El príncipe de blanco [+18] ©

9. Sophie

SOPHIE POV'S

¿Recuerdan cuando dije que por nada del mundo iba a ir a esa fiesta universitaria? Bueno, me equivoqué.

Al parecer la idea llegó hasta los oídos de Logan y para el día siguiente ya me estuvo diciendo que necesitábamos ir para distraernos un poco. Claro que todo esto se lo amerito a Percy que seguro fue el que tuvo la grandiosa idea de mencionarselo a mi prometido.

Me miro al espejo y acomodo un poco mi cabello. Me observo, miro cada parte de mi cuerpo. Los pies, las largas piernas, la cintura que se envuelve en la tela, mis pechos, mis brazos, mi cuello, mi cara.

Me miro al espejo y me gusta lo que veo. Me gusta el vestido, me gusta mi cabello, me gusta como soy y como me queda. Hoy en día es difícil mirarse y gustarse a una misma, siempre hay algo que no nos agrada o que queremos cambiar. Hoy no siento eso, hoy me siento hermosa, poderosa y perfecta. Hoy por primera vez en mucho tiempo siento ganas de salir de fiesta solo para que todos me miren y vean lo hermosa que estoy. Para que me vean y digan «Wow, quiero ser ella».

Dejo escapar una sonrisa y agarro mi bolso, lo cuelgo sobre mi hombro y me aseguro de ponerme perfume antes de salir. Bajo las escaleras de casa a toda velocidad porque los amigos de Logan y él me están esperando abajo.

Me encuentro a Frosty en el camino, mi gato blanco que parece un tigre con su tamaño y dejo un beso en su cabecita.

—Cuida de casa mientras no estoy, grandote —susurro.

Me acerco a la cocina con una sonrisa y suelto un suspiro antes de entrar.

Me acerco a Logan y a sus amigos que ríen sobre la barra de marmol. Mi prometido me mira cuando llego al igual que sus amigos, pero me sorprende escuchar su risa burlona.

Y aquí es cuando vamos otra vez.

—¿Vas a ir así? —suelta una carcajada que contagia a sus amigos—. Dios, Sophie, no me hagas pasar vergüenza.

—¿Qué hay de malo? —pregunto. Mi sonrisa se borra al instante de mi cara y mi pecho se encoje.

—Pareces un payaso con tantos colores —sus amigos ríen—. El circo queda hacia el otro lado, preciosa —ríen con más fuerza.

Lo sabía, sabía que iba a pasar esto. Se están riendo en mi cara y no sé por qué. ¿Qué es lo gracioso en lo que llevo? ¿Por qué siempre tienen la necesidad de burlarse de mí físico? ¿Cuál es su maldito problema?

—A mí me parece que estoy bien y hermosa —digo sin dudarlo.

—No me malinterpretes, amor. —Se acerca y apoya su mano en mi cintura. Sus amigos nos miran atentamente y yo no me mantengo sería—. Estas hermosa, pero esos colores no van contigo. Además, las chicas de hoy en día no se visten así para ir a fiestas. ¿Lo entiendes? —Intenta besarme pero yo alejo mi cara.