17. Ambos

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SOPHIE POV

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SOPHIE POV

—Buenos días.

Logan deja un beso rápido en mi cabeza y se mueve hasta la cocina. No digo nada, prefiero no hacerlo para evitar terminar llorando y arrepintiendome de todo. Tomo otro sorbo de mi café y sigo acariciando a Frosty, que duerme tranquilo a mi lado en el sillón de la sala.

Siento la mirada de Logan en mi nuca, estoy más que segura que se debe estar preguntando qué me pasa, porque así es él. Una pelea no es más que eso y al día siguiente te habla como si nada, pero para mi sí es importante y no puedo dejar que pase como Logan lo hace.

—Ayer fuimos a la playa con los chicos y había un perrito que jugaba al voley —cuenta. Se sienta a mi lado pero no lo miro.

—Mhm —es lo único que emito.

—Grabé videos para que lo veas.

De reojo, observo como saca su celular del bolsillo y busca en la galería. Habla como si nada pasara, cómo si él no fuera el culpable de la situación, aún sabiendo que estoy enojada y eso me enoja más. Y no es una pelea como las otras, esta vez es diferente.

—Mira.

No miro. Sigo tomando mi café con mis ojos fijos en la ventana. Logan suelta un fuerte suspiro y apaga el celular.

—¿Puedes dejar de ignorarme?

—¿Por qué lo haría? —hablo con un tono indiferente. Frosty se estira sobre mi cuerpo.

—Porque no merezco que me ignores —se excusa—. No te hice nada, Sophie.

—¿En serio eres tan orgulloso como para decir eso? ¿Acaso tengo que recordarte la pelea que tuvimos ayer? —lo miro con las cejas arrugadas.

—¿Estás enojada por eso? No fue más que una discusión inútil —dice—. No puedes ignorarme por lo que pasó.

—Tampoco puedes pretender que fue una pelea más cuando no.

—Todas las parejas discuten, es normal —de excusa—. Nosotros siempre lo hacemos y está bien, es mejor eso a no decirnos lo que nos molesta del otro.

—Pero no todas las parejas discuten cada vez que al otro se le escapa un pedo —susurro y tomo otro sorbo del café. Ya ni siquiera puedo sentirle el gusto, esto me amarga más de lo que debería.

—Bueno, perdón, ¿Sí? —suelta—. Siempre te repito que soy un idiota y que lo siento por mis actitudes.

—Lo haces, sí. Pero no me sirve de nada el perdón si no cambias.

Silencio. Sabe que tengo razón, pero es tan orgulloso que no va a darmela. Y más cuando tiene que ver con sus amigos, porque ellos son lo primero en la lista y después viene lo demás, eso me incluye. Puedo sonar celosa, y puede que tiempo atrás lo estuviera, pero eso cambió. Ahora no son celos, ahora es rencor y enojo por todo lo que tuve que pasar por culpa de ellos, cosas que no me merezco ni me merecía. Y fui tan ciega antes que no podía darme cuenta, realmente no podía.

El príncipe de blanco [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora