capítulo 5

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No te había buscado desde que te grite tonterías aquel día.

Sin embargo el poco orgullo que tenía desapareció, lo tire por una borda decidiendo no refugiarme más en ese absurdo sentimiento digno de un cobarde herido.

Sabia que había un lugar en el campus que frecuentabas de vez en cuando. Te espere ahí, cada día a la misma hora, pero no llegaste.

Cuando estaba por rendirme la esperanza florecía de nueva cuenta en mi corazón y mis pies parecían caminar por sí mismos a ese punto para encontrarte.

Para mí buena o mala suerte, ese día decidiste ir en tu hora libre.

Pero como sí hubiese algo invisible ocacionando el caos entre nosotros, Dahyun apareció antes que tú.

Le dije que se fuera cuando me saludo.

—Por favor, Jin, no es como sí él  estuviera aquí, incluso —hizo una pausa y se acercó a mí —, podriamos retomar lo que Yoongi interrumpió.

La mire despectivo e incrédulo.

Cómo diablos pensé siquiera en irme con esta tipa teniendo a alguien como tú.

Me acerque a ella, lo suficiente como para estar cara a cara.

—Ni loco haría eso, Dahyun —le dije con tono firme para que aquello le quedará muy en claro.

Al principio me miro molesta, luego sonrió al mirar tras mi hombro, sabía que algo estaba mal, pero cuando intenté girarme Dahyun me lo impidió tomandome del cuello y me besó.

Quite su agarre de mí y la aparte, ella solamente se rió.

Cuando me di la vuelta ahí estabas tú, con tu cuaderno de pastas azules y un estuche con lapiceros de colores, tus ojos se habían llenado de lágrimas y una de ellas, prófuga y silenciosa, corrió por tu rostro.

—Yoongi, que inoportuno, por que siempre nos interrumpes —se burló Dahyun.

Por un momento me había olvidado de su presencia, y ahora que me volvía a percatar de ella tuve ganas de abofetear por vez primera a una mujer.

—No es lo que parece...

La segunda lágrima descendió y luego otra, retomaste el camino de regreso a dónde habías partido para llegar aquí, está vez tus piernas fueron más rápidas y corrieron para huir de mí.

Corri tras de ti. Maldiciendo, no se ni a qué, y esque a este punto ya no sabía ni a que maldecir.

Si era cierto que había una especie de Dios todo poderoso que todo lo ve y todo lo puede, lo más seguro es que no me quería junto a ti.

Te alcance y te aprese entre mis brazos.

Te dije lo que pasó, pero no me creíste. Forsegeaste hasta que mis brazos no pudieron retenerte.

—¿Y qué, Jin? ¿También vas a decir que cuando los encontré ella te arrastró a la fuerza y también te beso? —preguntaste con sarcasmo —. ¿Y qué los idiotas con los que últimamente has andado no eran omegas?

—Sí, sí lo son, y sí fue por voluntad propia que acordé tener sexo con ella pero... Está vez no es lo que crees.

—Te ví inclinarte a ella, Jin... Ni siquiera sé porqué me acerque, fui un tonto al hacerlo cuando sabía lo que pasaría.

–Sí, me incline pero no fue para besarla...

Negaste y te diste la vuelta.

Me duele que ya no creas más en mis palabras...

Tome tu mano y te atraje a mí, bese tus labios... Bruscamente, con desespero y reclamó. Me alejaste y me miraste como aún desconocido.

Y yo estaba igual de desconcertado que tú... Si seguía así solo te causaría más daño eso era seguro, no quería lastimarte pero tampoco sabía dejarte ir.

—Lo siento...

Me disculpé, por tus lágrimas, por reclamar a la fuerza tus besos y por lo que hice cuando desate este caos.

No respondiste, solo te fuiste de allí.

Dos días después me enteré, por mera casualidad, que el tal Jimin te encontró llorando y trato de darte consuelo invitandote un helado.

Genial, yo cosntruia nuestro martirio y luego odiaba a quien intentaba sacarte de él, y de paso, también culpaba al mundo entero, a la madre luna o, a aquel ser divino que medio mundo alaba, cuando el único autor de este infierno era yo...

Antagonista [JinSu/JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora