13. Percy

93 11 0
                                    

PERCY POV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PERCY POV

A veces pienso que ciertas personas están hechas para ciertos deportes, y otras personas están hechas para otro tipo, o ni siquiera están hechas para el deporte. La esgrima es una afición que no cualquiera puede desarrollar con éxito. Es difícil, se tiene que ser ágil, estar atento y tener la capacidad de pensar rápido al hacer el siguiente movimiento. No cualquiera puede hacer eso y que le salga a la perfección. Estoy totalmente orgulloso de decir que no entro en esa definición. Soy el mejor en esgrima.

—¡Eso, Percy!

—No te rindes nunca, ¿Eh? —digo en un murmuro mientras ataco a mi rival.

—Claro que no, si no te sería muy fácil —responde él con arrogancia.

—Creeme, así me es bastante fácil —le confirmo.

—¿Estás seguro?

—Completamente —respondo.

Ataco directo a su pecho pero él hace un movimiento y desvía mi florete. Vuelvo al ataque con rapidez antes de que llegue hasta mí. Me alejo despacio, respirando agitadamente y dando un tiempo antes de la siguiente jugada.

Pierre es un chico bastante bueno en el deporte, es parte del equipo de esgrima del palacio, también del de golf, tenis, atletismo y natación. Nos vemos bastante seguido y podría decir que es mi «compañero». No somos amigos, pero tampoco somos rivales, solo que somos muy competitivos y cuando nos toca un vs ninguno de los dos se rinde.

Por mi parte, no participo en todos los equipos, solo estoy en esgrima, golf, tenis, natación y equitación. Y claramente, en todas me desempeño como el mejor.

—¡Dale, Pierre!

Me devuelvo a la batalla y elimino todo tipo de pensamientos. Su florete avanza con decisión hacia mí, pero en un movimiento lo corro lejos y quien se acerca a él ahora soy yo. La jugada siguiente puede ser perfecta como puede ser un fracaso, es bastante arriesgada. Pero el que no se arriesga, no gana.

—Paren, paren —nos indica el entrenador. Pierre deja de luchar en cuanto lo escucha, yo no lo hago y realizó mi jugada final.

—Gané.

Mi florete se apoya en su pecho de manera victoriosa y yo sonrio con felicidad por detrás de la máscara. Pierre me mira sin una pizca de gracia.

—No vale.

—Percy, no hagas trampa —me advierte el entrenador.

—¿Qué? Él se distrajo un segundo y yo aproveché.

Sé que no fue una jugada tan limpia, pero ese movimiento final no iba a dejarlo pasar.

—Escuchaste mi orden, no te hagas el tonto —me recuerda mientras ríe. Yo me saco la máscara al igual que Pierre y observo la causa de nuestra interrupción.

El príncipe de blanco [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora