Capítulo XVIII

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Su cabeza dolía muchísimo cuando despertó, estaba seguro de que se trataba de la resaca por haber bebido mucho la noche anterior. Pero tan pronto dejo de pensar en el dolor, miro a sus alrededores; ¿Cómo había vuelto a casa? Y una pregunta mejor, ¿Quién se encontraba durmiendo junto a él?.

Se sentó en la cama y con cuidado destapó a la persona que se encontraba bajo las mantas, llevándose la sorpresa de que su mejor amigo se encontraba ahí. Casi pega un grito de no ser por la mano de Rude que le cubrió la boca.

— Cállate y déjame dormir —se giró nuevamente para estar cómodo y Reno le miró confundido, no le iba dejar dormir hasta obtener respuestas

— ¿Que paso anoche?¿Por qué estás en mi cama?¡¿Que hice?! —Rude bufó pesadamente mientras se sentaba en la cama.

— Anoche me llamaron de ese lugar... no tenías el dinero para pagar tus bebidas y mucho menos tenías para pagarle a las mujeres... —Reno sintió que su cara se caía de vergüenza, lo que menos quería era que Rude le viera de esa forma y supiera lo mal que se encontraba— después me llamaste pidiéndome que fuera a recogerte... —se cruzó de brazos y pensó en omitir la parte importante, no quería que su amigo se sintiera más avergonzado que antes.

— Dime cuánto dinero fue, prometo pagartelo todo —Reno se levantó de la cama y camino torpemente hacia uno de los cajones donde guardaba sus pertenencias, curiosamente su cartera no se encontraba ahí

Cierto, la perdió la noche anterior

— Eso no importa Reno, solo me debes la limpieza de la casa y algunas otras tareas... —Rude no quería tenerlo de flojo otra vez en su departamento.

— Tengo... —titubeó— Tengo otra duda —y tenía miedo de la respuesta— ¿Por qué dormiste conmigo? —si algo era cierto, su amigo disfrutaba de su cama a solas pues se movía mucho durante las noches y sobre todo, su comodidad al solo usar ropa interior en la cama.

— Bueno, no estabas consciente de lo que decías...

[Recuerdo]

— Prometo que te pagaré mi vida, solo me pase un poquito de cifras... —decía Reno entre una pequeña risa nerviosa

— Poquito eh... —dijo burlón, podría construirse un pueblo entero con sus gastos pero tampoco planeaba cobrarle nada, había hecho mucho por el anteriormente y esta era su forma de pagarle

Comenzaron a subir las escaleras para después llegar y encontrarse frente a la puerta del departamento

— La extraño... No dejo de pensar en que es lo que me falta... ¿Que tiene él que yo no? —balbuceó el pelirrojo mientras que su compañero buscaba las llaves en su bolsillo.

— ¿Te refieres a ____? —sabía que se trataba de ella pero quería asegurarse de que no estuviera cubriendo algún otro amorío.

— Sí, mi niña —Reno dejó caer su cuerpo contra la pared, recargandose por completo y sin apartar la mirada de su compañero. Rude le miró atento sin mover ni un solo músculo, creyendo que pronto su amigo sufriría de un colapso.— me miras... cómo si el mundo estuviera llegando a su fin... —aquella sonrisa burlona nunca podía ser igualada.

— El problema es que aún la ves como una niña... precisamente, tu niña... Reno —le sujetó del brazo para poder ponerlo correctamente de pié — ella ya es una mujer adulta, sabe cuidarse por si sola... Además, recuerda que solo es parte de nuestro trabajo —una vez abierta la puerta, ayudo a Reno a pasar pues ya ni siquiera podía mantenerse en pié. Lo sujetó como bolsa de basura y prosiguió a entrar con él— y si ella fuera para tí, entonces, ¿Por qué la estás pasando tan mal?

ꜱᴀʏ ᴍʏ ɴᴀᴍᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora