar la situación, sin embargo, no quise hacerlo. 

— Yo fui el que se marchó, la distancia, la universidad y la ciudad, captaron mi atención y te descuidé, cuando quise hacer algo al respecto, era demasiado tarde y terminé perdiéndote. Sólo me gustaría que supieras algo, no fue porque dejara de amarte, siempre has estado y estarás en mi corazón, nadie se compara a mi Hanabi Olivia Lukfin. 

Sonrío sintiendo como mis mejillas enrojecen, él habla con tranquilidad envidiable mientras yo soy un manojo de nervios, insegura hasta de cómo respirar. 

— Gracias por decírmelo, son situaciones que, una vez aclaradas, provocan calma en el interior y ayudan a cerrar ciclos, uno de los mejores en mi vida si me lo preguntas, ya que siempre estaré agradecida por lo que tuvimos. 

— Yo también Oli, yo también. 

* * * 

Pasé la siguiente hora y media conversando con Galliard sobre nuestras vidas, no le sorprendió que el profesor y yo hubiésemos tenido una relación a los pocos meses que se marchó, parecía molesto al escuchar por qué terminamos, limitándose de hacer comentarios al respecto. 

El tiempo se ha esfumado de nuestras manos, vemos a Armin acercándose a nuestra mesa a la vez que gira unas llaves en la mano derecha; dirijo la mirada hacia los asientos de mis amigos al otro lado del club, Sasha y Niccolo se han ido y los restantes parecen estar completamente ebrios, sobre todo Eren -quién se supone sería el conductor -.

— Llevaré a todos a la universidad — anuncia el rubio — ¿Vienen con nosotros? 

— Yo llevo a Hanabi. 

— De acuerdo, aquí tienes la llave de mi dormitorio, dejaré a Eren en el piso y tú puedes usar su cama — dice Armin arrojando un llavero — nos vemos, vayan con cuidado. 

Galliard se gira hacia mí con una sonrisa. 

— ¿Ya quieres irte? 

— En realidad no tengo sueño pero, me estoy muriendo de frío — confieso — así que llévame a la uni, por favor.