Capítulo 39.

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LEAN HASTA EL FINAL DEL CAPÍTULO, ES IMPORTANTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.

Una broma, una broma sería perfecta para este maldito momento de aburrimiento en el que lo único que hago es quedarme en la casa haciendo tonterías.


Pero.. ¿Que tipo de broma?


No sé, tendría que ser algo muy bueno.


Ya sé que con Carolina y Daniela no tengo tanta confianza, pero la satisfacción de hacer una broma era mayor. Así que luego de comer capaz que la haría, y esta sería ÉPICA.


Al terminar de comer nos quedamos en la mesa, entonces planee el chiste mentalmente.


Podía hacer que haya un temblor.. ¿No?


No. Absolutamente no, sería una tontería y ellos se quedarían tranquilos e indiferentes.


Pensé y pensé, pero nada venía a mi mente.


¡Ya sé! Me puedo hacer la poseída. Como si un demonio me haya poseído, y entonces hago que se asusten pensando que los voy a matar. Perfecto, al menos en mi punto de vista era genial. Ya que ellos no se asustaban fácilmente, y sabiendo todo el poder que tengo me tendrían miedo. Después de todo.. No sé.


Ya lista para actuar, agarré el borde de la mesa con fuerza y me empujé hacia atrás. Me miraron extrañados. ¿Que hacía? Eh.. no lo sé.


Actué haciendo que tenía una leve convulsión. Luego hice que mis ojos se pusieran completamente negros y las puertas- y ventanas- Ósea, todas las salidas posibles, se cerraron con fuerza, de golpe.


Sentía sus miradas horrorizadas sobre mí pero me esforcé por no sonreír. Algo que logré hacer, el quedarme seria. Ahora comencé a hablar con una voz sumamente gruesa, la que usaba para asustar a mis víctimas.

-He poseído este poderoso cuerpo. ¡Y ahora me vengaré de todos! Por fin, los mataré y me podré ir en paz. Tranquilos que van a tener una muere muy lenta y dolorosa- Sonreí


Por más que haya sonado sumamente tonto, se horrorizaron y corrieron a las salidas posibles. El único que no se separó de mi fue Liu, quien me decía que reaccionara, que era él, que me amaba. Me daba lástima, tenía ganas de abrazarlo y sabía que este chiste podía llegar muy lejos. Pero me contuve.


Entonces un agujero negro se abrió y absorbió a todos. Yo fuí con ellos, y antes de entrar me transformé en la Charlotte que siempre era; normal.


Entré a el agujero. Los había llevado a una parte muy lejana del infierno, adonde solía ir cuando era más chica. Entré y me reí al ver sus caras confusas y horrrorizadas.


-¡Charlie!- Gritó Sally y me abrazó

-Sus caras- reí a carcajadas- Me mataron-

-¡Que susto nos diste, hija de puta! ¡Me las pagarás!- Gritó Dani a lo que reí más


Se miraron entre sí e hicieron una sonrisa pícara. Luego me miraron a mi y se abalanzaron para comenzar a hacerme cosquillas. Literalmente me estaba muriendo de risa, era demasiado cosquilluda.

La hija de Zalgo (Creepys y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora