Capítulo XIX

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— Prométeme que está salida quedará entre nosotros —dijo estacionandose a una calle del bar, no quería que fueran a verlos juntos así que ella debía bajarse antes.

— Por eso no tienes que preocuparte, esto no sucedió y lo que se hasta ahora... lo usaré cuando sea necesario —Rude asintió y después de eso, solamente vio como se alejaba poco a poco de él para finalmente desaparecer al final de la calle.

Tenía una presión en su pecho que no le dejaba tranquilo, ¿La volvería a ver?

No quería saberlo, esperando a que la respuesta no fuera un simple "no", no quería dejarla ir pero debía hacerlo antes de que las cosas se pusieran peor.

No planeaba mirar hacia atrás, no quería ver la tristeza de Rude que había visto desde que le contó que morirían si no hacían su trabajo.

No tenía ni la mínima idea de cuál sería la elección correcta, ¿Debía contarle a Cloud? ¿Debía sacrificar las vidas de Reno y Rude? ¿Debía dejar morir a Cloud?

Se detuvo en seco, a unos cuantos metros del bar y se recargó sobre la pared, sintiéndose abatida por todo lo que se había enterado. Tomo aire y guardó sus lágrimas, si es que había llegado Cloud o los niños se hubieran despertado, no quería que ellos la vieran así, no quería volver a verse vulnerable para ellos. Retomó su camino después de su pequeño descanso y cuando apenas puso un pié sobre la escalera; alguien salió disparado de la puerta y la rodeó con sus brazos, ¿Por qué todo comenzaba a ser confuso?. Su aroma golpeó sutilmente su nariz, aquel aroma que tanto amaba estaba sobre ella, provocandole una punzada sobre su corazón, lo había preocupado y no solamente a él. Algunos miembros del ex grupo AVALANCH se encontraban en el local.


— ¿A dónde habías ido? —decía casi en un susurro mientras se apartaba un poco de ella para poder mirarle a los ojos, aunque quisiera ocultarlo, su angustia era muy notoria. Cloud tenía miedo de que su sueño se hiciera realidad y que algo malo le sucediera a su familia.

— Salí... —de pronto las palabras de Rude resonaron en su cabeza, sentía su necesidad por cumplir su promesa— solo salí a dar una vuelta y a tomar aire... —Cloud le miró y la analizó, ella mentía, su mirada hablaba por si sola y cuando Tifa se percató de su intención, volteo hacia otro lado tratando de no mirarle, así, reforzó la conclusión de Cloud: le mentía—  perdón pero tengo que atender el bar —Tifa se hizo a un lado y subió los escalones en silencio.

— Tifa —la fría voz de Cloud la detuvo.— dime...

— Estoy bien, solo necesitaba tomar aire fresco... Eso es todo —cuando Cloud se giró a verle, solamente vio como es que ella entraba al bar y lo dejaba completamente solo en la calle.

Llevaba días actuando rara.

Cloud dejo escapar un leve suspiro harto de sus evasiones y fue tras ella, abriendo de golpe la puerta y caminando con fuerza hacia la barra.

— No puedo creerte que estés bien, siento que estos días estás fuera de tí y es por algo... —los demás les miraban extrañados pues era extraño que ambos pelearan en público, cuando Cloud llegó a la barra, dio un pequeño golpe a esta con su puño, llamando por completo la atención de todos.

— Tal vez tu eres el que está fuera de sí —respondio serena a pesar de que Cloud parecía que por primera vez perdía el control.

Y al oír su tono de voz, se tranquilizó por completo, no quería alzarle la voz, nunca lo había hecho y mucho menos frente al grupo.

— Perdón... estoy algo frustrado con muchas cosas... —ambos permanecieron en silencio y como si a Tifa no le importara, continúo con lo suyo.

— Yo también tengo frustraciones, así que, supongo que debes comprenderlo —ya no mencionaron nada más y cada quien se fue por su lado

— ¿Que le pasa a esos dos? —se escucho a Yuffie decir al fondo

— No lo sé —le respondió Vincent un poco indiferente.

— Iré a ver —Yuffie se levantó de su asiento y caminó hacia la barra donde Tifa se encontraba, aguantando sus ganas de llorar y distrayendo su mente con todos aquellos vasos de vidrio por lavar— ¡Tifa! Nos preocupó no verte aquí... Cloud no dejaba de estar nervioso y por suerte nosotros estábamos de pasada, ¿Esta todo bien?... —y al preguntar lo último, Tifa finalmente alzó la mirada y las lágrimas brotaron de inmediato— ¿Que paso? —preguntó preocupada— ven —cruzo la barra y la sujeto de los hombros para llevársela a la mesa donde se encontraba Vincent

El pelinegró se tensó de inmediato, pues no era su gusto ver a la gente llorar.


Cuéntanos —dijo Yuffie — no te preocupes por Vincent, el no dirá nada, ¿verdad? —el pelinegro asintió

[RENO]

La cama estaba vacía, Rude ni siquiera se encontraba junto a él como esperaba. Se había ido a saber dónde y en esos momentos no le interesaba mucho a decir verdad.

Puto dolor de cabeza.

Torpemente se levantó de la cama para dirigirse al baño, una vez ahí, se propuso a darse una buena ducha para quitarse los olores de alcohol, estaba seguro de que apestaba muchísimo y no solamente de alcohol, también se podía percibir algunos cuantos distintos aromas mezclados, alguna, esencia de mujer.

Al sentir pereza de estar de pie en la ducha, se recostó en la tina una vez que comenzaba a llenarse.

— ¿Debería?... —preguntó al aire, pensando en lo que le había dicho Rude en la madrugada— tal vez no... —dijo mirando al techo y dejo escapar un suspiro para después hundirse en la tina

Tenía miedo de buscarla, ¿Y si estaba mejor sin él? ¿Lo querrá ver de nuevo? Un montón de dudas lo estaban ahogando y el agua también, así que rápidamente se salió del agua, respirando de inmediato y limpiándose la cara como podía.

El drama no era para él.

Pero ya había tomado la decisión, iría a verla para quitarse las dudas, debía ser directo con todo lo que necesitaba sacar.

Después de su ducha se puso su ropa, vestir formal ya era parte de su día a día, no le incomodaba y sabía que se veía demasiado bien con esa clase de ropa. Se puso su perfume favorito, unas cuantas cremas y finalmente se peinó un poco. Estaba listo para comerse al mundo, estaba listo para ella, listo para un nuevo inicio, pero al percatarse de que iría con las manos vacías en busca de un perdón, sintió la necesidad de comprarle rosas

Ella merecía rosas, merecía muchas cosas más y el estaba dispuesto a darle todo. 

Llegó en su coche al primer puesto que encontró, vendían un montón de flores y el no sabía cuál elegir, pero su mirada no se apartaba de unos girasoles, le recordaban a ella  por verse de cierta forma " alegre", así que al final eligió un ramo de girasoles. Esperaba que a ella le gustaran o que no fuera alérgica a ellas.

Y derrepente, ya se encontraba de pié en su puerta, nervioso por tocar y ansioso a la vez.

Ella seguramente seguiría dormida pues aún era muy temprano, no solía levantarse a esas horas y raras veces en el bar la solicitaban en las mañanas.

¿Y si me voy?

Y cuando su mente apenas terminaba de formular la pregunta, ya habia tocado la puerta por impulso propio.
La puerta de abrió con cuidado, dejando ver primera mente un desorden en la sala y seguido de eso, una ___ adormilada que inmediatamente se sorprendió al tenerlo de frente.

— Hola... —dijo el pelirrojo.

ꜱᴀʏ ᴍʏ ɴᴀᴍᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora