6. Sophie

209 23 12
                                    

SOPHIE POV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SOPHIE POV

—Ya empieza a llegar la gente —canturrea Freya—. ¡Esto va a ser una locura!

Las dos esperamos en la entrada del yate con una enorme sonrisa y unas enormes ganas de que empiece la fiesta.

Freya es mi mejor amiga de toda la vida. Nos conocimos en una fiesta a la que asistieron mis padres y me arrastraron a ir con ellos. Agradezco que pasara eso hace cinco años, ahora tengo una amiga increíble.

Es modelo. No la veo mucho por su trabajo, se la pasa viajando a todos lados ya que las marcas la necesitan en diferentes eventos.

—No soy fanática de las fiestas en el medio del océano —comento. A veces las olas golpeando contra el yate me dan náuseas.

—Piensa en que la vamos a pasar bien —me anima Freya—. Espero que se atreva a venir…

—¿Quién?

—Él —se peina su hermoso cabello rojo.

—¿Hug…? —me interrumpe antes de que siga.

—Hablemos en código, amiga —sugiere. Puedo notar su leve acento francés—. Es Héctor.

—Ah… te refieres a Héctor —asiento.

—Sí.

Freya es francesa, de hecho, toda su familia lo es. Cuando era niña se tuvo que mudar a Dinamarca por problemas familiares que involucraban a su padre y a la mafia. Sí, una locura.

—¿Por qué no lo haría? Que yo sepa, está más pegado a Logan que sus propios pelos —comento.

—Porque es un cobarde —responde—. Porque no quiere decirme a la cara lo que siente.

Es una chica que suele ilusionarse mucho cuando un chico le da la más mínima atención. Puedo entenderlo, después de vivir sin una figura paterna lo primero que buscas es atención masculina.

—¿Y ahora qué pasó?

—Estábamos en la fiesta de Kennedy Jackson muy borrachos. Cómo siempre, yo que soy una lengua suelta, comencé a decir que lo quiero, que es el amor de mi vida, que quiero… Ahg, esas cosas —cuenta—. De solo pensarlo me da asco.

—¿Y qué hizo?

—¿Qué hizo? Salió huyendo, como siempre —gruñe—. Me dejó ahí sola, borracha, y después lo encontré bailando con cientos de chicas alrededor.

—Que imbécil —murmuro—. Al igual que todos sus amigos.

—Están todos sacados de la misma bolsa, parecen clones —bufa.

Cambiamos nuestra mala cara cuando las personas se nos acercan y soltamos una sonrisa falsa. Luego volvemos a estar serias.

—¿Ese no es el príncipe? —pregunta Freya señalando con la cabeza detrás de unas personas.

El príncipe de blanco [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora