capítulo 2

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Un mes ha pasado y no me has permitido reparar el daño. Me has negado hasta la más mínima oportunidad.
A excepción de unos días atrás, cuando te suplique que por lo menos me dejaras aclararlo todo.

Tu querías la verdad y, creeme te la dí, estoy seguro de que esperabas algo totalmente distinto a lo que mis labios dejaron salir y, aunque sabía que llorias te dije todo, sin filtros, ni máscaras, porque si lo hacía después sería peor una vez descubrieras la verdad.

Vi tus ojos aguarse cuando te conté el deseo pasajero que sentí por Dahyun, soltaste una lágrima cuando describí como acordamos encontrarnos en esa aula vacía para tener sexo y, me dijiste que me callara cuando te dije que llegaste justo cuando comencé a besarla. Me abofeteaste cuando te dije que fue error, que no se volvería a repetir. Me gritaste que era de lo peor, argumentando de por medio que si te engañé una vez se volvería a repetir una o quizá mil veces más, y finalmente, te diste media vuelta y me dejaste con las súplicas en la boca cuando te pedí que me dieras una segunda oportunidad.

¿Qué había de malo Yoongi? con lo que te dije ¿qué había de malo?

No menti.

La realidad fue cruda pero cierta, una realidad demasiado cruel ahora que me detengo a pensar.

Te alejaste por completo desde aquel día y yo no te busque más, creyendo que necesitabas un tiempo, porque la herida que te cause erá tan reciente y yo no quería verla sangrar más.

Tus amigos me odian, e intentan ayudarte a dejarme en el olvido, y nisiquiera lo dicimulan cuando me miran como a una escoria.

Hasta este punto yo soy el malo del cuento, pero solo yo conozco mi verdad. No soy tan malo del todo, solo no soy perfecto.

¿¡Por qué tus amigos han empezado a jusgarme como si no conocieran los errores!?

Solo yo sé que te amo, solo yo sé que te lloro. Solo yo soy testigo de los poemas de amor que escribo para ti, poemas con aires tristes y de desamor, poemas que incluso antes de esto escribí para ti pero que nunca te mostré por timidez, porque solo tú, Min Yoongi, me hacías sentir como sí fuera nada con tu sola presencia.

Cuando entro al salón te veo sentado en el sitio de siempre; frente al pisarron en las primeras filas de las butacas. Te miro discretamente, tú en cambio, volteas a otro lado.

Cuando estoy a punto de ir hacia ti, el profesor entra y a mí no me queda de otra que retomar mis pasos a mi lugar de siempre.

Toda mi atención está volcada en ti, mientras que el profesor habla y no logro entender lo que dice con claridad.

Le indica a alguien que pasé y un chico de baja estatura así lo hace, tiene el cabello rubio, parece tratarce de un alfa.

Es normal que te robes las miradas, eres bonito, es por eso que aunque me molesta que él se te quedará mirando, lo deje pasar.

—Mucho gusto, mi nombre es Park Jimin... —se presenta frente a la clase.

No podría inportame menos quien es él.

Antagonista [JinSu/JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora